por Jorge Concilio, socio del CIHF
Del césped al changuito
El barrio de Boedo tiene un antes y un después desde el 2 de diciembre de 1979, cuando una ordenanza municipal decidió utilizar el terreno de la Avenida La Plata al 1600 para construir un supermercado.
Uno de los hechos más llamativos, allá por los años 20, se refiere a la particular utilización de un inmenso árbol detrás de la tribuna local. El público se colaba por las ramas para ingresar al estadio.
Una esquina con historia
Manuela Pedraza y Crámer. La esquina no es la misma desde 1971, cuando una decisión judicial determinó el adiós definitivo del escenario que albergaba a Platense desde el 9 de julio de 1917. A pesar de ser totalmente de madera, era segura.
“El Fortín” de Villa Luro
El 16 de marzo de 1924 se inauguró una cancha ubicada en Basualdo 436. Cuatro años después se disputó allí el primer encuentro nocturno del fútbol argentino. Vélez se ganó el apodo del “Fortín” porque Villa Luro se convirtió en un reducto inexpugnable. Ganar allí era casi imposible.
Cuando Villa Crespo era territorio “Funebrero”
Varias glorias pasaron por acá, pero hubo un jugador, Renato Cesarini, que en los entrenamientos pateaba continuamente a uno de los arcos y cuando el balón salía desviado se perdía en el Arroyo Maldonado, volviéndose loco el canchero para su recuperación; aparte tenía la costumbre de entrar a la cancha dando vueltas carneros.
Imagen de portada: estadio San Lorenzo (Viejo Gasómetro)