por Darío Ocampo, socio del CIHF
Celebrada en Polonia y Ucrania, la Eurocopa 2012 consagró a España como la primera selección en ganar tres títulos internacionales consecutivos (Euro 2008, Mundial 2010 y Euro 2012). De esa manera, los españoles, dueños de un estilo de juego que marcó un antes y un después en el fútbol, llegaron a su punto futbolístico más alto. A continuación, un repaso por todo aquello que envolvió al torneo, además de los partidos que lo hicieron memorable.
La sede
Los anfitriones fueron Polonia y Ucrania. Se seleccionó al dueto de estos dos países de Europa del Este el 18 de abril de 2007 en Cardiff. Superaron a la candidatura italiana y a la que Croacia y Hungría habían lanzado en conjunto.
Por tercera vez, la Eurocopa fue organizada por dos países, como habían hecho Bélgica y Países Bajos en el 2000 y Austria y Suiza en la edición del 2008.
En total, 8 estadios fueron sede del certamen. 5 de ellos fueron construidos para este evento. La mitad estuvo en Polonia; la otra mitad, en Ucrania.
Los 4 de Polonia fueron el Arena Gdansk, el Estadio Municipal de Breslavia, el Estadio Municipal de Poznan y el Estadio Nacional de Varsovia. El localizado en la capital polaca fue erigido para este torneo y contó con la mayor capacidad de los de Polonia: 58.580 espectadores.
Por su parte, Ucrania aportó el Arena Lviv, el Estadio Metalist, el Donbass Arena y el Estadio Olímpico de Kiev. El Arena Lviv, con capacidad para 34.915, fue el de menor aforo entre los organizadores y el Olímpico de Kiev, capaz de albergar 70.050 espectadores, el de mayor. Este último, reinaugurado en 2011, sería sede de la final del torneo.
Con el eslogan “Creando historia juntos”, Ucrania y Polonia recibieron la Euro 2012 que se disputó entre el 8 de junio y el 1 de julio.
El grupo portugués Brandia Central diseñó el logo oficial de la competición. Se basó en el Wycinanki, una forma artística tradicional hecha por cortes de papel, propia de la tradición rural polaca y ucraniana.
La pelota oficial fue nuevamente obra de Adidas. Fue la Adidas Tango 12 y tuvo el clásico diseño de los esféricos llamados “tango”, como los usados en los mundiales de Argentina 1978 y de España ´82. Este modelo también tuvo otras versiones, como el Tango Argentina 12, pelota oficial del Torneo Inicial 2012 de la AFA.
Las mascotas del torneo fueron dos personajes. Eran los chicos gemelos Slavek y Slavko; uno era polaco y el otro, ucraniano. Fueron desarrollados por Warner Bros, vestían los colores de su selección y sus nombres se eligieron por votación en la página web oficial de la UEFA y en las sucursales de McDonald’s de los países anfitriones.
La canción oficial fue “Endless Summer”, que significa “Verano sin fin”. Este single dance pop de Oceana, una cantante alemana, tuvo buena repercusión en Alemania, Grecia, Italia, Luxemburgo, Polonia y República Checa. Además, tuvo su mix y su versión reggae.
La Euro 2012 también llegó a los videojuegos. El torneo estuvo disponible como un paquete de extensión -o DLC- en FIFA 12, un simulador de fútbol, en las consolas PlayStation 3, Xbox 360 y en PC.
A pesar del entusiasmo del torneo, proliferaron críticas. Especialmente en el Reino Unido, donde se hablaba de racismo en Ucrania y Polonia. Esta mirada a los países anfitriones fue particularmente potenciada por una serie de reportajes titulados “Euro 2012: Stadiums of Hate” -en español, “Eurocopa 2012: Estadios de Odio”. Estos fueron emitidos en un programa de la BBC y compartieron eslóganes antisemitas cantados en las canchas y símbolos neonazis en Polnia. Por otro lado, también se difundieron informes sobre asesinatos de gatos y perros callejeros mientras las sedes eran preparadas. Además, hubo explosiones de bombas en Ucrania que fueron descritas como ataques terroristas.
En este contexto, Ucrania y Polonia recibieron la Euro 2012.
Eliminaciones de la fase previa
Serbia y Eslovenia habían jugado la anterior Copa del Mundo, disputada en Sudáfrica 2010. Sin embargo, ambos seleccionados cayeron eliminados eliminados en grupo C de la fase clasificatoria. Quedaron por detrás de Italia y de Estonia. Los estonios, con 16 unidades cosechadas -1 más que Serbia y 2 más que Eslovenia-, hallaron lugar en el repechaje. En esa instancia Irlanda la eliminó por el resultado global de 5 a 1.
Suiza, el único equipo que había vencido a España en el Mundial 2010, también quedó excluido de la cita. Montenegro superó al conjunto helvético por un punto de diferencia por en el Grupo G y pasó al repechaje. Allí la eliminó República Checa, que se impuso por el marcador total de 3-0.
Por su parte, Turquía se encontró en un play-off contra Croacia. Los de los Balcanes recordaban su eliminación en cuartos de final de la Euro 2008 frente a los propios otomanos y se hicieron con la venganza. Luego de ganar 3 a 0 en Estambul, Croacia eliminó a Turquía manteniendo el cero en Zagreb.
Fase de grupos
Como venía siendo costumbre desde la edición que albergó Inglaterra hacia 1996, jugaron 16 seleccionados que fueron divididos en 4 grupos. Los primeros de cada liguilla se clasificaron a la ronda de nocáut, con inicio en los cuartos de final.
Grupo A: sorpresas, drama y el adiós de Polonia
Polonia, como una de las anfitrionas, fue cabeza de serie del Grupo A en condición de anfitriona. De hecho, llegó como la peor ubicada en el ránking FIFA -puesto 58.°- entre los participantes al torneo. Grecia, sorprendente campeona en 2004, llegaba con la moral alta tras una fase clasificatoria invicta -7 victorias y 3 empates- y buscaba una nueva hazaña. Rusia -semifinalista en 2008- y la República Checa -semifinalista en 2004- completaban la liguilla.
Robert Lewandowski encendió Varsovia con un cabezazo tras un centro de Jakub Blaszczykowski, al cuarto de hora. Polonia estuvo en ventaja el resto del primer tiempo y gozó de las bajas griegas: Avraam Papadopoulos sufrió la rotura del ligamento cruzado anterior y Sokratis Papastathopoulos fue expulsado por doble amonestación. A pesar de tal circunstancia, Dimitris Salpigidis empató 5 minutos después de ingresar al campo, a los 51′. A los 68′, Wojciech Szczesny fue expulsado por provocar un penal, pero el arquero suplente Przemysław Tyton detuvo el remate de Giorgos Karagounis y mantuvo el 1-1. Con empate entre polacos y griegos, se inauguró el grupo A.
Poco después, Rusia mostró su poderío con un contundente 4-1 sobre los checos. Alan Dzagoev y Roman Shirokov anotaron antes de los 30 minutos. Václav Pilař materializó el descuento checo a los 52′, pero Dzagoev marcó otro gol a los 79′ y Roman Pavlyuchenko, solo tres minutos después, cerró la primera fecha con un golazo.
En la segunda jornada, la República Checa se recuperó con una victoria ante Grecia. Petr Jiráček y Pilař anotaron en los primeros seis minutos de juego y, aunque en el segundo tiempo llegó el descuento de Theofanis Gekas tras un error entre el arquero Petr Čech y Tomáš Sivok, los checos se aferraron a los tres puntos.
