Independiente Athletic Club, una usina para el fútbol grande en la década del X

por Sergio Karnincic, especial para el CIHF

El Independiente Athletic Club de la Ciudad de Campana fue fundado por un grupo de adolescentes el 1° de abril de 1905. Dos días antes de que en el barrio de la Boca surja uno de los más grandes del país, la casa de los hermanos Lozano fue la improvisada sala de reuniones donde estos chicos siguieron las insistentes recomendaciones del gran jugador y fundador de Estudiantes, Tristán González, quien veía que los ingleses eran, hasta ese momento, los dueños de la pelota en la ciudad.

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Hacia fines del siglo XIX, Campana era un pueblo en pleno crecimiento. La llegada del ferrocarril en 1876 y la apertura del puerto, habían activado de manera importante la llegada de pobladores –muchos de ellos inmigrantes– y la radicación de industrias. Entre las principales, el frigorífico de capitales británicos “The River Plate Fresh Meat Company” y los talleres del ferrocarril.

Dicen que el fútbol llegó a nuestro país en los barcos y se expandió en los trenes. Tal cual ocurrió en Campana, donde en 1888 obreros ferroviarios británicos fundaron el Buenos Aires y Rosario Railway Athletic Club, que compitió en los primeros torneos organizados por la Argentine Association Football League (1891 y 1893). A principios del nuevo siglo, personal del frigorífico y del ferrocarril, se organizaron bajo el nombre de Campana Football Club, para competir con los marinos de los barcos que atracaban en el puerto y con clubes de la asociación que visitaban el pueblo.

Entre los clubes que iban regularmente a Campana podemos mencionar al Club Atlético Estudiantes, uno de cuyos fundadores era Tristán González (1/9/1882 – 14/9/1927), que se había criado en el pueblo, y que por lo tanto tenía muchos amigos allí. Tristán recibía a diario las quejas de los muchachos, por la poca o nula cabida que les daban los ingleses en su club, por lo que los aconsejaba e instruía para que no sigan dependiendo de ellos y funden sus propias instituciones. Siendo ya un reconocido insider del equipo blanquinegro en 1905, sus amigos de la infancia le dieron una gran alegría.

120 años atrás

El 1° de abril de 1905 aquel grupo de pibes que pateaban en un campito al que llamaban “La manzana de los eucaliptus”, en la calle Berutti al doscientos y pico, casa de Norberto y Guillermo Lozano, por inspiración de Tristán González, fundaron el Independiente Athletic Club, el primer club criollo de la ciudad.

Muchos fueron los triunfos que vivió el club a lo largo de su historia, y numerosos los grandes jugadores que vistieron la camiseta blanquinegra, para luego proyectarse al fútbol porteño, y hasta jugar en la Selección Argentina. Aunque el club abandonó la práctica del fútbol hace muchos años, se mantiene firme, conservando sus trofeos y reliquias en su sede de Avenida Mitre. La historia de la ciudad pasó por sus campos de juego, por sus salones, por sus canchas de bochas y de pelota-paleta, por sus dirigentes y jugadores, por su gente.

El 6 de septiembre de 2018 el Independiente Athletic Club consiguió otro hito en su larga y rica historia. El Honorable Concejo Deliberante de la Ciudad de Campana lo declaró Patrimonio Histórico Municipal, importante reconocimiento para la vieja institución. “El Clucito del Ocalito”, como lo llamaban los pibes, cumple 120 años. Veamos aquí algunas de las glorias que llevaron con orgullo la casaca que Tristán González les legó, y que luego pasaron al fútbol grande.

La paradoja

En 1904, empleados del frigorífico inglés encabezados por William Callan fundaron el Reformer Athletic Club, como una continuidad mucho más formal del Campana Football Club. Al año siguiente, el Reformer Athletic Club consiguió su afiliación a la Argentine Football Association. Por una cuestión meramente política la incorporación del equipo del frigorífico inglés se produjo en la primera división de la asociación, por lo que los “Freezers” – como los llamaba el diario The Standard – se vieron frente a frente con los grandes del fútbol nacional, como Alumni, Estudiantes, Belgrano, Quilmes, etc.

