La inédita temporada del fútbol europeo modificada por la pandemia de Covid-19 finalizó en el signo del número seis.
Nota de Lorenzo Guarnieri *
Sevilla F. C. Las finales se ganan
Gloria y Perfección a la sombra del número 6. La alusión al Sevilla FC y a la Europa League parece casi natural en términos futbolísticos. Seis veces el equipo sevillista alcanzó la definición del segundo certamen europeo y fue siempre el que finalmente gritó campeón, sin importar ubicación-fuera ésta la Europa del Este, Gran Bretaña o los Alpes- y rival, fuera éste un novato como Dnipro de Ucrania o un histórico como el Liverpool: la gloria fue siempre para los atletas en camiseta blanca y roja. Fue así en Eindhoven (Holanda) en 2006 contra el Middlesbrough, en Glasgow (Escocia) en 2007 ante el Espanyol, en Turín (Italia) 2014 frente al Benfica , en Varsovia (Polonia) con Dnipro, en 2016 en Basilea (Suiza) contra Liverpool y finalmente la semana pasada en Colonia (Alemania) ante el Inter de Milán.
Una comunión con la victoria en la misma competición que es verdaderamente impresionante, teniendo en cuenta varios aspectos. En primer lugar las modalidades distintas y heterogéneas en que el Sevilla FC se hizo con el triunfo: fue con una aplastante goleada por 4-0 en la primera ocasión, en 2006, en la segunda (2007) y en la tercera (2014) fue por penales, en tanto que en las últimas tres (2015, 2016, 2020) siempre arrancó 1-0 abajo y se levantó anotando tres tantos.
Y luego, lo que a posteriori hace realmente pensar que este equipo esté mancomunado con algún tipo de magia es notar el tiempo que transcurre y las dinámicas que se repiten. Sevilla, bajo la conducción de Juan de Ramos, ganó su segunda Europa League por penales en 2007 (luego que Espanyol le empatara casi sobre el final del alargue) con tres atajadas de ese arquero, Palop, quien anotara en los dieciseisavos de final un gol decisivo sobre la hora contra Shakhtar Donetsk, forzando así un suplementario luego decisivo para seguir en ese torneo.
Siete años más tarde, en 2014, con ya otro equipo y otro técnico, Unay Emery, en un contexto distinto los penales volvían a ser su marca de fábrica en la competición: primero en los octavos de final en el clásico contra Betis, donde perdió 0-2 la ida de local (ironía de esta historia de magia, el segundo tanto se lo anotó un futbolista de apellido Sevilla) y después nuevamente en la final, esta vez ante Benfica de Portugal, en la cual no hicieron falta goles, sino un conejo más sacado de la galera que – otra curiosa combinación astral -se materializó en el guardameta portugués Beto, que atajaba dos penales a sus compatriotas. Para dar una dimensión de ésto, por ejemplo, el Milan ganó por penales la Champions League en 2003 y muy pronto, dos años después, en 2005, volvió a jugar una final de Champions y llegó nuevamente a los penales, pero en esta segunda oportunidad perdió.
Sevilla, siempre con Unay Emery al mando, ganó también en 2015 y 2016: empezó 1-0 abajo contra Dnipro y ganó 3-2 en la primera, y en la segunda, también 1-0 abajo frente al Liverpool , metió nuevamente tres por una tercera victoria consecutiva en la competición, su quinta absoluta.
¿Y después? Bueno, pasaron cuatro años, cambiaron cinco técnicos y varios jugadores, pero esa magia estaba ahí, atrapada en algún rincón de la ciudad de donde zarpó Colón hacia las Américas y que inspiró a Mozart (El Barbero de Sevilla), Rossini (Don Giovanni) y sobre todo Giuseppe Verdi, cuya obra ambientada en Sevilla, La Fuerza del Destino, tiene nombre hecho a medida del equipo del barrio de Nervión.
De hecho llegó otro conductor, Julen Lopetegui; llegó hasta una pandemia y se paró la pelota ; volvió el fútbol y, aún con las canchas vacías, para el Sevilla una nueva final y un nuevo 0-1 en el marcador al comienzo del encuentro. Y sin embargo, también en esta ocasión, en el ensordecedor silencio a orillas del Rín, nuevamente llegaron tres goles, nuevamente fue remontada, nuevamente fue triunfo. Inexplicable.
Clubes que jugaron más de una final europea y ganaron todas **
FEYENOORD (Holanda): 3 de 3, 1 en Copa de Europa (1970) y 2 en Copa UEFA (1974 y 2002)
NOTTINGHAM FOREST (Inglaterra) : 2 de 2, ambas en Copa de Europa (1979,1980)
PSV EINDHOVEN (Holanda): 2 de 2, 1 en Copa de Europa (1988) y 1 en Copa UEFA (1978)
DINAMO KIEV (Unión Soviética, hoy Ucrania): 2 de 2, ambas en Recopa Europea (1975, 1986)
IFK GOTEBORG (Suecia): 2 de 2, ambas en Copa UEFA (1982, 1987)
* El autor de la nota escribió el libro el Nottingham Forest de Brian Clough. Estuvo en la sede del CIHF en el Ciclo “El fútbol también se lee” en junio de 2019.
** Las competencias que se toman en cuenta para esta estadística son los torneos que duran una temporada: Champions League Copa de Europa, Recopa, Copa UEFA / Europa League. No así la Supercopa de Europa que es una competición complementaria a las otras mencionadas.