La tensión aumentó cuando Dzagoev amargó a los espectadores locales con su tercer gol en el torneo gracias a su cabezazo. Sin embargo, Blaszczykowski, al minuto 57, rescató un empate vital para Polonia gracias a un gran gol producto de un buen remate de zurda desde el borde del área.
En la última fecha, Polonia llegó necesitada de una victoria, pero los Biało-czerwoni se quedaron en la fase de grupos derrotados por los checos. Jiráček anotó otra vez y dejó liderando el grupo a su equipo, vencedor por 1 a 0. Los rusos, que tenían más chances que cualquiera, se quedaron con más amargura que nadie, pues Karagounis marcó el gol de la clasificación de Grecia, de la eliminación rusa. Y así terminó el grupo A.
República Checa, con 4 puntos, pasó puntera. Le siguió Grecia, que, dueña de cuatro unidades, pasó a cuartos de final por vencer a Rusia en el duelo directo. Polonia completaba una amarga presentación con solo 2 puntos.
Grupo B: Países Bajos cae en el “Grupo de la Muerte”
El Grupo B, conocido como el ‘Grupo de la Muerte’, estaba encabezado por la poderosa selección de los Países Bajos. Los subcampeones mundiales venían de una fase clasificatoria demoledora con solo una derrota y el registro de 37 goles marcados.
Dinamarca -campeona de la Euro ´92- también se presentaba, al igual que Alemania, que llegaba con solo victorias de las eliminatorias y con más títulos en el certamen que cualquiera: 3. Portugal, vicecampeona de la edición del 2004 y con un Cristiano Ronaldo en mejoría, terminaba de darle integridad al grupo B.
El cabezazo de Mario Gomez al 72′ dio la victoria a los alemanes ante Portugal en suelo ucraniano. Minutos antes, los daneses habían dado el golpe, derrotando a los Países Bajos con un gol de Michael Krohn-Dehl, marcado a los 24′. En la segunda jornada, Portugal se puso a dos goles de ventaja de Dinamarca. Los goles, productos de un cabezazo de Pepe y un tiro de Hélder Postiga, llegaron antes de los 40 minutos. Dinamarca respondió con dos cabezazos goleadores de Nicklas Bendtner e igualó el marcador a los 80′. Cuando el partido parecía destinado al empate, cuando quedaban tres minutos, Varela sacó un remate poderoso que selló el triunfo de 3 a 2 para los lusos.
Alemania, por su parte, reafirmó su dominio en el grupo con nuevas apariciones goleadoras de Gomez. El delantero de padre española y madre alemana fue asistido dos veces por Bastian Schweinsteiger en el primer tiempo. Aunque Robin van Persie alcanzó el descuento para los neerlandeses a los 73′, los subcampeones del mundo fueron otra vez derrotados y quedaron al borde de la eliminación al término de la segunda fecha.
Lukas Podolski, nacido en Polonia, jugó su partido centenario con Alemania y marcó el 1-0 ante Dinamarca. Los nórdicos empataron el partido con el cabezazo de Krohn-Dehl al minuto 24, pero, a falta de diez minutos, Bender hizo el gol decisivo. Alemania venció 2-1 y clasificó como líder del grupo.
Mientras tanto, un golazo de Rafael Van der Vaart abrió el choque entre Países Bajos y Portugal a los 11 minutos. Dos apariciones de Cristiano Ronaldo le valieron a Portugal para dar vuelta el cotejo y destruir las ilusiones de la Oranje. Los ibéricos avanzaron por quinta vez seguida a los cuartos de final de la Eurocopa y concretaron el rotundo fracaso neerlandés. Alemania, con puntaje perfecto, y Portugal clasificaron con justicia a los cuartos. Dinamarca y Países Bajos volvían a casa.

Grupo C: España e Italia pasan con justeza
España, tras ganar el Mundial de 2010 y la Eurocopa de 2008, buscaba consagrarse con un tercer título consecutivo. Había completado una fase clasificatoria arrolladora a costa de 8 victorias en 8 partidos jugados. Italia, campeona por única vez en 1968, también llegaba sin derrotas -8 triunfos y 2 empates- y con solo dos goles en contra. Irlanda, que hacía su segunda presencia en el certamen luego de ausentarse por 24 años, y el buen equipo croata también conformaban el grupo C.
En la primera fecha, Italia y España empataron 1 a 1. Antonio Di Natale había adelantado a la Azzurra al minuto 61′, pero Cesc Fàbregas impuso la paridad solo 2 minutos más tarde.
En el duelo entre balcánicos e irlandeses, Mario Mandžukić abrió el marcador para Croacia con un cabezazo en los primeros 3 minutos. El inglés Sean St Ledger igualó para Irlanda con otro cabezazo, pero Nikica Jelavić puso el 2-1 en el cierre del primer tiempo. Ya en la segunda parte, un nuevo remate de cabeza de Mandžukić dio en el palo, la pelota rebotó en la cabeza del arquero Shay Given e ingresó a la meta irlandesa. Este último gol fue contabilizado como obra de Mandžukić y Croacia se quedó con el triunfo de 3 a 1 bajo la lluvia de Poznan.
En la siguiente jornada, Andrea Pirlo adelantó a Italia con un remate directo de tiro libre en el primer tiempo, pero Mandžukić estableció el empate final al 72′. Tras el empate entre italianos y croatas, la Roja cosechó sus primeros tres puntos con un doblete de Fernando Torres en Gdańsk. David Silva y Fàbregas hicieron los otros tantos para la goleada de 4 a 0.
En la última fecha, Íker Casillas atajó el cabezazo de Rakitic y salvó a España. Andrés Iniesta asistió a Jesús Navas al 88′ y los españoles se hicieron con el boleto a cuartos como líderes al superar a Croacia in extremis. Italia también avanzó invicta tras vencer a Irlanda con goles de Antonio Cassano y Mario Balotelli, integrantes del triunfo de 2-0.
España marchaba invicta a cuartos; Italia se sumaba a la fase de nocáut también sin derrotas. Croacia, con 4 puntos, era eliminada junto a Irlanda, que quedaba como el peor equipo del torneo con un gol a favor y nueve en contra.
Grupo D: sin sorpresas
En el último grupo, se dio el debut de Ucrania, la otra anfitriona, bajo el mando de Andriy Shevchenko. Sus rivales fueron Suecia, Francia, que buscaba redimirse tras el desastre en Sudáfrica, e Inglaterra, con la esperanza de alcanzar su primera final en la historia de la Euro.
En el primer partido, Joleon Lescott cabeceó el envío de Steven Gerrard y marcó su primer gol como internacional: el 1-0 a favor de Inglaterra ante Francia a los 30′. Pero la respuesta francesa llegó solo 9 minutos después por Samir Nasri, quien puso el 1-1 final con un tiro raso desde fuera del área.
Más tarde, Kiev enmudeció con el gol de Zlatan Ibrahimović que adelantó a Suecia a los 52′. Sin embargo, el máximo goleador histórico de los ucranianos, Andriy Shevchenko, levantó el estadio con dos goles en los siguientes 10 minutos que supusieron la primera victoria en el torneo de su selección: 2 a 1.
