por Darío Ocampo, socio del CIHF
River Plate es uno de los equipos argentinos que disputará el Mundial de Clubes 2025. Esta será la quinta ocasión en la que jugará el título mundial y la primera en la que lo hará sin ser el vigente campeón sudamericano. A continuación, un repaso por los antecedentes que marcan su historia en los torneos globales de clubes.
River da la vuelta olímpica en Japón
Mientras en Argentina aún resonaban los festejos por el título mundial conseguido por la Selección de Bilardo y Maradona en México ´86, River levantó en Japón el trofeo que lo consagró como el mejor del planeta. Fue un año atravesado por el entusiasmo futbolero, en el que el deporte ofrecía un respiro a una sociedad que, en plena transición democrática, seguía ajustándose tras la salida de la dictadura militar.
River Plate se consagró en la Copa Libertadores de América por primera vez en 1986. Para dejar atrás los dos subcampeonatos (1966, contra Peñarol; 1976, versus Cruzeiro), superó a América de Cali en el Monumental por 1-0 y concretó el resultado global de 3-1.

Como representante de la Conmebol, disputó la Copa Europeo-Sudamericana -coloquialmente llamada “Copa Intercontinental”- a finales del mismo año contra Steaua Bucarest. Los rumanos, los primeros del bloque comunista en ganar la Copa de Campeones de Europa, llegaban tras superar en la tanda de penales por 2 a 0 a Barcelona, tras la igualdad sin goles en el Estadio Ramón Sánchez-Pizjuán de Sevilla. De esa manera, tanto el equipo rumano como el argentino hacían realidad su debut en el certamen intercontinental con el título mundial en juego.
En el duelo cumbre, disputado en el Estadio Nacional de Tokio ante 62 mil espectadores, Antonio Alzamendi convirtió el gol determinante. El tanto llegó a los 28 minutos del encuentro, cuando el Beto Alonso jugó rápido un tiro libre en mitad del campo rumano. La pelota filtrada llegó a Alzamendi, quien remató de derecha. Dumitru Stingaciu, el arquero rival, detuvo el tiro, pero concedió un rebote que el delantero uruguayo no desaprovechó. Con un cabezazo inapelable, Alzamendi puso por delante a River. El resultado no se modificó nuevamente y los argentinos complementaron el éxito de México 1986 con la primera victoria en la Copa Intercontinental de River Plate.
Entre los autores de la gesta riverplatense, en tiempos previos a la Ley Bosman que permitían ver más seguido a campeones mundiales en nuestro fútbol, estaban el arquero Nery Pumpido, el defensor Oscar Ruggeri y el mediocampista Héctor “Negro” Enrique. También dos uruguayos mundialistas, como lo fueron Antonio Alzamendi y el defensor Nelson Gutiérrez, eran parte del plantel, al igual que Juan Gilberto “Búfalo” Funes, Néstor “Pipo” Gorosito y Claudio Morresi. Américo “Tolo” Gallego y el Beto Alonso -ambos, campeones mundiales en Argentina ´78- aportaron una importante cuota de experiencia al equipo dirigido por Héctor “Bambino” Veira.
River cae por primera vez
El Millonario consiguió su segunda Copa Libertadores el 26 de junio de 1996 tras vencer en la final al mismo rival que diez años atrás se le había opuesto: América de Cali. River había caído ante los colombianos 1 a 0, pero revirtió el resultado y se convirtió en campeón en casa. Hernán Crespo fue clave para esta conquista: autor de 10 goles en el torneo, marcó los dos tantos decisivos de la final.
Juventus, campeona de Europa por segunda vez en su historia, fue el siguiente rival del River dirigido por Ramón Díaz. Entre sus comandados, estaban el arquero Roberto Bonano; los defensores Eduardo Berizzo y Juan Pablo Sorín y los atacantes Ariel Ortega, Enzo Francescoli y Marcelo Salas.
El partido se disputó el 26 de noviembre de 1996 en Tokio y fue triunfo del equipo italiano. Alessandro Del Piero a los 81’ convirtió el gol que les dio la victoria en la Copa Intercontinental a los de Turín. Si bien los jugadores europeos fueron acusados de haber jugado dopados, esto nunca fue probado y concretaron, además de la primera caída de River en torneos globales, su segunda conquista intercontinental.

Aquel encuentro se dio pocos meses después de la implementación de la Ley Bosman, que revolucionó el fútbol europeo al permitir la libre circulación de jugadores entre países de la Unión Europea. Esta norma fortaleció el poder de los clubes del Viejo Continente, que empezaban a conformar verdaderas selecciones multinacionales. De hecho, Juventus ya anticipaba el modelo globalizado que dominaría el fútbol desde entonces con jugadores como el defensor charrúa Paolo Montero, los franceses Didier Deschamps y Zinedine Zidane y el yugoslavo Vladimir Jugović en su equipo.
Messi, Suárez y Neymar avasallan a River
La tercera vez que River disputó el título fue la primera en la que lo hizo mediante la Copa Mundial de Clubes de la FIFA. El 5 de agosto de 2015, la Banda goleó 3-0 a Tigres UANL de México para coronarse campeón de la Copa Libertadores por primera vez bajo las riendas de Marcelo Gallardo.
River Plate inició su paso en la Copa Mundial de Clubes de la FIFA en las semifinales, donde enfrentó a Sanfrecce Hiroshima. Con un gol de cabeza de Lucas Alario, River eliminó al conjunto japonés, que había clasificado al torneo como representante del país anfitrión en carácter de campeón de la J League -la liga japonesa-.
