Entre las Copas Argentinas de 1970 y la de 2012, y en una época donde el fútbol argentino se había desacostumbrado a la disputa de copas domésticas, se jugó en nuestro país el Torneo del Centenario de AFA, copa nacional en ocasión y con motivo de la conmemoración del aniversario número 100 de la casa madre del fútbol argentino.
Por Leandro Baschar, socio del CIHF.
La forma de disputa contó con una primera ronda ida y vuelta donde se emparejaron los clásicos de los 18 equipos de la Primera División (exceptuando los dos descendidos). Luego las llaves continuaron en partidos de eliminación directa en Ronda de Ganadores y Perdedores, hasta arribar a la final del certamen.
El camino de Gimnasia y Esgrima La Plata se inició con la disputa del clásico. Primeramente, fue triunfo el 26 de junio de 1993 con gol de Guillermo Barros Schelotto (el primero en un clásico oficial) y posterior suspensión del encuentro a los 15 minutos del segundo tiempo porque un proyectil que partió de la tribuna de Estudiantes golpeó en el rostro al árbitro Juan Carlos Biscay (el Tribunal de Disciplina de AFA dio por finalizado el partido).
La revancha se disputó el 4 de julio en 1 y 57, y un cerrado empate en cero depositó a Gimnasia en la Ronda de Ganadores y a Estudiantes en la de Perdedores.
A continuación, y según el reglamento, los partidos pasaban a disputarse en terrenos neutrales. Así fue como el 11 de julio, en cancha de Estudiantes y con gol de Sergio Dopazo, Gimnasia envió a la ronda de Perdedores a Newell’s y continuó su camino en la llave “Ganadores”.
Una de las semifinales de la Ronda de Ganadores se jugó el 18 de julio en el estadio “Nueva España”, del Deportivo Español. Se enfrentaron Gimnasia y Argentinos Juniors. Fue triunfo Tripero por 2 a 1 con goles de Dopazo y Pablo Morant.
Llegamos así a la final de la llave Ganadores, disputada el 7 de agosto de 1993 entre Belgrano y Gimnasia, en el Estadio Chateau Carreras. Un juego durísimo (el único partido que el “Lobo” no ganó), donde Gimnasia se repuso dos veces luego de ir debajo en el marcador y forzó la definición por penales en la que triunfaría por 4 a 3. Así el conjunto platense quedaba a la espera del finalista que surgiría de la ronda de Perdedores.
Hasta allí y durante algunos partidos más, los plazos de la Copa se fueron cumpliendo hasta que el reinicio del campeonato de Primera División obligó a aplazar la definición de la rueda de Perdedores.
Recién en diciembre de 1993 y enero de 1994 se definió el restante finalista. Fue River Plate (futuro campeón del Apertura 1993), que en la final de Perdedores derrotó a Belgrano por 2 a 1.
Así arribamos al 30 de enero de 1994. Calurosa tarde recordada por todos los hinchas de Gimnasia que no tuvieron problema en adelantar el regreso de sus vacaciones para estar presentes en el Zerillo.
En el banco “Tripero” ya no estaban Carlos Ramacciotti y Edgardo Sbrissa, quienes dirigieron al equipo en casi toda la Copa, sino que estaba Roberto Perfumo quien debutaba justamente aquella tarde. En el arco, no estaban ninguno de los tres arqueros que habían atajado durante el torneo (Cristante, Noce, Gregorutti), sino Javier Lavallén, quien esa tarde tuvo su momento de gloria a los 30 minutos del primer tiempo al atajarle un fuertísimo penal ejecutado por Guillermo Rivarola.
La tarde se encaminó para Gimnasia a los 44 minutos del primer tiempo con Hugo Romeo Guerra abriendo el marcador de cabeza. La tensión volvió por un rato luego del empate de Villalba, pero los festejos se iniciarían con el gol del “Moncho” Pablo Fernández a los 31 y finalmente de Guillermo Barros Schelotto a los 44 del segundo tiempo.
“Gimnasia esperó 64 años para festejar así”, tituló Clarín al día siguiente; aquella tarde de enero: Lavallén, Sanguinetti, Morant, Ortíz, Dopazo, Pablo Fernández, José María Bianco, Pablo Talarico (Favio Fernández), Gustavo y Guillermo Barros Schelotto, Hugo Romeo Guerra coronaron el esfuerzo de quienes también fueron parte de aquella consagración: Jorge San Esteban, Fernando Galetti, Daniel Stremiz, Omar Mónaco, Víctor Zwenger, Joaquín Saffores, Fabián Vázquez, José Montelongo, Pablo Caballero, Ariel Pereyra, Fabián Fernández y los mencionados arqueros utilizados durante el certamen.
De esta forma, Gimnasia lograba su segundo título y al mismo tiempo ganaba un pasaje a Japón para disputar la Sanwa Bank Cup contra el campeón japonés, el Verdy Kawasaki, el 26 de febrero de 1994.