El Gráfico anunció el 4 de mayo de 1925:
“Gimnasia y Esgrima de Comodoro Rivadavia, campeón cuatro temporadas consecutivas, efectuó una gira en automóvil a Trelew”
Los visitantes vencieron a National Racing Club por 3-1, luego fue empate ante el Combinado (2-2) y derrota ante Independiente (1-3); todas eran formaciones locales.
Gimnasia y Esgrima se fundó en 1919 como Club Atlético Independiente. En 1921 cambió su nombre por el actual.
Los éxitos citados en la revista, fueron anteriores a la actual Liga, iniciada en 1928.. Ese año fue campeón el Club Atléico Nacional; también lo es en 2019, ahora como Club Atlético Jorge Newbery; el cambio se produjo en 1934, por disposición gubernamental.
Gimnasia y Esgrima logró su único título oficial en 1938; años después abandonó el fútbol. Hoy su principal actividad es el básquetbol. El mayor éxito en la historia del club fue en 2005/06 cuando se coronó campeón nacional de este deporte.
¿Qué significaba una gira automovilística patagónica en aquella época?
Ambas localidades están separadas por cerca de 374 km. No había rutas asfaltadas. Era necesario llevar tanques suplementarios.. hoy existen dos estaciones en dicho trayecto.
El medio de transporte inicial -en lo que atañe al deporte- fue el ferroviario. En regiones de nuestro litoral destacó el enlace fluvial.
En 1916 el Atlético Carlota (La Carlota, Córdoba.) fue invitado a jugar la Copa Caridad, en Río Cuarto, distante cerca de 110 km. El equipo realizó tres viajes a esa ciudad, el 6, 13 y 20 de agosto. Los viajes se realizaron en coches Ford “T” facilitados por Jorge Roberto Ross, capitán del equipo y representante Ford local.
En las fechas citadas, los carlotenses vencieron a Aviador Origone, de Villa Mercedes por 3-1; al local Estudiantes por dos a cero y en la final a Unión Central, de Villa María por tres a uno.
Gran hazaña del pequeño pueblo, que superó a equipos de localidades de mayor relevancia. Después de la primera fusión ocurrida en 1925, el club tomó el nombre de J.R. Ross, asesinado en 1918.
Dato complementario: el primer juego contra los villamercedinos fue dirigido por el rosarino Manuel Paulino González. “Lito” – jugador de Newell’s Old Boys- fue internacional argentino 11 veces.
Otro ejemplo de la primera década del siglo XX, pero con tracción animal. En 1905 el Tiro Federal, de Villa de Mayo se trasladó a Saladillo para disputar un trofeo contra el Club Atlético local.
La distancia entre ambos centros es de 40 km. Así narró el autor Enrique M. Otharán, aquella simpática aventura:
(…) En tres carros salieron todos, un domingo de madrugada, para cumplir con el desafío (…)
El resultado, 2 a 1, fue favorable a los veinticinqueños, quienes se llevaron un importante trofeo. Éste fue protegido de cualquier accidente que pudiera dañarlo, durante el retorno en esos incómodos carros”.
El Tiro Federal Argentino (fundado en 1901) y el Club Atlético Saladillo (fundado en 1904) fueron los pioneros en ambas localidades. Tiro Federal, alejado del fútbol, sigue vigente; el de Saladillo desapareció cercano a 1919.
Dos viajes “gigantes”, quizás los más extensos terrestres del fútbol argentino, se efectuaron en mayo de 2014.
El Club Atlético Huracán de Comodoro Rivadavia y la Asocición Cultural y Deportiva Altos Hornos, de Palpalá, Jujuy ,se enfrentaron por el Argentino “B”. El trayecto de 2711 km se realizó -en ambos casos- en ómnibus.
En el primer juego (foto), en Jujuy, los locales ganaron 2-0; la revancha en la “Capital del Petróleo” fue empate 2-2; los norteños se clasificaron para la instancia siguiente. El ganador de dicho torneo sería otro club chubutense; el Club Social y Deportivo Madryn.
Viajes ferroviarios, marítimos, fluviales, terrestres como los citados,mixtos, etc. El deporte argentino, especialmente el fútbol, tiene mucho para contarnos.
Fuentes
Libros
DIARIO EL RIVADAVIA, Cincuentenario de C. Rivadavia 1901-1951, cap. XXVI, actividad
deportiva.
ISOARDI, Gustavo Guillermo. La Carlota su historia deportiva, recopilación en Pioneros-
Córdoba- Argentina.
OTHARÄN, Enrique Marcelino, Veinticinco de Mayo, enhebrando recuerdos, ed. Dunken 1998.