por Diego Meloni, socio del CIHF
Cuando el 21 de enero llegaba desde la ciudad de San Justo (provincia de Santa Fe) la noticia sobre el fallecimiento de Norberto “Chijí” Serenotti, a todos los sabaleros se les estrujó el corazón. Se iba físicamente el último sobreviviente de la heroica gesta que, el 10 de mayo de 1964, conmocionó al mundo futbolístico. La tarde en que la ciudad de Santa Fe se vistió de gala para escribir una de las mejores páginas deportivas de su historia.
El anuncio, en los días previos, de la posible llegada de Pelé y el ballet blanco desató una verdadera locura, tanto en la capital provincial como en las localidades aledañas. Nadie quería perderse un espectáculo de semejante envergadura. De un lado, el modesto equipo rojinegro que había vuelto a la Primera B tras la reestructuración llevada adelante por la Asociación del Fútbol Argentino. Del otro, Santos, que traía entre sus pergaminos ser tricampeón brasileño, bicampeón de América e Intercontinental.
El equipo comandado por Pelé, que llegaba además con un invicto de 43 partidos, venía de vencer por 4 a 3 a Boca (partido disputado en la Bombonera el 5 de mayo) y a Racing por 2 a 1 (juego llevado a cabo el 7 de mayo en Avellaneda). En tanto Colón, el día anterior a la hazaña, caía por 2 a 0, como visitante, frente a Platense por la tercera fecha del torneo local. Ante la urgencia de llegar a tiempo, la dirigencia sabalera decidió que el plantel regresara en avión a Santa Fe. No era para menos, ya que la institución había comprometido a sus pares brasileños la recaudación más un seguro para proteger las piernas de O Rei.
Con las tribunas absolutamente colapsadas, las crónicas de la época destacaron la cifra record de recaudación, que alcanzó los $ 2.597.460. Y si bien, en la previa todo hacía suponer un trámite sencillo para el equipo visitante, Colón estaba dispuesto a darle una alegría inolvidable a sus hinchas, justo cuando se terminaban de celebrar los 59 años de vida institucional y deportiva.
Sin temor a la supremacía del rival, José Canteli apostó por un esquema de 4-2-4 que le permitiera contener a figuras como Coutinho o Pelé, pero sin dejar de pensar en ser agresivos con el arco custodiado por Gilmar. Si bien el planteo táctico funcionó de una manera aceitada, eso no fue impedimento para que a los 37 minutos del primer tiempo O Rei marcara el 1 a 0 a favor de Santos; resultado con el que culminaría la primera etapa.
Lejos de pensar en recibir otro gol, que pudiese abrir la puerta a una goleada, Colón comenzó la segunda etapa llevando la pelota contra el piso, buscando las triangulaciones que le permitan inquietar a los visitantes. Y fue así que, a los 6 minutos, Serenotti tomó la pelota por izquierda, dejó un par de rivales en el camino y ante la rápida salida del arquero decidió abrir la pelota hacía el medio para que el paraguayo Fernando López solo tenga que empujarla y estampar el empate provisorio.
A gusto con el despliegue del equipo, Canteli decidió meter algunas modificaciones que no hicieron más que preocupar a Santos ya que el conjunto local le siguió jugando el partido de igual a igual. Demetrio Gómez reemplazaría al entrerriano Broggi, sin saber quizás que 3 minutos antes de la finalización del partido, su nombre y el de Colón quedarían inmortalizados para la eternidad. A los 42 minutos, tras un centro de Luis “Motoneta” López y una floja salida de Gilmar, el “Ploto” convertía el segundo gol que daría cifras definitivas al partido.
A sabiendas de lo que significaría para la ciudad, y el fútbol argentino, semejante éxito deportivo es que el presidente Ítalo Giménez decidió no otorgar rápidamente la revancha que los brasileños proponían se lleve a cabo en su país. Ese triunfo, sería el puntapié inicial para que al estadio Brigadier Estanislao López se lo comience a denominar como el “Cementerio de Elefantes”.
Tan imborrable fue la huella que dejó ese encuentro que, unos años ante de su partida, el propio Pelé reconoció que fue una sorpresa para ellos volverse derrotados.
Síntesis:
Colón: Juan Luis Pérez; Carlos Larpín, Juan Bareiro, Alberto Raúl Poncio y Ediberto Pérez; José Luis Broggi, Cilenio López, Luis Cabaña y Norberto Serenotti: Luis López y Fernando López. DT: José “Chengo” Canteli.
Santos: Gilmar; Lima, Modesto, Joel y Giraldinho: Almir y Zito; Peixinho, Coutinho, Pelé y Pepe. DT: Luis “Lula” Alonso.
Goles: 37m Pelé (S), ST 6m Fernando López (C) y 42m Demetrio Gómez (C).
Cambios: en Colón, Ceballos por Ediberto Pérez, Demetrio Gómez por Broggi y García por Serenotti. En Santos, Mauro por Joel, Rossi por Almir, Ismael por Zito y Dorval por Peixinho.
Árbitro: Miguel Comesaña (Argentina).
Cancha: Colón.
Recaudación: $ 2.597.460
Nota: las imágenes pertenecen al libro “Historia del Club Atlético Colón”, de Juan Jesús Sidoni (año 1995)
