Concluye con esta entrega el repaso acerca de los clubes con una sola temporada en Primera División, fruto de haber logrado el ascenso, y descendido al año siguiente. Veremos hoy los casos de tres entidades del interior del país, cada una de ellas con sus características propias, pero confluyentes en la brevedad de su paso por la principal categoría.
Por Raúl Ramírez, socio del CIHF
HURACÁN DE TRES ARROYOS. 2004/05.
Debut en Primera División: 15/08/2004: Estudiantes de La Plata (V) 1-1 (ST 36′ Galván)
Último Partido: 03/07/2005 (V) River Plate 0-1.
Quizás el más auténtico exponente del fútbol de “tierra adentro” que alcanzó la máxima categoría, este histórico representante del fútbol de una ciudad mediana del interior bonaerense, tuvo un breve período en el que emergió del ámbito tresarroyense, y en rápida ascensión subió todos los peldaños que lo llevaron a codearse con los más grandes. Pero el sueño duró poco, y tan rápido como surgió, desandó sus pasos para retornar al fútbol chacarero. La aventura dejó huellas, algunas dolorosas, pero seguramente valió la pena.
Fundado el 3 de enero de 1923, el club de “los Peludos”, tal su apelativo, ha sido elemento dominante en la liga de su ciudad y zona de influencia a través de su historia. El gran salto empezó a insinuarse cuando saltó del Argentino B al Argentino A en 1998/99. Luego, tras dos años en la nueva categoría, en 2000/01 ascendió al entonces Torneo B Nacional, a encontrare con los grandes del ascenso. En el camino vistió su camiseta un jóvenes de gran futuro: el futuro mundialista Rodrigo Palacio.
Para el Globo su trayectoria ascendente demoraría solamente dos temporadas en lograr el premio mayor. Ya en su primer año en la categoría clasificó para jugar la promoción, donde no pudo con Lanús. El siguiente intento fue exitoso: el equipo era conducido desde la campaña anterior por Eduardo “Chavo” Anzarda, de gran experiencia en el ascenso y traía una base que lo acompañaba desde la Liga.
Su jugador más importante, ídolo del equipo era el goleador Claudio “Novillo” García, un genuino producto del fútbol provinciano, nativo de Necochea y sin paso previo por clubes profesionales. Entre sus compañeros, una mixtura de elementos de origen similar a García y otros con modestos antecedentes en el fútbol grande. Huracán no ganó ninguno de los dos torneos de los que se compuso la temporada, pero fue el de mejor puntaje en la tabla general, por lo que obtuvo el derecho a jugar contra el perdedor de la final por el campeonato, que resultó Almagro.
Vencido por penales (tras vencerse mutuamente por 2-0 cada cual ejerciendo su localía), le quedó una última chance, en la Promoción ante un equipo de Primera, Atlético de Rafaela. Y la tercera fue la vencida para el globo de Tres Arroyos. Que se impuso 2-1 en la ida y remató la faena en dramático partido en la revancha, en el estadio de su rival. Galván puso en ventaja a Huracán, pero Rafaela lo dio vuelta con tantos de Gandín y Villa. En el complemento el hombre del partido resultó Jorge Izquierdo, otro histórico de Huracán, que con dos tiros libres servidos con potencia y precisión revirtió el resultado y aseguró un ascenso impensable un lustro antes. Tanto en esas finales como en las del año anterior ante Lanús, Huracán dio la ventaja de no poder jugar, no solo en su estadio, sino ni siquiera en su ciudad. Contra el granate fue local en Platense. Ahora ejerció localía en el mundialista “José María Minella” de Mar del Plata, donde también jugaría la mayor parte de su temporada en Primera.
En la jornada consagratoria el equipo de Anzarda presentó a Nilton Pardal, Leonardo Estévez, Daniel Gómez, Javier Malagueño, Néstor Di Croce, Maximiliano Natalicchio, Iván Dragojevich, Cristian Galván, Jorge Izquierdo, Ezequiel Miralles y Claudio García. También integraban ese plantel, entre otros, Néstor Lo Tártaro, Gustavo Guevara, Gabriel González, Marcos Dragojevich, Leonardo Gómez y Angel Aguirre. Como dato curioso, los dos arqueros volvían ya veteranos a la categoría que apenas habían integrado mucho antes. Pardal tenía 2 partidos en Argentinos Jrs. 13 años atrás y Lo Tártaro uno en Platense en 1989.