En la segunda jornada, Inglaterra volvió a adelantarse con otro cabezazo, esta vez de Andy Carroll, gracias a otro centro de Gerrard. Pero la suerte inglesa cambió cuando Glen Johnson se hizo un gol en contra y empeoró al momento en el que Olof Mellberg puso a Suecia por delante. No obstante, un golazo de Theo Walcott y un taco de Danny Wellbeck le devolvieron la ventaja a Inglaterra, que obtuvo un triunfo clave sobre los nórdicos por 3 a 2.
En el otro partido, Francia derrotó a Ucrania en Donetsk con dos goles en rápida sucesión: Jérémy Ménez y Yohan Cabaye marcaron en al 53′ y al 56′ respectivamente.
En la jornada decisiva, Wayne Rooney regresó de su sanción e hizo el gol que eliminó a Ucrania a los 3′ del segundo tiempo. Inglaterra se quedaba con el liderato del grupo, puesto que Suecia, a pesar de vencer 2-0 a Francia con goles de Ibrahimović y Henrik Larsson, se volvía a casa.
Francia escoltó a Inglaterra con 4 puntos y pasó a cuartos de final. Ucrania, que logró su primer gol y su primer triunfo en la Eurocopa, fue eliminada y nos quedamos sin anfitriones en el torneo. El buen equipo sueco fue frustrado en la primera ronda y acabó último del grupo D por caer en el duelo contra Ucrania, que le superó a pesar de tener una peor diferencia de gol.
Cuartos de Final
Cristiano y Portugal despachan a la República Checa
La República Checa se había recuperado de la dura derrota contra Rusia con dos sólidas victorias ante Grecia y frente a Polonia. Su contrincante era el elenco portugués, que había sobrevivido al grupo de la muerte al adjudicarse el segundo puesto de la zona B. Los checos recordaban orgullosos la épica victoria ante los lusos en los cuartos de final de 1996, un partido en el que su técnico Michal Bílek había jugado. Aquella vez, Karel Poborský aplicó una vaselina que dejó sin respuestas a la defensa portuguesa. Ese fue el único gol de aquel encuentro que llevó a los checos a su primera semifinal en la historia del certamen. Pero también estaba fresco el triunfo portugués de 3-1 en la segunda fecha de la fase de grupos de la Euro 2008, donde estuvieron varios jugadores que volverían a encontrarse en esta edición. Uno de ellos era Cristiano Ronaldo, autor del 2-1 parcial en aquel cotejo. Con ese triunfo, Portugal había asegurado su lugar en cuartos y había dejado a los checos al límite. Ellos serían eliminados en la siguiente fecha al caer 3-2 ante Turquía.
La República Checa buscaba dar la sorpresa ante los ibéricos en Varsovia, pero contaban con una sensible baja: Tomáš Rosický, capitán y número 10, estaba con una lesión en el tendón de Aquiles desde el partido por la segunda fecha del grupo A contra Grecia.
El partido no tuvo un dominador claro hasta pasada la primera media hora de juego, cuando Portugal, vestida de blanco, empezó a llegar con peligro al área checa. Cristiano Ronaldo, tras un muy buen pase de João Moutinho, se posicionó bien y sacó un fuerte tiro de derecha que Čech contuvo.
El combinado de Michal Bílek se vio obligado a replegarse, esperando alguna oportunidad de contraataque, pero el nacido en Brasil Pepe y Bruno Alves se mantuvieron firmes en la defensa del arco de Ruí Patricio.
Cristiano Ronaldo siguió insistiendo de distintas maneras: una chilena desde dentro del área se le marchó afuera; un remate directo desde un tiro libre pasó cerca del palo izquierdo; un tiro a unos pocos metros del arquero rival dio en el palo derecho.
En el segundo tiempo, un impreciso cabezazo de Hugo Almeida volvió a advertir en favor de Portugal. Además, “CR7” remató un nuevo tiro libre directo y la pelota volvió a impactar contra el palo derecho.
La desesperación de Portugal crecía mientras Čech se erigía como la figura del partido, como la gran esperanza checa, por detener un tiro desde fuera del área ejecutado por Nani y otro intento del mismo tipo propuesto por Moutinho. Pero todo eso se vino abajo cuando Cristiano conectó el centro desde la derecha del propio Moutinho con un tremendo cabezazo.
A falta de diez minutos, Portugal sacó adelante un costoso trámite y se puso por delante, dejó sin chances a la selección de la República Checa, que se fue del torneo igualmente felicitada por su entrenador. Los lusos se metieron a las semifinales de la Eurocopa después de 8 años y con Cristiano Ronaldo como el mejor jugador del encuentro.
La Roja barre a les Bleus
Por otro lado, los vigentes campeones de Europa y del mundo, España, llegaron invictos ante Francia, que había tenido un desempeño irregular en la fase previa. Los dirigidos por Laurent Blanc tenían el antecedente de haber eliminado a la Roja en el Mundial de Alemania 2006, algo que daba confianza frente al gran desafío de los cuartos de final.
Ante 47 mil espectadores en el Donbass Arena, Francia se concentró en cortar los circuitos del juego español y apostó al contraataque, a pesar de la ausencia del defensor de Milan Philippe Mexès, suspendido.
Una buena señal para Francia era la poca profundidad que alcanzaba el onceno de Vicente Del Bosque en los primeros minutos. Sin embargo, más temprano que tarde, Jordi Alba desbordó por la izquierda y España sacudió el marcador. Xabi Alonso respondió al envío del joven de Valencia y mandó la pelota al arco francés con un cabezazo al suelo y a contrapierna del arquero Hugo Lloris. A los 19′, la Roja se puso por delante.
Yohan Cabaye, desde un lejano tiro libre, propuso la oportunidad más clara para les Bleus con un remate al ángulo superior izquierdo que Íker Casillas despejó con su firme mano derecha.
Nasri reemplazó a Florent Malouda y Ménez entró por Mathieu Debuchy. Con estos cambios, el equipo de Blanc salía con mayor agresividad en busca de la igualada. Pero los de la Península Ibérica mantuvieron su autoridad sobre la pelota y sobre el partido. Sobre Francia, que, cansada y atónita, atestiguó el toqueteo de los campeones del mundo en su cancha. Pedro eludió con un amague a Laurent Koscielny y, antes de entrar al área chica, fue derribado por una falta de Anthony Réveillère. Xabi Alonso convirtió el penal, sumó su segundo gol y aseguró la victoria en su partido centenario con el equipo nacional español.
España derrotó a Francia con solvencia y sacó boleto rumbo a las semifinales de la Eurocopa en lo que era su primera victoria en un partido oficial contra los galos.
Alemania apaga el fuego heleno
Los alemanes, con solo triunfos en la fase de grupos y en la fase clasificatoria, se enfrentaban a Grecia. Los helenos nunca habían logrado vencer a los teutones, pero si de algo sabían era de sorpresas: lo habían dejado claro en la Euro 2004 y lo habían ratificado al cerrar el grupo A en esta edición.
El Arena Gdansk fue ocupado por 38 751 espectadores expectantes por el duelo de la noche del 22 de junio. Grecia no pudo contar con su capitán Giorgios Karagounis ni con el defensor José Holebas, ambos suspendidos por acumulación de amarillas.
