por Juan Pablo Pochettino, socio del CIHF
Introducción: de la genésis a la pirámide
Extractos del capítulo 1 del libro “La pirámide invertida”
– El deporte moderno tiene sus raíces en el fútbol medieval, practicado en Gran Bretaña. Recién a principios del Siglo XIX surgió algo más parecido al fútbol. La popularidad del fútbol se disparó durante la primera mitad del Siglo XIX, pero en aquellos días las reglas cambiaban de escuela en escuela. No se hablaba de formaciones, y la duración de los encuentros y el número de jugadores por lado no se habían establecido con claridad.
– Los pases entre los delanteros, si ocurrían, eran muy rudimentarios, y de eso surgieron algunos fundamentos que modelarían el curso del fútbol inglés temprano: el juego se basaba en la gambeta y velocidad. El pase, la cooperación y la defensa eran considerados inferiores. Ir al ataque con la cabeza mirando al piso era más valorado que pensar.
– En 1848 se estableció el primer código normativo unificado del fútbol: el Reglamento de Cambridge. Al comienzo prevaleció el juego de gambeta, debido en gran medida por la Regla 6, precursora de la ley del off side: los pases deberían ser hacia atrás o hacia el costado. Recién en 1863 el fútbol y el rugby fueron cada uno por su lado. Las tácticas eran también básicas.
– En 1866 se intridujo en la Regla 6: se autorizaba el pase hacia adelante siempre que en el momento del mismo hubiera al menos 3 jugadores rivales entre el jugador y el arco rival (uno más que en la moderna ley del off side)
– La difusión del pase en sí puede encontrarse recién en 1872 en el partido entre Inglaterra y Escocia. Si se intenta expresar el sistema de juego que usó Inglaterra, daría algo así como un asimétrico 1-2-7. Escocia tenía jugadores más livianos, por lo que consideraron que debían intentar pasarse la pelota antes que involucrarse en un enfrentamiento hombre a hombre. Su formación fue un 2-2-6 muy definido. La superioridad del pase por sobre la gambeta fue parte crucial del juego en Escocia desde el comienzo.
– La gambeta era caracerística del juego inglés. El pase era una opción pero de ningún modo podía suplantar la gambeta. Pese a eso, el juego de pases se extendió rápidamente.
– El florecimiento final del juego de gambeta tuvo lugar en 1883, cuando la FA Cup tuvo más equipos de fuera de Londres y fue ganada por un equipo del norte: la era amateur, en términos de mentalidad, había terminado. En Escocia, la superioridad del juego de pases ya era noticia vieja. Fue así como a fines de 1870 y principio de 1880 nació el primer sistema.
1. Sistema clásico o piramidal (2-3-5)
Fue el primer sistema de juego a comienzos de 1880 y sobrevivió como formación dominante por casi 50 años: se lo conoció como “piramidal” porque la disposición de los jugadores en el campo, era semejante a una pirámide, cuya base estaba formada por los delanteros y el vértice por el arquero.
Inglaterra utilizó por primera vez un 2-3-5 contra Escocia en 1884. Escocia recién en 1887, recibiendo críticas por imitar una táctica inglesa.
Fue el sistema de juego adoptado por el fútbol rioplatense en la década del 20, que consagró a Uruguay en los Juegos Olímpicos de 1924 y 1928 y en el Mundial de 1930. Argentina, subcampeón del ´28 y del ´30, también utilizó ese sistema de juego.
“La pirámide” se convertiría en la opción global básica hasta que la modificación de la ley del fuera de juego de 1925 que llevó a la aparición del 3° defensor en Inglaterra, lo que derivó en la WM.
Por años se continuó mencionando las formaciones en Argentina así, más allá de si los equipos jugaban 2-3-5, WM o con algunas de sus variantes. A “La Máquina de River” se le recuerda principalmente por sus 5 delanteros, en este orden: Muñoz, Moreno, Pedernera, Labruna y Loustau. Y así con todas las grandes delanteras de esa época dorada.
2. La W-M (3-2-2-3)
Herbert Chapman, técnico del Arsenal inglés, revolucionó el fútbol mundial a fines de la década de 1920 y es considerado por muchos como “el padre de la táctica”.