Las exigencias ahora eran enormes, y la entidad de Tres Arroyos buscó reforzarse, manteniendo el plantel y sumando a varios jugadores, de los cuales el más exitoso sería Jeremías Caggiano, joven goleador de Independiente. También llegaron Martín Zapata de Unión de Santa Fe, Silvio Molina de Defensores de Belgrano, Paolo Frangipane del Lobo jujeño y Pablo Arce de San Martín de Mendoza. Pablo Lavallén fue repatriado desde México y como tercer arquero se sumó el juvenil de Boca Juniors Silvio Dulcich.
Desde el vamos las diferencias se notaron, y a pesar de los esfuerzos de todos, nunca dio la impresión de poder salvar la categoría. Si la primera rueda fue trabajosa, hubo al menos dos victorias, logradas ante Olimpo (2-1) y Argentinos Juniors (3-1) y algunos buenos desempeños, como el cumplido en la Bombonera ante Boca Juniors que le ganó 2-1, tras ser muy complicado por su rival de tierra adentro.
Anzarda renunció tras caer ante Colón en Mar del Plata por la fecha 15. Tras un interinato de una fecha de Fabio Sánchez llegó Pablo Morant. Con Sánchez en el banco llegó el triunfo ante Argentinos, que fue el último de la temporada. Morant buscó promoviendo jóvenes y reforzándose en el receso con tres repatriados: el “Pipa” Gancedo desde España, el delantero ex Racing Martín Mandra del fútbol peruano y Julio Rentería, volante ex Instituto que vino de jugar en Colombia. También llegó Gabriel Imhoff, lateral de Colón de Santa Fe. Pero lo que no llegaron fueron los triunfos; en 19 partidos sumó el Globo tresarroyense sólo 5 empates y 14 derrotas, quedando último con el peor puntaje histórico para un torneo corto desde que la modalidad de Apertura y Clausura se aplicó.
Fue Caggiano el casi exclusivo argumento goleador con 8 de los 12 goles convertidos en el Clausura, mientras Gancedo hacía uno y los 3 restantes eran de un juvenil ascendido para atormentar relatores que debían decir su nombre: Jonathan Vannieuwenhoven. La despedida fue con una digna derrota en el Monumental 0-1, tras hacer sufrir a un River que debía ganar para entrar en Copa Libertadores. En general las goleadas adversas fueron pocas, y el público de Tres Arroyos tuvo el módico consuelo de ver en la segunda rueda varios partidos, incluyendo un empate sin goles ante Racing Club, en el remodelado Estadio Roberto Bottino, su casa.
Historia repetida, el esfuerzo económico desmedido para sus posibilidades y administraciones no del todo juiciosas hicieron que rápidamente Huracán bajara los escalones subidos y pocos años después ya se encontrara donde hoy; luchando a nivel regional, sin abandonar los sueños que alguna vez fueron realidad.
TIRO FEDERAL ARGENTINO. 2005/06
Debut en Primera División: 07/08/2005 River Plate (V) 0-2
Primer gol: 13/08/2005 vs. Newell’s Old Boys (V) 1-2 (ST 43′ Iuvalé).
Último partido: 14/05/2006 Gimnasia y Esgrima (Jujuy) (V) 1-2 (ST 27′ Sáez).
Infrecuente trayectoria la de la entidad rosarina, fundada en 1905, que se sumó al fútbol de A.F.A. en los años ’40, siguiendo la estela de Newell’s y Rosario Central, pero que osciló con dificultades entre el segundo y tercer nivel del ascenso, hasta que en 1962 se despidió, ahogada por una política prohijada por los clubes grandes, que pretendían devolver a los clubes rosarinos a su liga, y que se exteriorizó obligándolos a pagar los gastos de traslado de los visitantes. Tiro no esperó siquiera que terminara la temporada, y desertó con varias fechas por jugar.
Vino luego el largo y silencioso ostracismo sin figurar en forma destacada en la Rosarina. El club parecía a punto de extinguirse cuando se cruzó en su camino el empresario Daniel Dávola, que decidió invertir en la recuperación del club del barrio Ludueña. Desde mediados de los años ’90, con la inyección de recursos recibidos, Tiro Federal empezó a repechar la cuesta.
En 1999 ascendió al Argentino A, certamen en el que jugó cuatro temporadas, hasta consagrarse campeón venciendo a Racing de Córdoba en la final, con la dirección técnica de Daniel Teglia. Así llegó a las puertas del fútbol grande, reencontrándose con la principal categoría de ascenso, en la que había jugado por última vez, en su “otra vida”, en 1953.