Los helenos se plantearon en defensa y le cedieron la posesión a los alemanes, quienes, vistiendo la prenda blanca titular, dominaron desde el inicio. Mesut Özil y Andre Schürrle mantuvieron ocupado al arquero griego Michalis Sifakis, que suspiró cuando Marco Reus desaprovechó un pase de gol de Özil. El delantero de Borussia Dortmund estaba haciendo su debut en el certamen, pero volvería a errar ante el arco heleno, con un remate de derecha que dio en el lado externo de la red.
Por parte del equipo vestido de azul, solo el tiro lejano de Sotiris Ninis significó alguna expectativa. Manuel Neuer lo desvió sin problemas.
Los dirigidos por Joachim Löw seguían presionando. Tras varios intentos, Philipp Lahm abrió la cuenta con un gran tiro de derecha desde fuera del área al 39′. Con ese gol -obra del muy buen remate del capitán-, los teutones tomaron la delantera y se marcharon con ella al descanso.
En la segunda parte, Grecia tuvo su momento: Dimitrios Salpingidis aprovechó el vacío en el lateral izquierdo de la defensa alemana, llegó al área y envió un centro raso que Georgios Samaras, con un toque desde el suelo, convirtió en gol. A los 10 minutos del segundo tiempo, el equipo de Fernando Santos podía empezar a soñar. Pero no sería por mucho, pues Sami Khedira, solo 5 minutos más tarde, apareció en el área y capturó el envío desde la derecha de Jérôme Boateng con una espectacular volea. Los griegos volvían a correr de atrás, Alemania volvía a tener el partido en sus manos: 2 a 1.
Y así se cerró. Özil, el mejor jugador del partido, mandó un centro desde un tiro libre cerca del córner derecho con el que asistió a Miroslav Klose, quien aprovechó la mala salida del arquero griego a los 68′ con un cabezazo: 3 a 1. El atacante de Lazio, de la Serie A italiana, insistió con un remate bajo dentro del área en busca de su doblete, pero el guardameta griego lo despejó con sus pies. Luego, Sifakis se le volvió a impone en un mano a mano, pero ahí estuvo Reus para sellar el cuarto gol con una potente volea a los 74′. La pelota rebotó en el travesaño y entró.
Alemania goleaba 4 a 1, pero, en los minutos finales, Grecia se encontró con un penal por una mano de Boateng. Salpingidis superó a Neuer y decoró la derrota griega al 89′.
Con Özil dirigiendo el ataque, con la pelota bajo control y con la cuarta victoria al hilo, el subcampeón de Europa y bronce en el Mundial del 2010, Alemania, se hacía más fuerte en Ucrania y Polonia. Ya estaba entre los cuatro mejores.
Italia y los penales frustran a Inglaterra
Un duelo de titanes definió el último lugar en las semifinales. Inglaterra e Italia, ambas invictas, se volvieron a ver las caras de manera oficial después de 15 años. El empate sin goles en Roma por la última fecha del grupo B de las Eliminatorias rumbo a Francia 1998, que dio el boleto directo a los ingleses y un lugar en el repechaje a los italianos, era el último enfrentamiento de tal carácter entre ambos. Por otra parte, el único precedente en la Euro era el triunfo por la mínima de la Azzurra en la segunda fecha de la fase de grupos de la edición de 1980.
64.340 personas en el Estadio Olímpico de Kiev vieron la insistencia italiana en los primeros minutos. Daniele De Rossi tomó de sobrepique la pelota desde fuera del área. Con la parte externa de su botín izquierdo, el mediocampista hizo dar la pelota contra el poste derecho de Joe Hart. Dos minutos después, Inglaterra tuvo una chance de oro. James Milner mandó un centro raso que rebotó en Balzaretti, dio en Bonucci y quedó en pies del defensor Johnson. Frente al arco italiano y al borde del área chica, el hombre de Liverpool trató de controlar la pelota, pero ante el cierre de Abate y Barzagli sacó un remate suave que quedó en las manos de Buffon.
Italia respondió con un brillante pase por lo alto de Andrea Pirlo a Mario Balotelli, que controló la pelota y se dirigía al mano a mano versus Hart. Pero John Terry mostró su experiencia y frustró al delantero de Manchester City con un cruce notable.
En la segunda parte, Italia intensificó su ataque. Tras el despeje de un córner, Claudio Marchisio llenó de veneno la pelota con un cabezazo. La pelota cayó delante de De Rossi, quien solo sacó un remate mordido, casi una pifia, con su pie izquierdo. La pelota se marchó fuera. El mismo mediocampista sacó un tiro desde fuera del área que Hart no pudo contener con completa seguridad. El rebote fue capturado por Balotelli, que tampoco sacó un buen remate. La pelota volvió a dar en la humanidad del meta inglés, que respiró aliviado al ver cómo Riccardo Montolivo mandaba el esférico por encima del arco.
Alessandro Diamanti, en los últimos minutos del tiempo regular, sacó un remate lejano que, tras picar, quedó en las manos de Joe Hart. Con el 0 a 0 en el marcador, se tuvo que recurrir al primer alargue en el torneo.
En esa fase de la definición, Diamanti mandó un centro con su pie izquierdo desde el borde del área. La pelota dio en el palo y dejó a Italia al borde del gol. Sin embargo, el partido terminó sin tantos y se tuvo que recurrir a la definición por penales.
Balotelli y Gerrard comenzaron con aciertos: dos tiros a la esquina inferior derecha de los guardametas. Montolivo también la cruzó, pero su tiro se marchó fuera. Inglaterra tenía la ventaja y Wayne Rooney lo aprovechó: adelantó a su equipo con un fuerte tiro a la izquierda y a media altura. Hart trató de distraer al experimentado Andrea Pirlo con unas morisquetas que no surtieron efecto: al mediocampista de Juventus no le tembló el pulso; la picó y empató la llave. Hart voló en vano a su derecha. Ashley Young tomó carrera y dio un fuerte derechazo que hizo dar la pelota contra el travesaño. La igualdad era total. Nocerino cruzó su remate y, de derecha, hizo el nuevo gol de Italia. Hart había vuelto a volar al otro lado. Luego, Buffon se lanzó a su izquierda y contuvo el remate de Ashley Cole. Dejó en los pies de Diamanti el avance a la semifinal. El oriundo de Prato la mandó a la esquina inferior izquierda mientras Hart se arrojó a la derecha. Corrió a abrazarse con sus compañeros de la Azzurri y clasificó a las semifinales.
Una vez más, Inglaterra chocaba contra la tanda de penales y se marchaba de la Eurocopa.
Semifinales
Los penales decantan el duelo ibérico
Portugal y España se encontraron en Donetsk. Por primera vez, se enfrentaban en un mano a mano de Eurocopa, pero había un antecedente cercano.
Por las semifinales de la Euro 2012, España y Portugal se enfrentaron en en el Estadio Donbass Arena de Donetsk. Era el primer mano a mano ibérico de Eurocopa, pero había un antecedente cercano: La Roja había eliminado a los portugueses en Sudáfrica 2010, rumbo a su primera estrella. Campeona del Mundo y campeona de Europa, España partía favorita.
Paulo Bento enfrentó el duelo con la baja importante de Hélder Postiga, lesionado. Hugo Almeida le reemplazó. Nani y Cristiano Ronaldo asumieron el liderazgo del ataque portugués.
La intensa presión portuguesa en el mediocampo hizo mermar la producción española. Sin embargo, Álvaro Arbeloa tuvo la mejor chance del primer tiempo, cuando remató con la parte interna de su pie derecho. La pelota se fue muy alto. Tiempo después, Cristiano Ronaldo advirtió con un remate que se marchó suave a centímetros del palo izquierdo de Casillas.
