por Ricardo Gorosito, socio del CIHF
No sabemos si la imagen que acompaña esta nota ha sido trucada o no, pero el gol de Elías Figueroa dio que hablar. Lo que vamos a contar sucedió el 14 de diciembre de 1975 en el Estadio Beira Río ante 85.568 espectadores.
La tarde oscura, con cielo nublado, presagiaba tormenta. El Cruzeiro de Belo Horizonte y el local, el Internacional de Porto Alegre, jugaban la final de la Copa Brasil. Se llevaban disputados once minutos de la segunda etapa, cuando el árbitro Dulcidio W. Boschillia sancionó una falta en el sector derecho favorable al Inter. El volante Valdomiro lo ejecutó hacia el punto del penal y el chileno Elías Figueroa la impulsó mediante un cabezazo a la red, decretando la apertura del marcador.
Lo increíble fue que en el momento en que el defensor se elevaba, se producía un claro en las nubes que dejaron pasar un rayo de sol sobre el área del Cruzeiro, según muestra la foto. Desde ese momento ha pasado a llamarse el “gol iluminado”. Hemos buscado en internet alguna película de ese partido y en las que vimos no se aprecia claramente la famosa y breve claridad, que sí muestra la foto. A los hinchas del Inter poco les habrá importado. Es que con ese gol ganaron 1 a 0 y fueron campeones por primera vez de la Copa Brasil.
Elías Figueroa fue un exquisito defensor que no tuvo el acompañamiento necesario en la selección de su país.
Él estaba en otro nivel. Disputó con la roja tres mundiales y en el de 1974 fue elegido el “mejor defensor del mundo”. Se casó a los 15 años y muy pronto fue padre. Esto lo hizo convertirse en el único futbolista que jugó un mundial, el de 1982, siendo abuelo a los 35 años.