“La idea de Chapman fue hacer retroceder al antiguo volante central para que marcara al centrodelantero rival. De esa manera, dejó a dos mediocampistas en el centro de la cancha y retrocedió a los dos delanteros interiores, posicionamiento que formó el dibujo de las letras W y M. Chapman no sólo apostó a defender mejor sino también a atacar incluso por la vía del contragolpe. Fue el primero que creyó necesario innovar y modificar la posición y la función de los jugadores”. (1)
“Fanático del juego de pases escocés, comenzó a alentar a sus jugadores a que retrocedieran a fin de generar espacio para el ataque”. (2)
“El sistema WM expresa el sentido exacto de la superioridad del juego colectivo sobre el juego individual, de ahí que constituye una etapa clave en la evolución del carácter racional y reflexivo del juego del fútbol”. (3)
Con el Arsenal dominó el fútbol inglés y, durante más de 20 años, la WM fue el sistema de juego por excelencia en casi toda Europa hasta que Brasil perdió la final del Mundial 1950 y Hungría derrotó a Inglaterra en Wembley en 1953.
- La WW (2-3-2-3)
“El método” fue el nombre con el que se conoció a la WW, el esquema táctico que empleó la Italia de Victorio Pozzo que ganó los Mundiales de 1934 y 1938 y los Juegos Olímpicos en 1936. En época de transición entre el sistema clásico y la WM, Pozzo mantenía la idea de los 2 defensores, ya que “no estaba del todo convencido de generar ese cambio posicional. Entonces, lo que hizo fue darle funciones defensivas a su mediocampista central pero sin transformarlo en un defensor. Un rol mixto: defensivo sin pelota, pero ofensivo con ella. Ese jugador era el argentino nacionalizado italiano Luis Monti”. (4)
En los últimos años se volvió a hablar de la WM en los equipos de Guardiola y Tuchel
3. El cerrojo – El Catenaccio
“Le Verrou” (“La Cerradura” en Francés) fue implementado por Karl Rappan, entrenador de Suiza, para el Mundial Francia 1938.
Sabiéndose inferior a sus rivales, fue el primero en hacer aparecer la figura del “líbero” (un 4° defensor por detrás de los 3 defensores de la época) y en adoptar la cautela y tener el contraataque como fortaleza. De esta forma derrotó 4-2 a la Alemania de Hitler, que era favorita luego de haber “anexado” a Austria y sumar 9 jugadores de su “equipo maravilla” (Wunderteam).
Uruguay, que en 1950 todavía usaba “El método” del italiano Puzzo, adoptó este sistema para la final del Mundial 1950 con Brasil: su DT Juan López modificó el esquema para ese partido, colocó de líbero al “El león del Maracaná” Matías González y le pidió que juegue como último hombre en la medialuna del área. Uruguay derrotó a Brasil en el famoso “Maracazo” consiguiendo la 4° estrella de su escudo.
- El Catenaccio
El sistema fue adoptado por equipos inferiores que querían priorizar la fase defensiva, pero se popularizó en Italia gracias al argentino Helenio Herrera con el Inter, campeón de 4 ligas en 5 temporadas y bicampeón de Europa y del Mundo (1964-1965): el Catenaccio (“Cerrojo” en italiano) “evoca el fútbol italiano en su máxima expresión más paranoica, detestable y brutal”. Herrera implementó el líbero por detrás de una línea de 4 defensores, utilizando un sistema 1-4-3-1-1.
“La gran mayoría de quienes han intentado copiar mi estilo lo han hecho equivocadamente ya que han olvidado incluir en su plan los principios de ataque de mi catenaccio” declaró Herrera en su momento, ya que su estrategia tenía como objetivo hacer daño al oponente cuando menos preparado estuviera.
Visto en la actualidad, tiene similitudes al 4-3-3 o al 4-2-3-1 cuando los equipos tienen una postura defensiva y adoptan el contraataque como estilo, como Mourinho y Simeone.