En la segunda parte, España no gobernaba, pero logró limitar el ataque rival. Portugal sólo intentó con tiros lejanos que no cambiaron el marcador. Nuevamente, fue menester un alargue.
Jordi Alba desbordó y, ante la presión de Pepe, mandó un pase al medio a Iniesta. El mediocampista remató de primera, pero Ricardo sacó la pelota al córner al estirarse sobre su derecha. Sergio Ramos remató con fuerza un tiro libre y la pelota se marchó apenas elevada. Por su parte, Jesús Navas, tras tres toques, remató la meta portuguesa. Ricardo evitó con su mano derecha el gol español. Así el tiempo extra llegó a su fin y los penales volvieron a definir una eliminatoria.
Ricardo impuso su mano izquierda al tiro de Xabi Alonso, el primero de la tanda, e ilusionó a Portugal. Pero João Moutinho fue frustrado con un nuevo destello de Íker Casillas: sus manos firmes amordazaron las bocas lusitanas. Tras dos aciertos por lado, Ramos convirtió y Bruno Alves disparó al travesaño. España estaba a un gol de la final y era el turno de Cesc Fàbregas. Motivado por Jordi Alba, el mediocentro blaugrana la cruzó con su pie derecho:la pelota dio en el palo y entró. España estaba otra vez en la final de la Eurocopa.
Balotelli echa a Alemania
Del otro lado Alemania e Italia dieron un nuevo episodio a su gran historia. Alemania llegaba embalada, con pleno de victorias, a la semifinal. Pero un recuerdo sembraba la inseguridad: la derrota 2-0 en las semifinales del Mundial 2006 contra Italia, en tierras germanas.
Los italianos no llegaban con mucho brillo. De sus 4 partidos, solo había ganado uno: 2-0 a Irlanda. Pero l’Azzurri ya estaba acá y con dos alentadores datos: de las diez semifinales jugadas por torneos grandes, solo habían perdido 2 (Euro 1988 y Mundial 1990); Alemania nunca les había ganado en un Mundial o en una Eurocopa.
El 25 de junio, el Estadio Nacional de Varsovia se llenó con 55.540 espectadores para una semifinal electrizante.
Alemania presionó desde el inicio y Khedira remató un córner. La pelota pasó entre las piernas de Buffon, pero Andrea Pirlo despejó el peligro sobre la línea. Minutos después, Boateng envió un centro raso que Buffon despejó y Barzagli estuvo a punto de mandar a su propio arco. Toni Kroos también se sumó a la insistencia alemana con un un fuerte tiro desde fuera del área. La pelota fue desviada por las firmes manos del arquero italiano de 34 años.
Italia encontró su primera chance en Montolivo, quien disparó a distancia, pero Neuer se arrojó a su derecha y se adueñó del primer buen intento italiano. Antonio Cassano también probó suerte y Neuer volvió a contener. Minutos más tarde, recibió un pase de Giorgio Chiellini en el sector izquierdo de la cancha, giró con la pelota controlada y escapó de Mats Hummels y Boateng. Apenas se acomodó, envió el centro para Balotelli. Mario superó a Badstuber, conectó el centro y marcó el primer gol del partido a los 20 minutos con un cabezazo.
Özil se mostraba como el mejor alemán de la cancha con un remate esquinado. Khedira también lo intentó con una volea lejana, pero Gigi Buffon se impuso. Minutos después, Montolivo leyó los huecos en la defensa alemana que estaba adelantada y envió un pelotazo a Balotelli. La pelota picó y quedó lejos de Lahm. Mario la controló con su rodilla derecha, midió el pique y justo cuando Lahm intentaba cerrarle el espacio, sacó una volea fenomenal que incrustó la pelota en el ángulo superior izquierdo de Neuer. El meta alemán quedó atónito ante la violencia y la precisión del tiro de Mario. El ariete italiano se sacó la camiseta y enseñó sus músculos, su piel. Su golazo fue una fuerte cachetada para Alemania.
Reus y Klose entraron por Mario Gómez y Lukas Podolski para mejorar el ataque alemán en el segundo tiempo, pero el deseado gol no llegaba. Italia, con Diamanti sustituyendo a Cassano y Buffon despejando los remates a distancia, se agazapaba. Marchisio no pudo concretar un tiro al borde del área. La pelota se abrió a la izquierda de Neuer. Tiempo después, enfrentó a Badstuber en el área germana; el defensor alemán se resbaló, Marchisio se acomodó y disparó cruzado. La pelota viajó al ras y se marchó a centímetros del palo izquierdo alemán.
A pesar de los fallos, Italia estaba segura de sí misma, mientras Alemania se hundía en la desesperación. En la tensión del final del partido, Federico Balzaretti cometió un inocente penal con su mano. Özil se hizo cargo, disparó al ángulo superior izquierdo de Buffon y Alemania descontó al 92′, pero no alcanzó. Italia aguantó y los alemanes cayeron en el último partido que albergó Polonia.
Demostrando una sólida defensa y nutrida por los precisos toques de Pirlo, Italia volvía al duelo decisivo de la Eurocopa. Como en la semi de México ´70; la de España ´82 y la de Alemania 2006, la Azzurra sacaba del torneo a una gran Alemania y mantenía la paternidad.
Final
La esperanza del campeón mundial
La Roja, que había conquistado su primera Eurocopa en casa en 1964 y que en 1984 había sufrido la derrota en la final contra Francia, estaba en su hora dorada. Las lágrimas de antaño ya habían sido evaporadas por el sol del éxito y en 2012 el fútbol español brillaba con una intensidad nunca antes vista.
España, campeona de la Eurocopa en 2008 en Austria y Suiza y campeona del mundo en Sudáfrica 2010, estaba en su tercera final consecutiva en los grandes torneos, algo que solo había logrado Alemania con la Euro ´72, Mundial ´74 y Euro ´76. En esas condiciones estaba el equipo español: podía empatar con Alemania en el palmarés como la máxima ganadora de Eurocopas con tres trofeos; podía convertirse en la primera bicampeona de la historia del torneo y podía transformarse en la única selección en ganar tres trofeos consecutivos de los mayores torneos internacionales.
Los líderes del ránking FIFA llegaban invictos y favoritos a la final, tras eliminar a Francia y a Portugal, exponiendo su juego de toque y posesión.
España formó en la final como hizo en su debut contra Italia por la fase de grupos, con seis jugadores que fueron parte de la final de la Euro 2008. Su defensa estaba a la vanguardia: solo 1 gol había recibido en el desarrollo del certamen. Íker Casillas era uno de los responsables de tamaño dato. El capitán y campeón de la Euro 2008 y del Mundial 2010 fue parte del once ideal de la FIFA 2011. Además, el arquero de Real Madrid venía de ganar recientemente la Liga.
Sergio Ramos era otro baluarte de la defensa madridista y del seleccionado español. El sevillano, reconocido como el mejor defensor de la Liga ganada y del mundo en 2011, reemplazó al lesionado Carles Puyol. Contra Portugal en las semifinales, anuló a Cristiano Ronaldo y se erigió como el mejor jugador del partido. Junto con él, Gerard Piqué. El defensor de FC Barcelona jugaba su primera Eurocopa, pero a un altísimo nivel. Además, venía de ganar la Copa Mundial de Clubes 2011 y la Copa del Rey más reciente.