La primera temporada fue sólo discreta, pero en la segunda se produciría la hazaña: con la conducción de José María Bianco, Tiro Federal ganó el Apertura con 2 puntos de ventaja sobre Huracán, y aseguró su presencia en la final por el ascenso, en la que su rival fue Gimnasia y Esgrima de Jujuy (vencedor del Clausura).
En la ida los rosarinos ganaron 1-0 con gol de Javier Yacuzzi, y en la revancha en el Norte parecía encaminarse a una derrota por el mismo marcador, hasta que Raúl Gordillo a cinco minutos del final estampó el empate y con él, aseguró el ascenso como Campeón de la temporada.
La noche inolvidable el once inicial alistó a Pablo del Vecchio, Germán Noce, Víctor Molina, Miguel Abrigo, Javier Yacuzzi, Diego Romano, Damián Teres, Silvio Iuvalé, Raúl Gordillo, Javier García y Matías Saad. Ingresaron Pablo Vaccaría, Diego Bono y Martín Valli. Otros integrantes de ese equipo eran Rubén Ramírez, goleador del Apertura, Guillermo Larrosa, Pablo Bezombe, el arquero brasileño Silbonei Ferreira, Facundo Gareca, Raúl Osella, Ezequiel Luna, Franco Dopazo, Jorge Rodríguez, entre otros.
Las pretensiones pronto chocarían contra los límites y debilidades del proyecto: Rosario es una ciudad partida en dos en materia de fútbol, sin lugar para un tercero. Sin hinchas genuinos, pese al esforzado marketing orientado a convertir a Tiro en el “Tigre de Ludueña”, logo incluido, la convocatoria fue escasa.
Una atinada conducción de los recursos hubiera, sin embargo, ayudado. Pero Dávola pagaría precio a su inexperiencia en el fútbol grande; el equipo se desmanteló y se armó uno nuevo íntegro de cara al Apertura 2005, incorporándose nada menos que 20 jugadores. De ellos destacarían el goleador Javier Cámpora, ex Rosario Central repatriado de Chile, el veterano arquero Jorge Vivaldo, el volante Luciano De Bruno, Daniel Tilger, Hernán Buján, con pasado en River y en Olimpo, el defensor Adrián Marcelo Romero, que volvió del fútbol uruguayo para encontrarse en el club con su casi homónimo, el delantero Adrián Roberto Romero, Gabriel Ruiz, Germán Basualdo y Rodolfo Aquino, entre los de más trayectoria. También hubo técnico nuevo, Jorge Castelli, el preparador físico del Boca del Toto Lorenzo en los ’70, devenido DT.
El equipo que debutó perdiendo ante River en el Monumental solo alineaba a dos de los campeones (Iuvalé y Abrigo). Los resultados fueron demoledoramente malos y las derrotas se encadenaron; Castelli aguantó hasta la séptima fecha y se despidió sin sumar ni un punto. En la octava jornada Jorge Raúl Solari, con otra derrota, ante Independiente esta vez. El primer punto recién se alcanzó en la novena fecha, 1-1 ante Olimpo. El primer éxito, sin embargo, fue sensacional: 4-0 nada menos que ante el vecino poderoso, Rosario Central, con 3 goles de Cámpora y otro de Aquino, de penal. Tiro difícilmente zafaría de descender, pero algunas jornadas inolvidables viviría.
Envalentonado, el equipo venció después en hilera a Lanús en el sur y a Instituto en Arroyo Seco, a 30 kilómetros de Rosario. Escenario este realmente insólito, ya que el equipo de Ludueña jugó 5 veces como local en el campo de Real Arroyo Seco, un club de muy buena instalaciones, inventado por un narco empresario que terminaría entre rejas.
Este fue el único partido que logró ganar ahí. Tras este éxito volvieron las derrotas y a la tercera consecutiva Solari dio el portazo. José Alberto Rossi lo sucedió interinamente, para terminar el Apertura compartiendo el último lugar con Instituto. Sumó 15 puntos y escasas ilusiones, pero generó algo realmente insólito para un colista: su delantero Javier Cámpora fue el goleador del Apertura con 13 goles, sobre un total de 22 de su equipo.