4. El 4-2-4
La Selección de Hungría en la década del 50 fue la primera en popularizar este sistema. Conocida como “El equipo de oro”, se consagró campeona olímpica de 1952 y se impuso a la WM inglesa 6-3 en Wembley (1953) y 7-1 en Budapest (1954).
En el Mundial de Suiza 1954 eliminó a Brasil y Uruguay (los finalistas del 50) y sólo perdieron 1 partido en 6 años: la final vs. Alemania (a quien había goleado 2 semanas antes 8-3), en lo que se conoció como “El milagro de Berna”.
Vicente Feola, el DT de Brasil en 1958, utilizó este sistema que tenía como novedad los 4 defensores: de esta forma nacían los “defensores laterales” con vocación ofensiva. Así llegó a la consagración mundial con un Pelé siendo figura con tan sólo 17 años.
Para el Mundial 1962, Brasil con la base de 4 años atrás, adopta como variante el 4-3-3 ya que Mario Zagallo, el delantero por izquierda del 58, tuvo un rol que se conoció en Argentina como “wing ventilador”: era el que bajaba del ataque “para darle aire” al mediocampo y colaborar con el equilibrio.
El Santos de Pelé (campeón de América y del Mundo en 1962-1963) fue el primer “equipo espectáculo” justamente variando del 4-2-4 al 4-3-3.
Para el Mundial 1970 el entrenador de Brasil fue Zagallo (bicampeón como jugador) y puso en cancha lo que fue para muchos el mejor equipo de toda la historia, ya que jugaban los mejores cinco N°10 de aquella época (Gerson, Rivelino, Jairzinho, Tostao y Pelé). Aquel 4-2-4 bastante flexible se enfrentó a la final a una Italia que lucía su catenaccio, con líbero y marcaciones individuales, pero ni ese muro defensivo fue capaz de contener tanta magia: Brasil goleó 4 a 1 en la final a Italia y “marcó el fin de una era donde predominó la cautela y la especulación para dar inicio a una década donde alumbrarían equipos de corte netamente ofensivos, como la Holanda del 74”. (5)
- Osvaldo Zubeldía, su análisis del 4-2-4 y su preocupación por el mediocampo (1965)
Osvaldo Zubeldía, DT del Estudiantes de La Plata entre 1965 y 1971 que cortó la hegemonía de “los 5 grandes” en Argentina y fue tricampeón de América y campeón del mundo, fue un revolucionario: pionero del pizarrón, el doble turno de entrenamiento, el “achique” y los córners a pierna cambiada.
En el museo de Old Trafford aún se conserva una pizarra que Zubeldía escribió a sus jugadores el día que Estudiantes venció al Manchester United y ganó la Copa intercontinental en 1968, con la frase: “A la gloria no se llega por un camino de rosas”.
En 1965, previo a llegar al “pincha”, analizó tácticamente el 4-2-4 brasileño, que venía de ser campeón en 1958 y 1962, diciendo que:
- Su idea fundamental es el contragolpe. Atraer al rival hasta las cercanías del área grande defendiendo con 4 zagueros y los 2 volantes (a veces un 3° jugador a “media agua”), para contraatacar largo al claro, pelotas de 30-40 metros, en constantes cruces de los atacantes.
- El mediocampo no les interesa mucho. Cuando el equipo rival, generalmente con superioridad numérica en el mediocampo, está en posición de la pelota, y por ende atacando, comienza el retroceso de zagueros y volabres.
- Nosotros creemos en la importancia del mediocampo, sabiendo administrar la pelota para no caer en el habitual “fulbito”.
- No dejamos de reconocer la eficacia del 4-2-4 brasilero. Con cierto tipo de jugadores de determinadas cualidades físico-técnico-tácticas, este sistema puede dar (y ha dado) resultados brillantes.
5. El 4-3-3
Este sistema de juego, nacido como una variante brasilera del 4-2-4 para Chile 1962, en la década del ´70 se consolidó con su propia identidad.
Rinus Michels, DT del Ajax tricampeón de Europa en 1971-1973 y campeón mundial en 1972 en el que jugaba Johan Cruyff, fue quien popularizó el sistema que es uno de los más utilizados en la actualidad.
