por Leandro Baschar, socio del CIHF
Polonia, la República Federal de Alemania, Inglaterra, Escocia, Francia, Yugoslavia y Alemania del Este. Siete partidos. Siete selecciones europeas. Al leer estos nombres, uno puede pensar que fueron los rivales de Argentina en una Copa del Mundo. Sin embargo, todo se dio entre el 29 de mayo y el 12 de julio de 1977 en nuestro país, prácticamente un año antes de disputarse el Mundial de 1978.
Desde que asumió la Dirección Técnica nacional, el “Flaco” César Luis Menotti tuvo como idea dotar a nuestro seleccionado de la competitividad necesaria para estar a nivel de las grandes potencias, no solo futbolísticamente sino, especialmente, físicamente. Dentro de esta planificación y orden, diagramó una serie de amistosos internacionales para preparar al Seleccionado Nacional de cara al Mundial ´78.
La época del año coincidió con la que se iba a desarrollar el mundial al año siguiente; también la cantidad de partidos, siete, el número necesario para ganar la Copa. La diferencia iba a estar en el escenario elegido: todos a jugarse en la Bombonera.
En esta serie de partidos sucedieron hechos que fueron determinantes para delinear el plantel que iba a consagrarse al año siguiente.
El punto de partida fue el 29 de mayo, en la Bombonera, contra Polonia, que venía de ser tercero en Alemania ‘74. Fue victoria 3-1. Sin embargo, los polacos habían pegado primero. “Nadie salió embriagado de fútbol”, dijo El Gráfico; “Le ganamos a un equipo de jerarquía ubicado entre los mejores cinco seleccionados del mundo”, expresó Menotti en conferencia. El primer once de la serie fue el siguiente: Gatti; Pernía, Olguín, Killer, Carrascosa; Ardiles, Gallego, Villa (59’ Bochini); Bertoni, Luque, Ortíz (60’ Larrosa).
A doce meses de iniciarse el Mundial, la defensa era muy diferente a la que luego iba a ser campeona: Gatti; Pernía, Olguín, Killer y Carrascosa. Tan solo se mantuvo Olguín pero actuando como lateral derecho.
Según la “computadora” de El Gráfico, las figuras fueron Bertoni, Luque y Carrascosa. La opinión de los distintos medios resaltaba el triunfo, pero aclaraba que al equipo todavía le faltaba.
El segundo encuentro, disputado el 5 de junio, trajo una brava parada: Alemania Federal, el campeón del mundo vigente. “Perdimos con los mejores”, tituló La Deportiva. Fue derrota por 3 a 1. Otros medios fueron más duros: “Dos años y medio sin progresos elocuentes”, espetó La Prensa, en referencia al tiempo de asunción del mando de Menotti.
Otra preocupación de los medios fueron los tres goles en contra de cabeza. Sin embargo, el Flaco, destacó que “jamás un equipo nuestro jugó con la dinámica con que lo hizo este conjunto”. Claramente el análisis pasaba por otro lado, más por el rigor físico que por el andamiaje futbolístico. Ante la atenta mirada de Havelange, quien estuvo en el estadio, Argentina formó de la siguiente manera: Gatti; Pernía, Olguín, Passarella, Carrascosa (45’ Tarantini); Ardiles, Gallego, Villa (44’ Bochini); Bertoni, Luque, Larrosa (75’ Ortíz).
El saldo negativo, más allá del resultado, fue que aquel fue el último partido de Gatti en la serie, dado que tuvo que realizarse una intervención en los meniscos, y la posterior lesión de Villa.
La tercera cita de la serie tuvo lugar el 12 de junio, ante Inglaterra. “Argentina y sus dudas”; “Sin definición ni personalidad no hay equipo”; “El tiempo es implacable y va a jugar en contra”; “La serie en debacle: Argentina no supo salvar el espectáculo” y “Pernía: el más regular en medio de la pobreza” fueron algunos de los duros titulares que la prensa tuvo luego del empate en uno ante un flojo conjunto inglés. Un auténtico golazo de Bertoni de tiro libre salvó la ropa.