Otro intento de reforzarse derivó en 6 nuevas incorporaciones para el Clausura, ahora con la conducción del peruano Oscar del Solar. Goleado 0-5 por River Plate en el debut, quedó claro que no había lugar para milagros. Pero en la siguiente llegó otro triunfo para recordar, ante Newell´s Old Boys, el otro grande rosarino. Victorias como visitante en La Plata ante Estudiantes y en Córdoba ante Instituto engrosaron la lista de travesuras de Tiro Federal en su paso por primera. Que concluyó con el previsible descenso y el último lugar en promedios y puntos, no sin antes un nuevo cambió de técnico, que llevó a la dupla De la Riva – Abratti a esa responsabilidad… Cámpora morigeró su cuota goleadora en el Clausura, pero con 5 conquistas le alcanzó para ser el goleador del equipo. Fue también con 36 presencias en 38 cotejos, el que más partidos jugó en la temporada.
El camino recorrido después es el mismo de otros clubes que aquí hemos visto, sumergiéndose con mayor o menor velocidad en las profundidades de la escala de categorías de nuestro fútbol. En el caso de Tiro Federal ello implicó no sólo volver a su liga de origen, sino también jugar actualmente en la Copa Pinasco, que es la 1ra. B del fútbol rosarino. Claro que, en vista de sus antecedentes, no habría que descartar un nuevo renacer de Tiro Federal. No menos improbable parecía el que aquí relatamos.
CRUCERO DEL NORTE. 2015
Debut en Primera División: 14/02/2015 Tigre (L) 0-0
Primer gol: 21/02/2015 Velez Sarsfield (V) 1-2 (ST 37′ Martínez Ramos, tiro libre).
Último partido: 09/11/2015 Aldosivi (L) 0-2
Si bien el ferrocarril fue uno de los principales motores (junto con los colegios británicos) de la expansión del fútbol en la Argentina y por ello fueron muchos los clubes vinculados a esa modalidad de transporte, hubo que esperar bastante más de un siglo para que apareciera en la primera división del fútbol argentino un club vinculado al transporte automotor de pasajeros (Defensa y Justica no cuenta, ya que su relación con la empresa de ómnibus El Halcón fue solo de sponsoreo, aunque de ahí derivó el apodo por el que se lo conoce).
Con Crucero del Norte, la vinculación está clara: es la entidad mutual de los trabajadores de la empresa de ómnibus de larga distancia del mismo nombre, que une el territorio de la provincia de Misiones con destinos en todo el país. Fundada en 1989, la nueva entidad no solo se dedicó a prestaciones sociales propias del mutualismo, sino que también incursionó en el ámbito deportivo con singular éxito, pues desde que se inició en el fútbol en 2003 pasó poco más de una década hasta alcanzar la máxima categoría del fútbol argentino. Su cuartel general se instaló en Garupá, localidad muy cercana a Posadas, capital provincial y su estadio, inaugurado en 2005, aunque luego varias veces ampliado, lleva el nombre de “Andrés Guazurarí” nombre del combatiente y caudillo federal aliado de Artigas de sangre aborigen, general post mortem de los ejércitos de Argentina y Uruguay.
Hasta entonces la representación del fútbol misionero en los niveles jerárquicos del fútbol de A.F.A. había estado a cargo de Guaraní Antonio Franco y de Bartolomé Mitre, que jugaron en los viejos Nacionales y, en el caso del primero, también en la principal categoría de ascenso. En 2003 inició su actividad deportiva el equipo mutual, con fuerte apoyo de la empresa y resultados deportivos muy favorables; en su segundo año en la Liga Posadeña ya ganó su primer campeonato, en 2004/06 ganó su zona del Torneo del Interior ascendiendo al Argentino B, donde jugó hasta la temporada 2008/09, en la que ascendió tras vencer a Alvarado de Mar del Plata en una Promoción. Tres años en la categoría le bastaron para un nuevo ascenso, ahora a la B Nacional tras derrotar en Promoción a Guillermo Brown de Puerto Madryn. Y dos años y medio después, el día 30 de noviembre de 2014, tras derrotar a Patronato de Paraná alcanzó el ascenso a la máxima categoría. En esta ocasión, la marcha ascendente del club misionero tuvo la fortuna adicional de coincidir con una reestructuración dispuesta por A.F.A. que determinó el masivo ascenso a Primera División de diez equipos.
A ese fin, los 22 participantes de la B Nacional fueron repartidos en dos zonas de 11 participantes cada una, logrando el ascenso los 5 primeros de cada una. Crucero logró su objetivo con cierta holgura, ya que se clasificó segundo en la Zona B, 8 puntos detrás de Unión de Santa Fe y 4 por encima de Atlético Tucumán y Huracán, que igualaron el quinto lugar.