Por tercera vez, River jugó una final por el título mundial; otra vez, el rival fue el campeón de Europa. Se enfrentó a FC Barcelona, que gozaba del trío ofensivo MSN, compuesto por Lionel Messi, Luis Suárez y Neymar Jr. El 20 de diciembre de 2015 en Yokohama, el equipo culé superó sin complicaciones al campeón sudamericano por 3 a 0, gracias a dos goles del uruguayo Suárez y un tanto del argentino Messi. El 9 del Barcelona fue el máximo goleador del certamen con cinco goles y fue reconocido como el mejor jugador del torneo. Por su parte, River acumulaba ya dos derrotas por finales del mundo.
Neymar Jr. se enreda en las piernas de Leonel Vangioni, a centímetros de la pelota. Jonathan Maidana acompaña con atención la jugada que Matías Kranevitter observa desde atrás.
La “resaca” de Madrid y el bronce como consuelo
La segunda presentación de la Banda en la Copa Mundial de Clubes se produjo en 2018, en Emiratos Árabes Unidos. Para jugarse lo que hasta ahora fue su última oportunidad de consagrarse campeón global, River Plate alzó la cuarta Libertadores de su historia. Fue tras vencer 3-1 a Boca Juniors, su eterno rival, en la final de Madrid que pasó a la historia.
Fue precisamente nueve días más tarde de tamaño triunfo que Marcelo Gallardo y compañía comenzaron su tránsito en el torneo mundial, desde las semifinales. El rival fue el representante local, el campeón de la Liga Árabe del Golfo: Al Ain.
Vistiendo su camiseta alternativa de tonos violetas, los argentinos supieron sobreponerse al gol marcado por el sueco Marcus Berg y pasaron a ganar 2-1 con goles de Rafael Santos Borré en solo cinco minutos. Sin embargo, los anfitriones lograron establecer el empate con un tanto del brasilero Caio. Gonzalo “Pity” Martínez desperdició un penal al estrellar la pelota contra el travesaño y el pase a la final se tuvo que decidir en los lanzamientos desde los once metros. Tras la atajada de Khalid Eisa al disparo de Enzo Pérez, Al Ain se impuso 5 a 4 a River y avanzó a la final.
Los Millonarios, por la caída, accedieron a disputar el partido por el tercer puesto contra Kashima Antlers, cuadro japonés que había sido derrotado por Real Madrid en la otra semifinal. Esta vez, River fue contundente: 4-0. Bruno Zuculini, Martínez -dos veces- y Borré hicieron los goles con los que los sudamericanos se lavaron la cara tras la “resaca” de Madrid, como fue calificada la sorpresiva caída en semifinales.
Por primera vez, River Plate no logró, tras ser campeón de la Libertadores, disputar la final por el título de campeón mundial y tuvo que conformarse con la medalla de bronce de la Copa Mundial de Clubes de la FIFA.
Balances dispuestos a modificarse
River ha logrado ser campeón del mundo una sola vez, al ganar la Copa Intercontinental 1986. La victoria ante Steaua Bucarest es la única que tiene ante un cuadro europeo. Su balance contra equipos de la UEFA arroja un saldo negativo, compuesto por la victoria mencionada y dos derrotas (25% de eficacia). Tales caídas lo han dejado subcampeón, el puesto que más veces le ha tocado ocupar en las cuatro ocasiones en las que aspiró al título de campeón mundial: tres.
Además de ser campeón solamente una vez, River ocupó en solo una oportunidad el tercer puesto. Para ello, doblegó 4-0 a Kashima Antlers en 2018 en lo que supone el triunfo más holgado de la Banda en su historia en torneos globales. Fue justamente en el torneo desarrollado en Emiratos Árabes Unidos que River Plate alcanzó su pico goleador: 6 tantos en todo el certamen. En ese aspecto, la contracara está en la Copa Intercontinental 1996, donde no convirtió goles contra Juventus.
La peor derrota que ha sufrido el elenco millonario fue la que le asestó Barcelona en 2015: 3-0. Para meterse en la final, superó por la mínima a Sanfrecce Hiroshima. Aquel triunfo, el primero ante un equipo japonés, es una de las 2 victorias del historial riverplatense ante equipos de la AFC (Asian Football Confederation). El balance frente a los cuadros de la confederación asiática se completa con el empate contra Al Ain de 2018, lo que termina de darle forma al 77,8% de eficacia para River.
Quien más goles marcó para River en las contiendas globales fue Rafael Santos Borré, con 3 anotaciones. Gonzalo “Pity” Martínez le sigue en la tabla de goleo con 2 tantos, también hechos en 2018.
El balance total de River Plate en las competencias que pusieron en juego el título del mundo arroja una eficacia del 52,94% (9 puntos obtenidos de 17 posibles). Este resultado es producto de 3 victorias, 1 empate y 2 derrotas que integran el historial millonario en este tipo de torneos.
En Estados Unidos, los argentinos harán su quinta aparición en un torneo global. Al enfrentar a Urawa Red Diamonds, modificarán su historial ante equipos de la AFC. Cuando choquen con Monterrey, escribirán su primer antecedente en este tipo de disputas ante un cuadro mexicano y del mismo continente. Una vez que midan fuerzas con Internazionale, verán afectados sus balances ante equipos italianos y versus europeos. De lo que no hay duda es que un nuevo episodio en su historia está por escribirse.