Lo más “positivo” del partido fue que se jugó ante un rival que propuso algo distinto: ocho hombres de mitad hacia atrás, y el intento infructuoso de encontrar espacios. El once local fue: Baley; Pernía, Killer, Passarella, Tarantini; Ardiles, Gallego, Bochini; Bertoni (Rocha), Luque, Ortíz (Larrosa).
El 18 de junio fue el turno del cuarto encuentro, esta vez ante Escocia. Se iban a pronunciar los cuestionamientos, ante un rival que, a priori, se lo consideraba de menor jerarquía.
Baley; Pernía (expulsado), Killer, Passarella, Carrascosa; Ardiles, Gallego, Larrosa (70’ Trossero); González (60’ Tarantini), Luque y Houseman; fueron los protagonistas de un empate en un tanto (ambos goles de penal). Argentina comenzó perdiendo a los 77, y lo empató tres minutos más tarde con un tiro desde los doce pasos de Passarella.
“Un proceso regresivo” dijo La Deportiva; “Muy poco para destacar” y “Una conferencia de prensa sin respuestas coherentes”, dijo La Nación; mientras que El Gráfico, en un tono menos alarmante, expresó que “Argentina llegó a funcionar bastante bien, con ritmo, con claridad y con sentido de equipo, en los últimos 20 minutos del primer tiempo y en los primeros 12 del segundo. Ahí se produjeron las expulsiones y sobrevino el contagio de histeria colectiva”.
El retorno de Houseman fue de lo más destacado, quien había estado suspendido por Huracán y se había perdido los partidos iniciales. A su vez, fue el último partido de Pernía en la Selección, quien vio la roja en el encuentro fruto de un altercado con un rival; al mismo tiempo, la polémica se trasladó también al arco. La salida de Gatti originó la titularidad de Baley y la suplencia de La Volpe, quienes iban a terminar siendo los arqueros por detrás de Fillol un año después. Incluso Menotti estaba en el ojo de la tormenta y, algunos, pedían su remoción.
El 26 de junio, otro empate, esta vez en cero y ante Francia fue el quinto encuentro de la serie. “Mediocridad sin variación”, tituló La Nación que continuaba con su disconformidad ante el rendimiento nacional. Fue quizás la peor producción, estando Francia muy cerca de abrir el marcador.
Los seleccionados fueron: Baley; Tarantini, Killer (Olguín), Passarella, Carrascosa; Larrosa, Gallego, Villa; Houseman, Luque (Trossero), González (Ardiles).
Sin embargo, el Flaco redobló la apuesta y en la conferencia manifestó: “Sigo creyendo que Argentina tiene posibilidades de estructurar un team competitivo”; “sigo creyendo en este fútbol y lo mantengo más allá de los resultados”. También se despachó contra “cierto sector que sigue presionando a los jugadores injustamente”.
Menotti seguía privilegiando la preparación y el largo plazo por sobre la inmediatez que exigían algunos. Es que, así como había obras en los distintos estadios sede mundialista, nuestro primer equipo estaba en un período de edificación y, para eso, nada mejor que competir ante los mejores.
El 3 de julio ante Yugoslavia llegó por fin la descarga: triunfo uno a cero. El gol llegó desde el punto del penal y gracias a Daniel Passarella, luego de una apilada de Houseman que fue derribado dentro del área.
Baley; Tarantini, Olguín, Passarella, Carrascosa; Ardiles, Galván, Villa (67’ Bochini); Houseman, Luque (67’ Trossero), Ortíz.
Galván tuvo una actuación destacada, facilitando la circulación de pelota. Para la siguiente parada, Daniel Killer fue descartado por lesión.