En la final del Mundial 1974, tanto Alemania como Holanda (“La Naranja Mecánica”) partían de ese posicionamiento.
El Mundial 1978 también consagró a Argentina jugando así.
En los últimos años volvió a utilizarse debido a la aparición de Guardiola en Barcelona (2008-2012) y Bayern Munich (2013-2016) y que, por consecuencia, terminó con la consagración mundial de España en el 2010 y de Alemania en 2014.
- Argentina campeón del mundo 1978 y el nacimiento del “Menottismo”
Argentina fue campeón mundial en 1978 jugando 4-3-3 y “recuperó la esencia del fútbol argentino” por el buen juego, algo que se había perdido desde el desastre de Suecia 58.
Hablar de “Menottismo” en relación al sistema de juego es hablar del 4-3-3 y la importancia de los defensores laterales y los “wines” (wing = extremo).
El “Tolo” Gallego era el mediocampista posicional que daba equilibrio al equipo, junto con Ardiles que manejaba la pausa y la aceleración.
Kempes, que empezó jugando de wing izquierdo, terminó jugando “de 10”, como se le decía al mediocampista por izquierda en esa época, y apareciendo como segundo centrodelantero por sorpresa: fue el goleador del Mundial con 6 goles (2 a Polonia, 2 a Perú y 2 en la final con Holanda).
- El Barcelona de Guardiola (2008-2012)
El mejor equipo de toda la historia del fútbol moderno. Quedó en la historia partiendo de este sistema de juego, aunque dominaba tanto la posesión de la pelota y atacaba tanto que algunos hablan de que llegó a jugar 4-6-0 y 3-7-0 en partidos donde llenaba el equipo de mediocampistas sin ningún delantero clásico: ¿Messi no era delantero con Guardiola?
– El concepto de “falso 9”
Cabe aclarar que este concepto que revivió con Guardiola no es algo del 4-3-3: hay textos ha lando de ese rol sobre Matthias Sindelar de la Austria en la década de 1930, Adolfo Pedernera en la Máquina de River en los 40, la Hungría de la década de 1950, Di Stéfano en el Real Madrid pentacampeón de Europa y Johan Cruyff en la Holanda de Rinus Michels. (6)
– La “Salida Lavopiana”
Ricardo Lavolpe, arquero suplente de la Selección Argentina de Menotti, es un entrenador que hizo escuela en México y dejó su sello en la historia con un concepto que también popularizó Guardiola para el inicio del juego en los saques de meta, retrasando al mediocampista central entre los defensores centrales y adelantando a los defensores laterales al mediocampo, para pasar del 4-3-3 al 3-4-3.
6. El 4-4-2
Las duras derrotas que recibió Inglaterra frente a Hungría llevaron a replanteos tácticos y un camino hacia el pragmatismo. Del 4-2-4 de Brasil en 1958 y la flexibilidad que ofreció el nuevo concepto de “wing ventilador” retrocediendo a colaborar en el mediocampo y dar equilibrio nació primero el 4-3-3 y luego el 4-4-2.
El entrenador inglés Alf Ramsey armó un equipo dinámico y con equilibrio desde el rol de Nobby Stiles de mediocampista defensivo aguerrido y “posicional”, generando un 4-1-3-2 con 2 centrodelanteros que serían receptores de los pases largos y los centros.
La consagración mundial confirmó para Inglaterra la eliminación de los wines y su reconversión en mediocampistas de ida y vuelta, siendo conocido por los aficionados como “wingless wonders” (maravillas sin alas) que sería el estilo inglés por muchos años.
El Milan de Arrigo Sacchi, bicampeón de Europa y del Mundo (1987-1991), es considerado uno de los 5 mejores equipos de la historia utilizando este sistema táctico: influenciado por el “fútbol total” holandés y los conceptos de marcación en zona y “pressing” revolucionó el fútbol italiano y europeo.
El 4-2-2-2 de Brasil en los Mundiales 94 y 98
Contamos que Zubeldía escribió en 1965 sobre el equilibrio en el mediocampo que le faltaba al 4-2-4 con el que Brasil fue bicampeón mundial… y la verdeamarelha volvió a ser campeón del mundo 24 años después de México 70 ganando por penales (la primera final 0-0 de la historia) y con sólo 3 goles en contra en 7 partidos.
