por Diego Jolodovsky, socio del CIHF
A lo largo de su historia, el fútbol argentino tuvo muchas peculiaridades. Este es un caso que aprovecharon los dirigentes de los equipos cordobeses, cuando tenían que recibir a los punteros del campeonato.
El 8 de octubre de 1989, por la décima fecha de la temporada 89/90 tanto Independiente como River, que eran los líderes del torneo con doce unidades, tuvieron que viajar a Córdoba para enfrentar a Talleres y a Racing, respectivamente.
Dos partidos al precio de uno. Los cuatro costados del Chateau Carreras, como se llamaba por entonces el hoy “Estadio Mario Alberto Kempes”, llenos de hinchas de Talleres, Racing, Independiente y River. Se podía ir temprano y ver los dos partidos por el mismo precio.
Talleres – Independiente fue el “preliminar” de Racing – River. El conjunto “Tallarín” jugaba frente al vigente campeón con el grueso de los partidos; y a continuación, el River de Mostaza Merlo se presentaba en ese mismo estadio enfrentando a la Academia cordobesa, que cumplía su última temporada en Primera División.
Talleres e Independiente igualaron sin goles en el primer partido de la doble jornada, arbitrado por Francisco Lamolina. Las crónicas del partido dicen que Independiente perdió un punto increíble y que mereció el triunfo creando cinco situaciones de gol y se fue lamentando.
Por la noche, River venció a Racing por 2 a 1 con goles de un joven Gabriel Batistuta en el primer tiempo y de Jorge Nicolás Higuaín en el complemento. Jorge Enrique Cruz Cruz marcaba el descuento para la entidad del barrio de Nueva Italia. El árbitro del partido fue Ricardo Calabria.
La recaudación compartida entre los dos partidos fue de 91.906.900 australes.
Ese torneo ganado finalmente por River, fue el último de Racing en Primera. Descendió con el tercer conjunto cordobés en cuestión: Instituto. Posteriormente volvieron a estar tres equipos cordobeses en Primera: 1999/2000 y este presente, con Talleres, Belgrano e Instituto.