por Gustavo Aldacourrou, socio del CIHF
Entre las competencias oficiales, copas continentales y eliminatorias, el seleccionado argentino es de interés para cualquier público alrededor del planeta.
Viejos conocidos suelen ser rivales en plazas exóticas, pero los intereses económicos y búsqueda de mercado llevaron a que rivales de economías emergentes sientan el atractivo de la presencia de las figuras nacionales.
Este banderín, que acompaña, fue testigo del primer enfrentamiento a nivel de selecciones mayores entre los seleccionados de la Asociación del Fútbol Argentino y la Federación Bielorrusa de Fútbol.
Fundada en 1989, la BFF se afilia a la FIFA en 1992 y a la UEFA en 1993, en un contexto de cambios geopolíticos en la región, donde el fútbol acercó a las filas del seleccionado a varios jugadores que lo venían haciendo para el representativo de la ex URSS.
Inaugurado el 12 de junio de 1934 y sede de los juegos Olímpicos de 1980, el estadio Dinamo albergó el 20 de agosto de 2008 a más de 20.000 espectadores que podían disfrutar de la presencia de figuras que estaban en un máximo nivel como Carlos Tevez (Manchester United – Inglaterra), Esteban Cambiasso y Javier Zanetti, ambos en Internazionale de Italia, y Aleksandr Hleb, compañero de Messi en Barcelona. Pero también con algunas ausencias rutilantes como Lionel Messi, Javier Mascherano, Sergio Agüero y Juan Roman Riquelme que se encontraban disputando los Juegos Olímpicos de Pekin.
Las alineaciones fueron:
Bielorrusia: Yuri Zhevnov – Vladimir Kortiko, Egor Filipenko, Dmitriy Lentsevich, Sergei Omelyanchuk – Antón Puzila, Aleksandr Kulchiy, Oleg Atrakhanovich (Dmby Bolosh) – Aleksandr Hleb, Vitaly Bulyha (Gleb Vyachestav), Vitaly Kutuzov. DT: Bern Stange.
Argentina: Juan Pablo Carrizo – Javier Zanetti, Fabricio Coloccini, Nicolás Burdisso, Gabriel Heinze – Luis González, Pablo Ledesma (Mariano González), Esteban Cambiasso, Jonás Gutiérrez – Carlos Tévez (Lisandro López), Germán Denis (Fernando Cavenaghi). DT. Alfio Basile.
Árbitro: Atanislav Sukhina (Rusia).
El partido culminó, según las unánimes crónicas, en un aburrido 0 a 0 que no sirvió de mucho para el entrenador Alfio Basile, pero sí para dar puntapié inicial a un nuevo registro en los rivales de la selección mayor de AFA.