En estos días se cumplieron 88 años del debut y despedida del seleccionado argentino en la segunda edición de la Copa del Mundo, jugada en Italia en 1934.
Por Hernán Bertagni, socio del CIHF.
Tras ser subcampeones en Uruguay en la primera edición cuatro años antes, cuando el fútbol argentino aún era completamente amateur, para 1931 se crea la Liga Profesional que englobaba a los clubes y jugadores más importantes del área metropolitana de Buenos Aires, mientras que el resto seguía jugando en la asociación amateur (que es la que mantiene la afiliación a la FIFA).
Para mediados de 1934 la situación seguía igual (recién a fines de ese año se fusionarían ambas formando la AFA, ahora sí reconocida por FIFA). Los dirigentes de la Liga profesional se negaron a parar el campeonato y ceder jugadores, por lo que fue la Asociación Argentina de Football la que mandó un equipo a la copa ante las críticas de la prensa.
En uno de los recortes, el 5 de mayo la revista La Cancha publicaba a una página las caras y datos de los jugadores que nos representarían en Italia, en lo que parece una nota de aliento, pero que no puede evitar pegarle “palos” a la delegación.
En el otro, del 28 de mayo y con la derrota por 3 a 2 ante Suecia consumada el día anterior, el diario La República publica una crónica del encuentro y aprovecha para seguir criticando a “los hombres de la Asociación” por “esta aventura suicida” en la que “no trepidaron en pisotear su patrimonio moral, cargado de prestigio y de laureles de tradición histórica en nuestro fútbol”.