Pero las novedades en este plantel estaban en dos hombres. Álvaro Arbeloa, defensor de Real Madrid, había tenido roles menores en la Euro 2008 y en la Copa Mundial 2010. En 2012 llevaba 5 titularidades seguidas y acumularía su sexta en la final. Por su parte, Jordi Alba, defensor por izquierda de Valencia, se presentaba como el menos experimentado del once finalista con solo 23 años y 4 partidos jugados con la Roja antes de ser convocado al torneo.
En el mediocampo estaba la exquisitez de España; y ahí sobresalía Xavier Hernández Creus, mejor conocido como Xavi. El finalista en los Balones de Oro FIFA 2010 y 2011 venía siendo reconocido por la Federación Internacional de Historia y Estadística de Fútbol como el Mejor Creador de Juego del Mundo en todos los años desde el 2008. El jugador de Barcelona venía siendo seleccionado, año tras año, en el once mundial de la FIFA y en el equipo ideal de la UEFA. Recientemente reconocido como el mejor mediocentro de La Liga, Xavi estaba dotado de inteligencia, una visión de juego excepcional, una precisión de pase altísima y una gran habilidad para proteger la pelota. Con esas características, el nacido en Tarrasa calzaba en el equipo español que lo había ganado todo como el organizador.
Sergio Busquets se posicionó como mediocampista de contención. El también futbolista de Barcelona venía jugando todos los partidos de titular y destacaba por su recuperación de pelota y su aporte defensivo. Xabi Alonso, parte del Once Ideal de la FIFA 2011, se ubicó a su izquierda. El vasco venía de ganar su primera Liga con Real Madrid y llegaba en, tal vez, su mejor momento. Contra Francia por los cuartos de final marcó 2 goles, fue el jugador del partido y alcanzó el centenar de presencias con España.
El también mediocampista Cesc Fàbregas fue alineado de segunda punta, en el ataque español. Campeón de la Euro 2008 y del Mundial 2010, venía de jugar su primera temporada en Barcelona tras su paso por el inglés Arsenal.
Los atacantes titulares de la final fueron otros mediocampistas, empezando por David Silva. “El Mago” llegaba tras conquistar la primera Premier League en la historia para Manchester City y, a diferencia de en Sudáfrica 2010, estaba resultando decisivo en esta Eurocopa.
El otro jugador del mediocampo que se ubicó en la delantera fue Andrés Iniesta. El autor del gol triunfal en la Copa Mundial 2010 venía siendo nominado a todos las galas del Balón de Oro de la FIFA desde 2009. Además, fue incluido en todos los once ideal de la FIFA desde ese mismo año. El reconocido como el mejor centrocampista de La Liga 2011/12 demostraba su nivel: en los partidos de la fase de grupos destacó como el mejor hombre del partido frente a Croacia y… ante Italia.
Además de contar con todas estas armas en su arsenal inicial, España tuvo, entre sus suplentes, a dos jugadores que vale la pena mencionar.
En primer lugar, Fernando “El Niño” Torres. Sí, el mismo delantero que marcó el gol del título en 2008 para empezar a escribir la historia del fútbol español con tinta de oro. En esta Euro había convertido dos goles, ambos contra Irlanda en la fase de grupos. Recién campeón con Chelsea de la FA Cup y de la UEFA Champions League, Torres era el depósito de las esperanzas españolas. Y su compañero en club era Juan Mata. El mediocampista ofensivo de Chelsea venía de disputar su primera temporada en el cuadro de Londres y contaba con un antecedente llamativo: en 2011, fue el mejor jugador del Campeonato Europeo de Selecciones sub-21.
Así estaba la Roja, así estaban las cosas. La historia estaba a un paso de ser escrita y España tenía la pluma en la mano. Pero se enfrentaba a quien no ganaba en 90 minutos oficiales desde 1920; chocaba contra la selección que le había sacado un empate en la fase de grupos; se enfrentaba a Italia.
La Azzurra confía
Italia, la Azzurra, llegaba con ganas de revancha. Había ganado su única Eurocopa en 1968, como local, y quedaba el recuerdo de la derrota por el gol de oro de Trezeguet en la final del 2000. Pero había razones para ilusionarse. En 2006, se consagraron campeones mundiales por cuarta vez para refirmarse en la élite. Aunque dejaron una pobre imagen en Sudáfrica 2010 -eliminados en la fase de grupos sin ganar ni un partido-, Italia estaba recuperando su prestigio, apoyándose en la fuerza de su liga: de los 23 convocados al torneo, 20 jugaban en la la Serie A italiana, que estaba entre las 3 mejores ligas del mundo por entonces. Con el puesto n. ° 12 del ránking FIFA, con un invicto de 14 partidos oficiales y con el pecho inflado por las victorias simbólicas contra Inglaterra y Alemania, el equipo de Cesare Prandelli no pensaba en otra cosa que en la gloria continental.
Gianluigi Buffon era el seguro del arco italiano. A los 34 años, el nuevo capitán de Juventus y de la selección italiana llegaba a la final como un pilar de la Azzurra. Venía de ganar la Serie A, integrar el equipo ideal del torneo y seguía siendo considerado como uno de los mejores arqueros de todos los tiempos. Campeón del mundo en 2006, Buffon era la voz de mando, quien inspiraba confianza desde atrás para adelante.
Andrea Barzagli también había ganado el Mundial 2006 y venía de ser campeón en su primera temporada con Juventus. Aunque no jugó los dos primeros partidos de la Euro por una lesión, su regreso fue determinante. Él y Giorgio Chiellini formaron una gran defensa con la que Italia sufrió solamente un gol -que fue de penal.
Sin embargo, lo más rico de Italia estaba en el mediocampo. Andrea Pirlo era el cerebro del equipo. También campeón del mundo en 2006, venía de jugar su primera temporada en Juventus. En aquel año, destacó como uno de los mejores en su puesto, ubicándose a la altura del propio Xavi. Se caracterizaba por su buen pase, una gran visión de juego, un preciso control de la pelota y una calidad formidable para ejecutar tiros libres.
Pirlo llegaba a la final en un gran estado de forma: fue el mejor jugador del partido contra Croacia, donde hizo un gol; fue el hombre del encuentro en el choque de cuartos contra Inglaterra y la picó en la definición por penales; fue reconocido como el mejor de la cancha en la semifinal contra Alemania. Claudio Marchisio le acompañaría en el mediocampo. Su colega en Juventus había sido parte del equipo del año 2011 de la Serie A y confiaba: “Hemos demostrado que estamos a la altura de España”.
Daniele De Rossi, de Roma, era otra pieza clave. El subcapitán del seleccionado italiano, campeón mundial en 2006, se mostró versátil al superar con creces el desafío de reemplazar a Barzagli en la zaga central en los primeros dos partidos del torneo. Con todo ese compromiso y el respeto de Prandelli, partía como un hombre indispensable para Italia. Y junto a él, Thiago Motta.
El mediocampista nacido en Brasil había jugado para Internazionale años atrás. De hecho, fue parte del Equipo de la Temporada de la Serie A 2010/11. Ahora, en Paris Saint-Germain, Motta, aunque sería suplente en la final, era uno de los pocos futbolistas de ligas extranjeras que formaban parte de la Azzurra, como también lo era Mario Balotelli.