El DT Carlos Alberto Parreira utilizó un 4-4-2 con un mediocampo “en cuadrado” con 2 mediocampitas más posicionales (Mauro Silva y Dunga) y 2 más ofensivos (Mazinho y Zinho) para acompañar a sus delanteros Bebeto y Romario. Algo así como un 4-2-2-2. Para el Mundial 1998 con Zagallo de DT (el campeón como jugador del 58 y 62 y DT del 70) repitió sistema y llegó nuevamente a la final, que perdió con Francia.
La Italia de Arrigo Sacchi fue el otro finalista del 94 y también se posicionaba 4-4-2 con Roberto Baggio, mediapunta, acompañando al otro delantero.
El 4-3-1-2: mediocampo “en rombo” y la desaparición del “enganche”
En Argentina, el mediocampo “en rombo” fue el sistema de protección de “el enganche” cuando el 4-3-3 necesitó más equilibrio, hizo retroceder a un wing (¿de nuevo concepto “wing ventilador?”) y “el 10” no pudo seguir jugando como 1 de los 3 del mediocampo.
Ricardo Bochini (715 partidos en Independiente, su único club) fue figura en 1973 frente a la Juventus “jugando de 10” en el viejo 4-3-3: tenía 19 años y fue el autor del único tanto (un golazo) para ganar el 1° título mundial. En 1984 Independiente volvió a la cima mundial con “El Bocha” de 30 años, que jugaba como enganche de un 4-3-1-2 en un mediocampo conformado por Marangoni de mediocampista más posicional, Giusti y Burruchaga a los costados y él como enlace de los delanteros. No fue a los Mundiales 74, 78 ni 82, siendo convocado solo por Bilardo en el 86, donde fue suplente y entró en las semifinales frente a Bélgica a los 42 minutos del ST.
Norberto “Beto” Alonso fue el 10 de River en la década del 70-80 (campeón de América y del mundo) jugando por momentos como mediocampista ofensivo del 4-3-3 y como enganche en un 4-3-1-2. Fue suplente en el Mundial 78, donde jugó 3 partidos. Dio la asistencia para el gol que llevó a River a la cima del mundo en 1986.
Colombia, con “El Pibe” Valderrama (1987-1998) fue el símbolo de cómo Argentina hizo escuela por esas tierras y el 5-0 de 1993 quedará para siempre en la retina de todos.
El Boca de Bianchi, bicampeón de América 2000-2001 y campeón del mundo en el 2000, se armó firme de atrás para adelante con un mediocampo equilibrado y tuvo a Juan Román Riquelme como “enganche” (por eso muchos lo consideran “El último 10”) y 2 delanteros con características bien diferentes: Palermo era el típico 9, centrodelantero, y era acompañado por otro con características de wing que jugaba por ambos laterales (Barros Schelotto y Delgado). De la actuación de Riquelme frente al Real Madrid en la final del 2000 se va a seguir hablando por muchos años. Sólo jugó el Mundial 2006.
Bochini declaró que él, Riquelme y Aimar fueron “los mejores enganches de la historia del fútbol argentino”. Un detalle: Bochini era el ídolo de Maradona de chico y Aimar el de Messi.
La edad es un factor para que quienes nacen como mediocampistas ofensivos o “mediapuntas” y terminan en este rol, como puede ser el caso de Maradona y Messi, que no nacieron “enganches”.
El enganche parece una especie en peligro de extinción. Lo cierto es que la evolución del fútbol hizo que se reconviertan Zidane, Ronaldinho, Xavi, Iniesta, Modric. Sin ir más lejos, Leandro Paredes, Rodrigo De Paul, Alexis Mac Allister y Giovani Lo Celso, del mediocampo de la Argentina de Scaloni, se formaron como “enganches”.
7. El 3-5-2
Cuando la tendencia era sumar defensores y sacar delanteros, Carlos Salvador Bilardo con Argentina fue quien decidió el regreso de los 3 defensores y llevó a la cima mundial este sistema de juego.
