Ascender y clasificar: Dos conceptos diferentes

Repasando la historia de diversos clubes de fútbol, que están publicadas en sus páginas web y aún en ediciones impresas, es posible ver que reiteradamente se refieren a participaciones en el Campeonato Nacional de A.F.A. (1967/1985) señalando que “ascendieron a Primera División”.

Por Raúl Ramírez, socio del CIHF.

Entiendo que claramente se trata de un error. Lo que lograron fue clasificarse para disputar una edición determinada de ese certamen, pero por un mecanismo totalmente distinto al que regla el régimen de ascenso y descensos. A procurar dejar en claro la diferencia entre ambas situaciones se dedicarán las siguientes líneas.

El derecho a participar del Campeonato de Primera División, con cualquier denominación que a este se otorgara, ha sido históricamente exclusivo de entidades afiliadas a la A.F.A. y a sus antecesoras. La única etapa en la que se produjo antes de 1986 una variante fue la arriba indicada: aquella en la que se disputó un torneo denominado Campeonato Nacional al que tenían acceso todos o algunos de los clubes que militaban en Primera División más otras entidades, indirectamente afiliadas a A.F.A., a través del Consejo Federal del Fútbol Argentina, por ser afiliadas directas a determinada liga provincial.

El Campeonato Nacional tuvo diversos sistemas de disputa, pero en términos generales puede señalarse que fue un certamen que compartía el calendario anual de A.F.A. con el Campeonato Metropolitano o de Primera División, el cual más allá de presentar también distintas características reglamentarias, mantuvo la condición de ser el principal torneo para entidades directamente afiliadas a A.F.A., y en el cual se aplicaba el régimen de ascensos y descensos de categoría.

El Campeonato Nacional, en cambio, se disputaba, generalmente luego del Metropolitano (así, hasta 1981) con la participación de los equipos de Primera División que lograban clasificarse para jugarlo o bien de todos los que habían jugado previamente el torneo de esa categoría. A ellos se sumaban los equipos del Consejo Federal que superaban con éxito la etapa clasificatoria a través del Torneo Regional.

El número de participantes fue variable: al primer Campeonato Nacional de 1967 accedieron 12 clubes directamente afiliados y 4 del interior, clasificados en un Torneo Regional, mientras que los 4 finalistas derrotados del mismo y 4 clubes directamente afiliados clasificaban para el Torneo Promocional. Debe tenerse en cuenta que el derecho a jugar el Campeonato Nacional no implicaba otra cosa que esa: ni para unos ni para otros aseguraba la presencia en el Campeonato siguiente, pues los directamente afiliados volvían a buscar la clasificación en el siguiente campeonato de Primera División, y los del interior, en el próximo Torneo Regional. Para jerarquizar este Campeonato Nacional la A.F.A. dispuso que fuera el torneo clasificatorio para la Copa Libertadores, accediendo a la misma el Campeón y su escolta. Aunque pocas veces se recuerda, la fabulosa saga internacional de Estudiantes de La Plata no se fundó en su conquista del Campeonato Metropolitano de 1967, sino en su condición de subcampeón Nacional del mismo año.

A partir de este esquema hubo cambios en el número de participantes del Nacional (hasta un máximo de 36 en 1974), el Campeonato de Primera División recuperó una plaza en Libertadores (a partir de 1971 con un desempate con el subcampeón del Nacional y luego de pleno derecho desde 1973), se suprimió el Promocional (tras 1968), se otorgaron plazas fijas a las más importantes ligas provinciales, entre las variantes más significativas.