Después de sufrir abultadas goleadas, lograron competir de igual a igual durante un par de temporadas, hasta que muchos de sus jugadores -la mayoría de origen británico- se marcharon de Campana por cuestiones de trabajo, o abandonaron la actividad deportiva. Fue entonces cuando las autoridades del club tuvieron que solicitarle futbolistas a sus pares de Independiente para poder seguir compitiendo. Y aquí la paradoja. Los ingleses que en años anteriores no les habían permitido a los criollos integrarse con ellos, ahora estaban en una situación límite, en la cual no les quedaba otra que solicitarlos e incorporarlos. Las formaciones del conjunto inglés comenzaron a poblarse de nombres y apellidos criollos.

Feliciano León, Guillermo Lozano, Pablo Llanos, Juan José San Martín, José Manuel Querejeta, Ceferino Chévez, León Rafael Viola, Pedro Mermoz, José Iturregui, A. Bello, Santiago Acha y Antonio Narciso Gismundi pasaron del I.A.C al Reformer entre 1908 y 1910. Los que más participaron mientras el club estuvo en la división superior fueron Chévez (31 partidos, 7 goles) y Gismundi (19 partidos, 4 goles). Estos mismos jugadores fueron los goleadores del equipo en 1910, cuando jugó en Segunda, con 13 y 11 tantos respectivamente (no tenemos la cantidad de partidos).

En el año 1911 Reformer se desafilió y ya no volvió a participar en torneo alguno, sin embargo, como veremos, el vínculo del fútbol campanense con el de la Capital se mantuvo, y en algunos años se fortaleció.

En 1912, el back Brunel Hubert Mallet (24/11/1891 – 21/8/1983), que había comenzado en Reformer pero luego jugó en I.A.C, fue el primer jugador de Campana que llegó a Atlanta y al fútbol porteño. Allí participó de 16 partidos y convirtió 4 goles entre 1912 y 1913. Luego pasó al Belgrano Athletic Club (29 partidos entre 1914 y 1916).

Al año siguiente Narciso Gismundi (29/10/1889 – 7/9/1959), sin llegar a jugar en equipo alguno de la Capital, fue convocado por la disidente Federación Argentina de Football para el encuentro entre el combinado Argentino y el Uruguayo a beneficio de la Flotilla Militar Argentina. Igualaron 3 a 3 en cancha de Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires y el campanense marcó dos goles, convirtiéndose en la figura de aquel juego.

Guillermo Pedro Gallardo (29/4/1894 – 6/5/1980) trabajaba en el frigorífico inglés como bajador de cueros. Jugaba de centre forward en Independiente y en 1914 fue citado para defender los colores argentinos en los dos encuentros por el “Gran Premio de Honor Uruguayo”. Después de caer 3 a 2 en Montevideo, el equipo nacional ganó 2 a 1 en Buenos Aires, con un tanto de “Perico”. Pero pasaron dos años más hasta que el goleador llegó al fútbol porteño. Jugó en Atlanta 31 partidos, anotando 16 goles (1916-18); luego lo hizo en Gimnasia y Esgrima La Plata, 26 partidos y 14 goles (1919-20). En 1915, 1920, y entre 1924 y 1928 jugó en el Club Nacional de Rosario (actual C. A. Argentino).

Atlanta y el fútbol campanense

La Liga Campanense de Fútbol se fundó el 20 de marzo de 1912, siendo sus clubes decanos Independiente A. C; Campana Athletic Club; C. A. Campana Orilla; C. A. Sol de Mayo; C. A. Nacional y Red and Black. En las primeras cuatro temporadas, el campeón fue Independiente (1912-1915); en 1916 y 1917 lo desbancó Campana Orilla; pero recuperó el cetro en 1918.