El 3-5-2 prescinde de los defensores laterales y “wines” del 4-3-3 y genera una superpoblación en el mediocampo.
Los defensores laterales de la línea de 4 se reconvierten en “stoppers” (los más defensivos) o en “laterales-volantes” (los que más ofensivos) que no sólo jugaban por su lateral, sino que podían hacer diagonales por dentro también: por ese motivo Bilardo nunca aceptó el término “carrileros” con el que muchos llamaron a esa función. (7)
Alemania en 1990 y Brasil en 2002 también fueron campeones mundiales con el 3-5-2.
Argentina campeón del mundo 1986 y el nacimiento del “Bilardismo”
Luego de un inicio negativo con la Selección Argentina (15 partidos jugadores, 3 ganados), Bilardo puso en práctica este sistema en algunos amistosos contra equipos europeos previos al Mundial 86.
En los primeros partidos, Bilardo dispuso un 4-3-1-2 con Maradona y 2 delanteros. Pero la suspensión del defensor lateral izquierdo Garré para los Cuartos de Final con Inglaterra generó el cambio que “el Narigón” venía pensando: línea de 3 defensores, se reforzó más el mediocampo con la entrada de Enrique y el dibujo fue algo más cercano al 3-5-1-1, con Maradona brillando por toda la cancha y Valdano como único delantero. Este dibujo se mantuvo en Semifinales en Bélgica y en la Final con Alemania.
Argentina jugó un gran mundial: tuvo a Maradona en la actuación individual más brillante de la historia, pero además un gran equipo. Enfrentó a 4 selecciones campeonas del mundo, ganó 6 de sus 7 partidos, sólo empató contra el vigente campeón, con 11 goles a favor y no necesitó nunca definir por penales. Tuvo su mejor momento en el mundial 86 y nunca más volvió a parecerse.
En Italia 1990 llegó nuevamente a la final sin la base del Mundial 86, con un equipo diezmado y un Maradona que estaba lesionado y lejos de su mejor nivel. El 3-5-2 con el que fue campeón ya era algo más cercano a un 5-3-1-1, con laterales-volantes que pensaban más en defender que atacar y arriba Diego con Caniggia intentando algo heroico, como sucedió frente a Brasil. Hizo sólo 4 goles en 7 partidos.
El 3-5-2 de Brasil
Brasil históricamente jugó con defensores laterales ofensivos, que por momentos atacaban más de lo que defendía. Su historia marca que siempre tuvo un mediocampista central defensivo encargado de los relevos.
Para el Mundial 2002, Luiz Felipe Scolari decidió darle solidez a un equipo repleto de figuras y pensó en una línea 3 defensores para liberar a sus históricos defensores laterales Cafú (capitán, 32 años) y Roberto Carlos (29 años) junto con un ataque temible: Ronaldinho, Rivaldo y Ronaldo.
Ganó los 7 partidos que jugó, con 18 goles a favor y sólo 4 en contra.
8. El 4-5-1
Si bien en su organización en el campo parece un sistema de juego “defensivo”, por sólo contar con 1 delantero, este sistema nace con el Brasil de 1982, uno de los equipos más recordados de la historia por la calidad de jugadores, que pobló el mediocampo de jugadores de buen pie.
Es uno de los sistemas de juego más utilizados en la actualidad, porque permite adaptarse con el 4-3-3 y el 4-4-2.
El 4-3-2-1 de Francia (1998-2000)
La consagración de Francia en el Mundial 1998 se dio con esta variante: Deschamps de mediocampista más defensivo y Zidane junto Djorkaeff de mediocampistas ofensivos.
Carlo Ancelotti, que fue mediocampista del histórico Milán de Arrigo Sacchi, sacó en 2013 el libro “Mi árbol de navidad” hablando de esta variante.
El 4-2-3-1 de Italia 2006 y Francia 2018
La variante 4-2-3-1, con 2 mediocampistas dividiéndose la base del medio y 3 mediocampistas ofensivos (muchas veces delanteros retrasados), tiene tantas similitudes con un 4-3-3 que muchos equipos pasan por momentos de los partidos por ambos posicionamientos.
