El día que Deportivo La Coruña disputó un torneo oficial uruguayo

por Luis Prats, socio del CIHF

En 1954 Uruguay era campeón del mundo, pero sus dirigentes pensaban en contratar clubes extranjeros para animar sus competencias locales. Pudo ser el Atalanta italiano, también el campeón húngaro, pero el que finalmente el que jugó cuatro partidos oficiales en canchas montevideanas fue el Deportivo La Coruña.

Hace siete décadas, la actividad interna en la Asociación Uruguaya de Fútbol giraba como hoy alrededor del Campeonato Uruguayo, el tradicional torneo de liga, pero la temporada se extendía con un certamen previo, por lo general llamado Competencia, y se cerraba con otro, denominado Cuadrangular, entre los cuatro mejores del Uruguayo. Justo en aquel 1954 un seleccionado celeste de menores de 19 años había conquistado en Caracas el primer Sudamericano Juvenil. Y el Competencia se llamó ese año “Campeones Sudamericanos Juveniles” en homenaje a aquellos pibes pioneros, aunque algunos medios lo denominaron “Torneo Especial”.

La temporada se abrió recién el 1° de mayo, pese al feriado por el Día de los Trabajadores. Los equipos no podían contar con los jugadores llamados al seleccionado para disputar el Mundial, por lo que para mejorar las taquillas alguien lanzó la idea de invitar a clubes europeos, en especial tratando de atraer a las colectividades italiana y española. Atalanta no aceptó, pero sí La Coruña, que estaba de gira por este continente, como lo recuerda Ricardo Gorosito en otro trabajo para el CIHF. Y de esa forma se llegó a la situación única en el fútbol uruguayo (y rara en el resto del mundo) de un equipo extranjero participando en un certamen oficial.

El formato del “Campeones Sudamericanos Juveniles” fue bastante peculiar, seguramente originado en la duración de la estadía del club visitante. En mayo arrancaron los equipos criollos divididos en dos series (Peñarol, River Plate, Cerro, Wanderers y Liverpool en la “A” y Nacional, Rampla Juniors, Danubio, Defensor y Miramar en la “B”). Los mejores se clasificaban a una ronda final llamada “Internacional” junto al Deportivo, que se incorporaría después.

El invento tuvo poca suerte. Los hinchas estaban pensando más en el Mundial de Suiza, aunque por supuesto no había emisiones de televisión. El mal tiempo hizo que se suspendieran varios partidos e incluso La Coruña tuvo que postergar su primera presentación casi dos semanas. Al final debutó el 4 de julio, el mismo día que en Suiza Alemania y Hungría jugaban la final de la Copa Rimet. Y perdió 2-1 contra Nacional, que puso un equipo integrado en buena parte por juveniles, ante unos 25.000 espectadores.

El equipo español se mostró según El País “maniobrero y lucido en el medio juego pero ineficaz en el asedio a las últimas posiciones y en el puntillazo final”. Esa descripción se ajustó a lo hecho por La Coruña en todos sus partidos.

Una semana después, el Deportivo estuvo a punto de vencer a Peñarol, pero el aurinegro rescató un punto sobre el final, con un gol de penal del campeón mundial de 1950 Juan Carlos González. Luego, los gallegos visitaron la cancha de Liverpool en Belvedere para empatar con Rampla y se despidieron perdiendo ante River por 2 a 1 en el Estadio Centenario.

Ya el interés por el invitado europeo había menguado mucho. El día de su último partido toda la atracción se la llevó el clásico, que registró el único estadio lleno de todo el torneo. Peñarol ganó 3 a 2, pero todavía no alcanzó el título (aunque un diario ya lo dio campeón) porque le faltaba enfrentar a River y Cerro. La claridad del reglamento tampoco parece haber sido el fuerte del campeonato.

La fama adquirida por el fútbol húngaro, pese a perder el Mundial en la final, motivó a los dirigentes uruguayos a invitar al campeón y al vice de aquel país para repetir la experiencia de La Coruña, quizás en el Torneo Cuadrangular, pero no hubo acuerdo

¿Y qué pasó con el Deportivo? De Montevideo viajó a Buenos Aires, donde empató con San Lorenzo 2 a 2, como bien anota Gorosito. Y ya de regreso a España, perdió 4 a 1 con Flamengo y 3-0 con Fluminense en Río de Janeiro.

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