Fueron 20 cotejos en los que sumó 33 puntos, con 22 goles a favor y 13 en contra. El Director Técnico era Gabriel Schurrer, y en la jornada decisiva jugaron Gabriel Caffa, Daniel Pérez, Federico Rosso, Gabriel Tomassini, Nicolás Dematei, Diego Torres, Nicolás Olmedo, Dardo Romero, Gabriel Chironi, Tobías Figueroa y Gabriel Avalos desde el silbato inicial, ingresando luego Ariel Cólzera, Marcelo Lamas y Alejandro Nicolás Martínez Ramos. También integraban el equipo Lucas Caballero, Julio Barraza, Roberto Martínez Gamarra, Miguel Nieves Escobar, Gabriel Chironi, Claudio Fileppi, Dante Bareyro, Adrián Yagusieczko, Cristian Molina, Dante Bareiro, Juan Acosta Cabrera, José Dujaut, Diego Calgaro, Ernesto Álvarez y los arqueros Horacio Ramírez y Juan Mendonca.
Alcanzado el objetivo, se detuvo la marcha ascendente del club de Garupá. La exigencia de la nueva categoría iba a evidenciarse superior a sus fuerzas. El equipo conducido por Schurrer pretendió mantener la mayoría del plantel y reforzarse con las llegadas de algunos jugadores con experiencia en Primera, tal los casos de Fabián Montserrat de Independiente, Fabio Vázquez de Argentinos Juniors y el ex River Maximiliano Oliva, de pasado inmediato en Estudiantes de La Plata. A los paraguayos del plantel, Martínez Ramos, Avalos y Álvarez se sumó Gumersindo Mendieta de Rubio Ñu de Asunción, de Colombia llegó Mauricio Rivas y de Costa Rica el argentino Oscar Alegre. Del ascenso arribó Rodrigo Lechner, zaguero de Central Córdoba de Rosario y con el correr de las fechas serían promovidos elementos de inferiores como Pablo Stupiski, Gerónimo Oliva, Brian Domínguez y Guillermo Bachke.
Nada sería, sin embargo, suficiente. Si el comienzo fue dubitativo y hubo que esperar a la séptima fecha para la primera victoria (1-0 s Temperley, con gol de Fabio Vázquez), a medida que las jornadas pasaron y las frustraciones se sumaron, se hizo evidente que uno de los dos descensos saldría del Guazurarí. Schurrer dejó el equipo tras diez fechas, y lo sucedió Sebastián Rambert sin mejores resultados.
El golpe anímico decisivo fue aquel partido en el que goleaba en Garupá 3-0 a Huracán, pero en los últimos minutos 3 goles del Globo arrebataron una victoria que ya parecía asegurada. A partir de ahí Crucero se derrumbó del todo y perdió los 11 últimos partidos consecutivamente, los 5 últimos sin goles a favor. Para colmo en todo el campeonato no consiguió ni un punto como visitante. Inapelable. Sin dejar de advertirse que hubo fallos arbitrales que lo perjudicaron, la mala campaña excede largamente esas causas.
Cerró con una caída ante Aldosivi su campaña Crucero, con 3 victorias, 5 empates y 22 derrotas, para sumar 14 puntos, a 9 del penúltimo. El paraguayo Avalos con 5 goles fue el goleador y los que más jugaron Fabio Vázquez con 28 presencias y el buen lateral Daniel Alejandro Pérez con 26.
A un lustro de esa campaña, Crucero del Norte milita actualmente en el Torneo Federal A, tercer nivel del fútbol argentino.
Fuentes consultadas:
Khury, Víctor y otros. Fútbol Argentino, Crónicas y Estadísticas, edición digital.
Rec.Sport.Soccer Statistics Foundation (www.rsssf.com)
World Football (worldfootball.com)
Futbol Interior (www.futbolinterior.com.ar)
Interior Futbolero Web (www.interiorfutbolero.com.ar)
Ascenso del Interior (www.ascensodelinterior.com.ar)
Universo Fútbol (www.universofutbol.com.ar)
Diario La Voz del Pueblo, Tres Arroyos (edición on line)
Diario La Capital, Rosario (edición on line)
Diario El Territorio, Posadas, Misiones (edición on line)
Agradezco a los asociados del CIHF por sus respuestas a consultas diversas.
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