En el Mundial 2006, tanto Italia como Francia utilizaron este sistema en el 2006: por características de los jugadores Italia era más cercano al 4-4-1-1, que contaba con 4 mediocampistas y Totti de mediapunta, mientras Francia tenía fue un claro 4-2-3-1 con 3 futbolistas ofensivos (Ribery, Zidane y Malouda) acompañando a su centrodelantero.
En el Mundial 2018, la Francia de Deschamps (el capitán de 1998) se podría analizar desde su posicionamiento como un 4-2-3-1, pero también un 4-3-3 o hasta un 4-2-4.
El futbol moderno requiere que todos ataquen y defiendan: recordá el partido contra Argentina donde recupera la pelota Mbappé para su carrera de 60 metros a casi 37 km/h y el gol del 2-2 en el que desborda el lateral izquierdo y define el lateral derecho.
Conclusiones
¿Un 4-2-3-1 con “falso 9” que sería?
Si bien el Barcelona de Guardiola en teoría partía de un 4-3-3, cuando Messi jugó de centrodelantero contra el Santos de Brasil en el 2011 fue tal superpoblación en el mediocampo que en España se habló del sistema 4-6-0… ¡o hasta 3-7-0!
El futbol moderno requiere de 11 futbolistas inteligentes, que sepan defender y atacar, que puedan cambiar de sistemas en distintos momentos del mismo partido. Por eso Menotti criticaba a quienes quieren definir al fútbol por “números telefónicos”.
La Argentina de Scaloni: ¿4-3-3, 5-3-2 o 4-4-2?
Cambia el sistema de juego, pero no la idea.
“Más que decir que el Mundial lo gana el que defiende bien, yo diría que lo gana el que es inteligente. Hay que saber cuándo atacar y cuándo defender” (Scaloni, previo al mundial).
Así lo sintetizó Vicente Muglia en el artículo “Las Variantes Tácticas del campeón del mundo” que escribió una vez finalizado el Mundial para Diario Olé (8):
– Argentina, salvo en el debut ante Arabia Saudita en el que cambió su estilo de juego ante la estrategia que planteó el rival, fue un equipo que mantuvo la identidad que lo caracterizó durante gran parte del ciclo Scaloni.
– Una Selección sólida atrás, con mucho juego en el medio y contundente adelante.
– Una Selección que respetó la esencia histórica del fútbol argentino. La del juego asociado, la de buscar juntar a los buenos. Un equipo lleno de N°10 (Messi, De Paul, Mac Allister, Enzo Fernández, Papu Gómez, Paredes y eso que faltó Lo Celso) cumpliendo distintos roles para poder adaptarse a las necesidades tácticas y estratégicas para cada partido.
– Un equipo que hizo apología del ataque funcional en lugar del juego posicional que dominó al mundo en los últimos 10 años post Barcelona de Guardiola. Donde los jugadores se ordenan alrededor de la pelota y no a través de la ocupación racional de los espacios.
– Sin extremos fijando a laterales, con el juego interno como prioridad y con las bandas libres para la proyección de los laterales, Argentina mostró otra manera de jugar. Y de ganar.
Referencias:
- El padre de la táctica. Vicente Muglia para Diario Olé.
- Jonathan Wilson. La pirámide invertida. (Pag. 69).
- Cristian Lovrencevich. Análisis de la evolución de los sistemas de juego en el fútbol. EF Deportes. 2002.
- Novedades tácticas en los Mundiales: “il método” de Italia en 1934. Vicente Muglia para Diario Olé.
- Vicente Muglia en Novedades tácticas en los Mundiales: los cinco N°10 de Brasil vs. el catenaccio en 1970
- Messi de falso 9 y sus antecesores en la historia. Vicente Muglia (Olé)
- https://www.youtube.com/watch?v=MFpK0JUWutw&ab
- https://www.ole.com.ar/tactica/scaloni-tactica-seleccion-argentina-campeon-mundial_0_58R3QnIQL5.html
- Algunas imágenes fueron tomadas de Coaches’ Voice