Pero la única que implicó un cambio en el tema de ascensos y descensos fue el dictado de la Resolución N.º 1309 de la AFA (publicada en Boletín N.º 682, del 15/08/1979), que habilitó a los equipos indirectamente afiliados que lograran acceder por los menos dos veces a semifinales del Nacional en un lapso de tres temporadas consecutivas, a pasar a jugar en Primera División. Ello si implicó un ascenso para Talleres de Córdoba, entidad que en realidad fue destinataria de una norma dictada a su medida: al momento de emitírsela Talleres reunía la condición exigida y a partir de 1980 se incorporó a la Primera División del fútbol argentino. Una hábil decisión del entonces novel presidente afista Julio Grondona que dejó sin el liderazgo “tallarín” al fuerte movimiento del fútbol del interior que cuestionaba el centralismo ejercido desde la calle Viamonte. Po el mismo mecanismo accederían luego a Primera División otros dos clubes cordobeses, Instituto y Racing.

Estos tres clubes lograron entonces ascender a Primera División mediante este mecanismo de breve aplicación, ya que, a partir de 1986, se suprimió el Nacional, y mediante otra reforma se creó una nueva categoría de ascenso, que reemplazo a la vieja Primera B como principal categoría de promoción al círculo privilegiado. Se llamó primero Nacional B, luego B Nacional y actualmente Primera Nacional. Más allá de los nombres, alberga indistintamente a clubes afiliados directa o indirectamente a A.F.A. que aspiran a ascender a la categoría principal, ahora llamada Liga Profesional, y están sometidos por lo tanto al régimen de ascensos y descensos: los que pierden la categoría descienden a Primera B si son directamente afiliados y al Torneo Federal si lo son de modo indirecto.

Conviene entonces tener en claro que todos los clubes del interior que lograron participar en el Campeonato Nacional entre 1967 y 1986 no “ascendieron a Primera División” sino que CLASIFICARON a jugar un torneo determinado sin incorporarse de plano derecho a la máxima categoría del fútbol argentino. ¿Cuál es la diferencia? Que, si hubieran ascendido, habrían permanecido en Primera División, jugando no solo el Nacional sino también el Campeonato de Primera División en forma indefinida en el tiempo mientras no descendieran, cosa que como se constata fácilmente no ocurrió hasta la apertura que facilitó el ingreso de Talleres de Córdoba en 1980.

Por otra parte, los clubes que ascienden a Primera División pasan a tener voz y voto en el consejo directivo afista, llámese este como se llamara a través de los años. Nada de eso ocurrió con los clubes que participaron en aquellos Campeonatos Nacionales.

En conclusión, solo puede considerarse que han sido (o son, en su caso) integrantes de la Primera División del fútbol argentino los clubes indirectamente afiliados a la A.F.A. que ascendieron de plano derecho a esa categoría, quedando incorporados al régimen de ascenso y descensos de la misma.

Enumerados por provincia en orden alfabético de las mismas y, dentro de ellas por orden de aparición en Primera División, estos son:

  • BUENOS AIRES: Olimpo (Bahía Blanca), Huracán (Tres Arroyos), Aldosivi (Mar del Plata).
  • CHACO: Chaco For Ever.
  • CÓRDOBA: Talleres, Instituto, Racing, Belgrano.
  • CORRIENTES: Deportivo Mandiyú, Huracán Corrientes.
  • ENTRE RÍOS: Patronato de la Juventud Católica (Paraná).
  • JUJUY: Gimnasia y Esgrima (San Salvador).
  • MENDOZA: Godoy Cruz Antonio Tomba.
  • MISIONES: Crucero del Norte (Garupá).
  • SALTA: Gimnasia y Tiro.
  • SAN JUAN: San Martín.
  • SANTA FE: Atlético de Rafaela, Tiro Federal (Rosario).
  • SANTIAGO DEL ESTERO: Central Córdoba.
  • TUCUMAN:  San Martín, Atlético Tucumán.

Se omiten aquí a los clubes que siendo geográficamente del interior, jugaron o juegan en Primera División como afiliados directos a A.F.A. y sus antecesoras (Rosario Central, Newell’s Old Boys, Central Córdoba de Rosario, Colón e Santa Fe, Unión de Santa Fe y Sarmiento de Junín, más Rosario Athletic, Lobos Athletic Club y Reformer de Campana, que lo hicieron en el amateurismo).

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