En 1915, el Club Atlético Atlanta viajó desde Capital a jugar un partido amistoso a Campana, que fue caída 4 a 0 (Raffín y Gallardo -x 3-) ante el equipo albinegro. Aquel año el conjunto Bohemio estaba complicado para mantener la categoría y sus dirigentes, que habían quedado sorprendidos por algunos de los muchachos de Independiente, decidieron invitar a jugar a algunos de ellos. Así llegaron al equipo bohemio Alberto Raffín, al que llamaban “Pata de fierro”, por la potencia de su remate. Jugó en Atlanta 13 partidos y marcó 3 goles (1915-16); Carlos Emilio Votta, 20 partidos y 3 goles (1915-16); y Ceferino Chévez, 13 partidos y 3 goles en las mismas dos temporadas. Finalmente Atlanta consiguió zafar del descenso, al quedar por delante de Kimberley, Defensores de Belgrano, Comercio y Floresta.

En 1916 llegaron el half Antonio Francisco Carlos Denessini, 38 partidos (1916-17); Enrique Ambrosio Chapuis, 13 partidos (1916); Héctor Reynaldo De Col, 3 partidos (1916); y César Marcelino Césari, wing izquierdo que permaneció varias temporadas en Atlanta hasta completar 124 partidos y 31 goles entre 1916 y 1921. Luego jugó en Boca Juniors (12, 1 gol en 1922) y en la Selección Argentina que participó del Campeonato Sudamericano de Brasil.

Ahora el complicado es San Lorenzo

En 1918, el que venía muy complicado y estaba a punto de descender era San Lorenzo de Almagro. A tal punto que a falta de cinco fechas para finalizar el torneo, las esperanzas de permanecer en la máxima categoría eran mínimas. Fue entonces que los dirigentes de Atlanta les recomendaron a sus pares de San Lorenzo, recurrir a los jugadores de Campana que tan bien habían actuado para aquellos unos años atrás. Como tirando un manotazo de ahogado, fueron hasta Campana y lograron traer a Raffín (15 partidos y 5 goles en 1918-19); Votta (39 partidos y 17 goles en 1918-22) y Adriano Etchaluz (2 partidos y 1 gol en 1918), que fueron claves en esos cinco juegos finales: San Lorenzo venció a Defensores de Belgrano 2 a 0; a Porteño 4 a 1 (Raffín y Votta); empató con Estudiantil Porteño 1 a 1; derrotó a Sportivo Barracas 1 a 0 (Votta); y a Estudiantes de La Plata 4 a 0 (Votta, Raffín y Etchaluz), para finalmente conservar la categoría.

Al año siguiente, los dirigentes del club de Boedo redoblaron la apuesta y trajeron más jugadores de Independiente de Campana para sus filas. Fue así que llegaron Arturo Castilla (20 partidos en 1919-20); Andrés Bartolomé Castagno (8 partidos en 1919); Fridulfo Nordahl (15 partidos, 8 goles en 1919-20); Alberto Llanos (1 partido en 1919); y uno de los mejores backs de la época y tal vez de la historia de San Lorenzo de Almagro, el gran Pedro Reynaldo Omar (8/10/1898 – 16/7/1974). Después de jugar 7 partidos en Atlanta en 1918, llegó al equipo “Santo”, donde pudo jugar 253 partidos y anotar 6 goles (1919-24 y 1926-30), logrando además 4 títulos. También jugó varios partidos para la Selección Argentina.

En aquella segunda década del siglo XX llegó a Boca Juniors -después de pasar también por Atlanta- otro futbolista surgido de la Liga Campanense, pero no del Independiente Athletic Club, sino del Club Atlético Campana Orilla: Mario “Linacho” Busso (27/6/1897 – 20/12/1985). Importántisimo centre half que ganó muchos títulos en el Xeneise, participó de la gira por Europa de 1925, y además, jugó en el Combinado Argentino.

En la década del ’20 tendremos más jugadores del IAC y de Campana en general, jugando en el fútbol porteño, pero eso quedará para otra nota.

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