El Loco Balotelli era un delantero que daba la nota. Hijo de ghaneses, fue criado por una familia italiana. Excéntrico y frecuentemente criticado, con solo 21 años era el delantero y una pieza clave de Manchester City. Fue él quien asistió al Kun Agüero en el gol que les dio el primer título de Premier League a los citizens. Con la camiseta azzurra, Balotelli había demostrado su valía: hizo un gol contra Irlanda en la fase de grupos y 2 más versus Alemania en las semifinales. Sí, con 3 goles en su haber, llegaba como máximo artillero del equipo y como uno de los goleadores del certamen.
En la ofensiva lo acompañaba Antonio Cassano, el delantero de Milan que fue campeón de la Serie A 2010/11. Cesare Prandelli, el director técnico de estos hombres, sabía lo difícil del desafío. “España es un favorito”, dijo antes de la final, pero añadió “encontraremos sus puntos débiles”. “Nosotros también crecimos en esta Eurocopa”, llegó a decir y entonces Italia se puso a un paso de la consagración.
España, sin piedad
El Estadio Olímpico de Kiev recibió a 63.170 espectadores en lo que fue el choque entre España e Italia, los dos últimos campeones del mundo, por la codiciada Eurocopa. El poder del silbato recayó en Pedro Proença. Quien arbitró la final de la UEFA Champions League de aquel año se convirtió en el primer referí portugués en dirigir una final de la Euro.
Iniesta tocó para Fàbregas y el partido se puso en marcha. En un comienzo enérgico, España se asentaba en la cancha. La Roja circulaba rápido, con rotaciones, dinamismo y fluidez. Conectó algunos pases y pudo generar peligro. A los 7 minutos, David Silva mandó el centro desde el córner. Sergio Ramos cabeceó desviado y el partido siguió 0 a 0.
Italia no alcanzaba ni solidez ni seguridad. Sus jugadores no se encontraban y la intensa presión española la atacaba. Tras menos de diez minutos, los “ole” de la tribuna bajaban a rendir tributo al toqueteo de los campeones del mundo, que encontrarían su primera gran oportunidad. Xavi le pegó de primera tras el pase de Fàbregas y quedó muy cerca del gol, centímetros por encima del travesaño. Italia, con sus línea defensiva 20 metros adelantada, dejaba jugar al campeón defensor, pero ya estaba sufriendo su fútbol. Parecía encerrarse a la espera de que la tormenta roja terminase.
El cerebro de España, Iniesta, la recibe y la toca en profundidad para Fàbregas. Cesc desborda y supera a Chiellini; cayéndose, lidiando con el peso de su cuerpo, de su fuerza y de sus intenciones, manda el centro. Silva cabecea… ¡y gol! Es gol de España. David Silva, a los 14′ del primer tiempo, abre el marcador de la final. Su olfato, sus ganas, su instinto: las autoras del gol. Los campeones del mundo, los campeones de Europa, van a por el bicampeonato; van a por la triple corona.
Italia, que se encontraba por primera vez en el torneo corriendo de atrás en el marcador, tenía que reaccionar. Tres minutos después, Pirlo pateó un córner, Barzagli cabeceó y Ramos se interpuso. Lo que parecía ser una clara ocasión para Chiellini, lo que invitaba a recordar el rezo “dos cabezazos en el área son gol”, se esfumó con la aparición del defensa de Real Madrid. Chiellini buscaba revancha en el siguiente córner, pero no acertó. Casillas puso sus puños para disipar el peligro y aliviar a España.
A Italia le costaba salir del fondo y, para colmo de males, sufrió la sensible baja de Giorgio Chiellini. Cesare Prandelli tuvo que sacar a uno de sus valores defensivos, que ahora apenas podía caminar. Federico Balzaretti, el mismo que cometió el insólito penal en la semifinal, entraba en el partido para redimirse y ayudar a su equipo en lo que quedara de la final de Europa.
La Azzurra se hizo cargo y salió con valentía a atacar, pero el partido se tornaba un golpe a golpe en el que España lucía más fuerte. Sin embargo, De Rossi dejó bien parado a Balzaretti con un pelotazo al sector izquierdo. El defensa controló, vio a Balotelli y le dedicó un centro. Una vez más, Íker Casillas se quedó con un envío italiano. Cassano había estado desmarcándose todo el partido, pero ahora tenía que descansar. En ese marco, recibió la pelota al borde del área y disparó con violencia. Casillas volvió a imponer sus manos a un remate del diez italiano y a exasperar a sus insistentes compatriotas.
Al final del primer tiempo, las incursiones de Italia ya no eran las mismas. Sin velocidad ni precisión, la Azzurra veía cómo se equilibraban las fuerzas del juego. España, más segura, salía jugando con tranquilidad. Por la izquierda, Fàbregas descargó con Jordi Alba, quien la tocó para Xavi Hernández y empezó a picar. Rompió líneas, ante la estática concentración de los jugadores italianos. No bajó la marcha, controló con maestría aún en carrera el pase de Xavi y enfrentó a Buffon. Con fuerza, rapidez y precisión, definió de zurda para marcar un golazo. A los 40 minutos, Jordi Alba convirtió un golazo. Desvergonzado y lleno de calidad, el joven defensor de Valencia batía al gran meta Buffon, puso el segundo gol para España y dio una puñalada profunda a Italia. La Azzurra sangraba; España bailaba. Al término del primer tiempo, el trámite parecía irreversible. El primer tiempo terminó con una cómoda ventaja de 2-0 para los ibéricos.
En la segunda parte, Italia intentaba atacar, pero no llegaba muy lejos. Sin velocidad, profundidad ni creatividad, se mostraba especulativa. España, todo lo contrario. Ni bien recuperaba la pelota, lograba arrancar con rapidez y precisos pases. En esa circunstancia, Prandelli ordenó la salida de Montolivo. Thiago Motta entró en su lugar al minuto 56 e Italia se quedó ya sin cambios.
Pedro ya había entrado por Silva en España, pero tan solo 3 minutos después de su ingreso Thiago Motta encendía las alarmas en Italia. El mediocampista se lesionó y, como Italia no podía realizar nuevas sustituciones, dejó a su equipo con un jugador menos con 30 minutos de partido por delante y la misión de revertir un 2 a 0.
Desde entonces, España maniató a Italia. La Azzurra, superada física y mentalmente, solo miraba. No podía conectar pases, no soportaba a presión española. Cuando faltaban 15 minutos, Cesc Fábregas abandonó el campo de juego para darle ingreso a Fernando Torres.
El partido era, hace por lo menos 30 minutos, un trámite. Italia no era oposición en absoluto y España, sabiéndose ganadora, simplemente se entretenía. En ese contexto, la defensa de Italia se equivocó, Xavi se la pasó en profundidad Torres y el Niño abrió su pie derecho para esquinar la pelota y superar a Buffon, para estampar el tercero. Fernando Torres volvía a convertir en una final de la Eurocopa. España ganaba 3 a 0 e Italia ya estaba sentenciada. La Eurocopa tenía dueño.
Juan Mata sustituyó a Andrés Iniesta, que dejó la cancha bajo aplausos al 86′. El tiempo corría y la Roja no aflojaba. Con paciencia de construcción e instinto asesino sobre el dominio del tempo, España liquidó toda esperanza italiana. A pase de Torres, Mata lo mataba; Mata marcaba. España 4; Italia 0. No había nada más que hacer ni que decir. España lo había dicho y hecho todo con un fútbol de alto vuelo.