El Flaco insistía en que “Argentina está a nivel de cualquiera”; sin embargo, destacaba que el ritmo ante los europeos era distinto: había menos tiempo y se necesitaba resolver más rápido a lo que estábamos acostumbrados en nuestro fútbol local. “Si fuimos capaces de mantener un ritmo interesante durante treinta o cuarenta minutos, quiere decir que podemos lograr un nivel competitivo total”, destacaba el rosarino. Menotti estaba conforme con que habíamos dado la talla en cuanto a competir y que no nos habían pasado por arriba físicamente, algo que sí se pudo ver en el Mundial de 1974.
El 12 de julio llegábamos al final de la serie. El rival, Alemania del Este. Vale mencionar que estos dos últimos, Yugoslavia y la República Democrática Alemana, fueron conjuntos que pasaron a la segunda fase en el mundial de 1974. Por fin, La Nación tituló: “Una victoria con plena justicia”.
Baley; Tarantini, Olguín, Passarella, Carrascosa; Ardiles (82’ Rocha), Galván, Villa; Houseman, Luque, Ortíz, fueron los artífices del convincente triunfo. Houseman y Carrascosa los autores de los goles. Según El Gráfico, Tarantini, Carrascosa y Houseman merecieron un 10 como calificación; Ardiles y Passarella un destacado 9.
“La Selección Argentina cerró una serie internacional que bien podemos considerar histórica con una performance convincente. No por el resultado -triunfo claro por 2 a 0 sobre los alemanes orientales- que es una simple anécdota cuando lo que se busca es algo más trascendente, más definitivo, sino porque se ha dado un paso adelante en el objetivo de ir formando un conjunto con nivel de competición. El saldo más importante de esa victoria fue la comprobación de que Argentina está en condiciones de confrontar internacionalmente, porque además de jugadores con aptitud técnica el equipo de Menotti exhibió justamente eso que solemos echar de menos en las selecciones albicelestes: funcionamiento y espíritu de equipo”, dijo Héctor Onesime para la Revista El Gráfico.
Nos habíamos demostrado a nosotros mismos que nuestros jugadores estaban aptos futbolística y físicamente para competir ante los europeos. A su vez, faltaban nuestros players que se desempeñaban en Europa (como Kempes, quien no estuvo presente en ninguno de los partidos de la serie). Sin embargo, como puede observarse, con el devenir de los partidos se fue perfilando un once al que todavía le faltaban retoques de cara al equipo que comenzaría jugando ante Hungría en el arranque de la Copa del Mundo de 1978. Para algunos, pareció que en esta serie se les fue el último tren para ser parte de los finalmente convocados.
El Flaco se mantuvo siempre mucho más tranquilo que lo que el entorno le exigía. El objetivo de la serie estuvo cumplido con creces en cuanto a ver dónde estábamos parados. Tres triunfos, tres empates y tan solo una derrota, con nueve goles a favor y seis en contra, manteniendo la valla invicta en tres ocasiones, terminaron siendo una cosecha destacable incluso a nivel numérico.
Partidos jugados (titulares o ingresando) en la serie:
- Ardiles: 7*
- Luque: 7*
- Passarella: 6*
- Tarantini: 6*
- Carrascosa: 6
- Gallego: 5*
- Villa: 5*
- Ortíz: 5*
- Larrosa: 5*
- Baley: 5*
- Olguín: 5*
- Killer, Daniel: 4*
- Pernía: 4
- Bochini: 4
- Houseman: 4*
- Bertoni: 3*
- Trossero: 3
- Gatti: 2
- Rocha: 2
- González: 2
- Galván, Rubén: 2*
Nota: con asterisco quienes finalmente integraron la nómina mundialista en 1978.
Goles convertidos en la serie:
- Bertoni: 3 (1 de penal)
- Passarella: 3 (2 de penal)
- Luque: 1
- Houseman: 1
- Carrascosa: 1
𝐅𝐮𝐞𝐧𝐭𝐞𝐬:
- Libro “El mundialito en la Bombonera”, Guillermo Cuccioletta
- Diario “La Nación”
- Diario “La Prensa”
- Revista “El Gráfico”
- Revista “La Deportiva”
- Sitio web: https://www.rsssf.org/