El Fútbol También se Charla | Luis Piccoli

“Soy categoría ’72. Hice toda completa las inferiores en Ferro y llegué a jugar un tiempo en Primera división. También jugué el Sudamericano sub 17 en Ecuador y el Mundial sub 19 en Escocia”.

“Surgí de la Sociedad de Fomento Storni en Ituzaingó, y a los 12 o 13 años nos llevaron a todos a probarnos a Ferro. Éramos 8 chicos y quedamos 4. Llegué a primera cuando estaba Carlos Griguol, pero el equipo ya estaba muy aceitado”.

“Siempre dije que fui un bendecido por haber estado en la escuela de Bilardo en los juveniles y de Griguol en Ferro. Aprendí muchas cosas de la vida también”.

“Entrenando con la Selección juvenil, hacíamos de sparring de la mayor y me tocó marcar a Maradona y Caniggia. La verdad era imposible seguirlos”.

“Estamos en contacto todos aquellos chicos de la juvenil gracias a la tecnología. Me tocó compartir grupo con Abbondanzieri, Medero, Leo Díaz, el turco Asad y Pablo Lavallén entre los más famosos”.

“Es muy difícil llegar a Primera, porque salvo algunos clubes, todos postergan a los juveniles con permanentes contrataciones, especialmente los equipos grandes”.

“Yo era suplente de Garré en Ferro, y reclamaba jugar, hasta que tuve un entredicho con Griguol delante del grupo y ese fue un error mío. A fin de temporada quedé libre”.

“Después fui a Vélez, pero cuando llegó Bianchi no me tuvo en cuenta y seguí mi carrera en el Nacional B. Pasé por Ituzaingó, Sp. Italiano, con el que terminamos sextos”.

“En Mar del Plata jugué primero en Alvarado, pero al segundo mes ya no nos pagaban y me fui. Me volví a Bs. As. y a los tres meses me contrató Aldosivi. Fue bravo porque la barra de Alvarado nos vino a buscar, incluso amenazaron a mi mamá. En la clasificación para el Nacional le ganamos los dos partidos”.

“A la temporada siguiente me fui a Venezuela y jugué en Nueva Cádiz y Deportivo Táchira con quien me tocó enfrentar a River en el Monumental por la Copa Libertadores”.

“Ya de regreso a la Argentina, con 30 años, jugué un año otra vez en Ituzaingó. Llegamos a la final por el ascenso con Deportivo Merlo y perdimos por penales en la cancha de San Miguel”.

“La mayoría de los jugadores de antes terminamos con lesiones en las rodillas o la cadera. Influía la mala alimentación o mismo el cigarrillo. Hoy los chicos son más profesionales en cuanto al apoyo y los sistemas de entrenamiento”.

“Acá en Entre Ríos soy entrenador. Juego con línea de 3, 5 volantes, un enganche y 2 delanteros. Todo es muy amateur, y los campos de juego están como en otras épocas, con barro y sin pasto”.

“Acá en Villa Domínguez, donde me radiqué, soy bombero voluntario. Armamos un cuartel porque en el pueblo no había”.

“La mayoría de los goles que convertí, siendo siempre defensor, fueron de cabeza. Era bueno de arriba. Con Roberto Ayala en dupla en inferiores de Ferro hicimos muchos goles así”.

La entrevista completa

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