Italia, víctima de la mayor goleada en una final de la Eurocopa, presenció cómo un verdadero equipazo se coronó campeón. La firma de una triple corona inolvidable fue de España, que dejó una huella imborrable en la historia del fútbol. Campeona de Europa en 2008 y del mundo en 2010, los españoles volvían a alzar su bandera en lo más alto del fútbol mundial. Íker Casillas levantó otro trofeo con su selección y la Roja continuó siendo el foco del planeta fútbol: lo mejor de lo mejor.
Reconocimientos
En la tabla de goleadores, hubo empate entre 6 jugadores, pero la Bota de Oro quedó en manos de Fernando Torres. “El Niño” convirtió 3 goles en menos tiempo que cualquier otro en el torneo: 189 minutos. Alan Dzagoev, mediocampista ruso de CSKA Moskva, quedó segundo. El croata Mario Mandžukić quedó en tercer puesto, aunque hay que decir que se le otorgó el tercer tanto de su equipo contra Irlanda. La pelota entró a la red después de rebotar en la espalda de Given -el arquero irlandés-, luego de que la pelota diese en el palo tras el cabezazo de Mandžukić. Él venía de jugar su segunda temporada en Wolfsburg y sería transferido a Bayern München luego del torneo. Precisamente ahí jugaba el alemán Mario Gomez, que quedó cuarto en la tabla de goleo.
También con 3 goles, el italiano Mario Balotelli quedó en quinta posición. Cristiano Ronaldo, portugués de Real Madrid, se ubicó sexto.
El mejor jugador del torneo elegido por el Equipo Técnico de la UEFA fue Andrés Iniesta. El jugador de FC Barcelona fue un hombre clave en la obtención de la Euro 2012 para España, con el aporte de una asistencia. El propio mediocampista sería reconocido como el Mejor Jugador de la UEFA en Europa de la temporada 2011/12.
El equipo ideal de la Eurocopa, también armado por el Equipo Técnico de la UEFA, se compuso de la siguiente forma: Íker Casillas en el arco; el portugués Fábio Coentrão, también de Real Madrid, integró la defensa junto a Pepe, su compañero en club y selección. Los españoles Sergio Ramos y Jordi Alba -que sería transferido a Barcelona- terminan de formar la defensa. En el mediocampo, el alemán Sami Khedira, de Real Madrid; los españoles Andrés Iniesta y Xavi Hernández; y el italiano Andrea Pirlo. En la delantera, el subcampeón Mario Balotelli y Cristiano Ronaldo.
Otros datos
En 31 partidos de la Euro 2012, se anotaron 76 goles, uno menos que en la edición anterior. El promedio de gol por partido fue de 2,29. El resultado más común fue el empate 1 a 1 y se dio en 5 partidos.
El equipo más goleador fue España, autor de 12 goles. Además, la Roja enfiló 6 partidos sin derrotas, récord de esta edición. Irlanda fue la otra cara de la moneda. Solo convirtieron un gol en todo el torneo y recibieron 9. Hicieron menos goles que cualquiera, recibieron más que cualquiera. Italia, la subcampeona, acabó con el récord de empates (3) y el de tarjetas amarillas (16).
David Silva convirtió 2 goles y dio 3 asistencias. Fue por ello el jugador que tuvo participación directa en más goles que cualquier otro.
Entre los datos curiosos, hay que destacar que, en octubre de 2008, estuvo en riesgo la organización del torneo. El gobierno polaco suspendió las actividades de su federación de fútbol y puso a un interino por las dificultades de cara al acondicionamiento de las sedes. Un episodio que recuerda a lo sucedido en Brasil a fines del 2023. La UEFA avisó a la Asociación Polaca de Fútbol que podría recibir una suspensión de su membresía a la FIFA y con ello el derecho a organizar la Eurocopa.
Fue la primera vez en que el torneo se jugó en dos países con husos horarios diferentes. Mientras Polonia estaba bajo la hora GMT+1, Ucrania lo hacía con la GMT+2.
La roja que recibió Szczesny en el partido inaugural fue la única que se sancionó en toda la Eurocopa.
Rusia festejó ante República Checa ese mismo día, al ganar 4 a 1. Sin embargo, el Comité de Control y Disciplina sancionó con una multa de 30 mil euros a la Federación de Fútbol de Rusia por “comportamiento y cánticos racistas” de sus hinchas en ese partido. Esta misma sanción le calzó a la Real Federación Española de Fútbol, por el comportamiento de sus aficionados en el primer partido del grupo C entre España e Italia.
Un día después, el defensor Jetro Willems hizo historia. Con 18 años y 71 días, el neerlandés se convirtió en el jugador más joven en disputar una fase final de la Euro. A pesar de su presencia como titular, Países Bajos cayó 1-0 ante Dinamarca en el arranque del grupo B. Países Bajos, subcampeón mundial del 2010, no levantó cabeza y se fue sorpresivamente eliminada en la fase de grupos. Sin puntos tras las tres fechas, los neerlandeses se marcharon por primera vez sin ni una unidad de un torneo grande.
Algo llamativo fue que el partido entre Ucrania y Francia tuvo que ser detenido por una fuerte lluvia tras solo cuatro minutos de juego. Tras 58 minutos de espera, el encuentro por la segunda fecha del grupo D se reanudó.
Alemania, con 4 victorias y una derrota, fue la selección de mayor eficacia en el torneo: 80%. Sin embargo, el campeón fue España, que no la tuvo fácil.
En la definición del grupo C, Casillas protagonizó un momento decisivo. Atajó el cabezazo de Rakitić que podría haber eliminado a los campeones del mundo. Finalmente, la Roja se impuso, clasificó a cuartos y “San Íker” consolidó su lugar en el corazón de los españoles.
En este sentido, España culminó el campeonato con un datazo: desde su caída en Alemania 2006, no sufrió ni un solo gol en los diez partidos de rondas de eliminación directa que jugó.
Del Bosque describió la final de la Eurocopa 2012 como el mejor partido de su ciclo, por la calidad del juego y la ejecución de su estrategia. Con esta consagración, se convirtió en el primer técnico en ganar la Champions League, la Copa del Mundo y la Eurocopa.
Xavi, asistidor en dos goles de la final de esta Euro, se convirtió en el primer jugador en aportar asistencias en dos finales de Eurocopa distintas. En 2008, había asistido a Fernando Torres en el único gol de la final. Asimismo, el Niño Torres se hizo el único jugador en hacer goles en dos finales de Eurocopa distintas.
En los festejos, Pepe Reina lució la camiseta de Miki Roqué. El arquero suplente le rindió homenaje al jugador de Real Betis que había fallecido apenas días atrás por un cáncer. Mientras tanto, Sergio Ramos y Jesús Navas, exjugadores de Sevilla, hicieron lo propio en recuerdo de Antonio Puerta. El futbolista había fallecido mientras jugaba para Sevilla en el año 2007.
Tras la caída en cuartos de final ante Italia, Inglaterra alargó su mala racha en la definición por penales. El triunfo ante España en los cuartos de la Eurocopa 1996 era la victoria más reciente en las tandas de penaltis.
Italia clasificó a la Copa Confederaciones en representación de la UEFA porque España ya tenía lugar en el certamen por ser campeona del mundo en 2010.
Fuentes
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