Las ediciones del clásico de Avellaneda entre 1956 y 1960 fueron diez. En ese lapso se sancionaron 8 penales: siete para Racing y uno para Independiente. Los de la “Academia” los ejecutó Oreste Osmar Corbatta, uno de los más efectivos en la materia, ya que erró muy pocos en su carrera.
Por Ricardo Gorosito, socio del CIHF.
El primero ocurrió en la primera rueda de 1956 en el estadio Presidente Perón. A los 35 minutos del segundo tiempo Racing ganaba 1 a 0 (gol de Corbatta) cuando el árbitro inglés Ronald Lynch sancionó un penal por falta de Jorge Mousegne contra Humberto Maschio. Se vio entonces al arquero “Rojo” Elías Abraham salir rápidamente a protestar y en su impulso se llevó por delante al juez, quien no dudó en expulsarlo. Al no haber cambios, el defensor Jorge Urriste ocupó la valla y fue vencido por el certero remate de Corbata que se transformó en el segundo gol sellando la victoria 2 a 0. Días después, el Tribunal de Penas sancionó al arquero con un año se suspensión.
En la segunda rueda empataron 2 a 2 en Alsina y Cordero y nuevamente Corbatta de penal anotó la primera conquista de Racing por una falta de Britos sobre Pizzuti.
Cuando se midieron en la primera rueda de 1957 (fecha 12), Independiente venía de cuatro derrotas al hilo y las perspectivas no eran las mejores. Los rojos estaban penúltimos con 9 unidades a tres de Ferro, el “farolillo rojo” como dicen en España. Racing en tanto se ubicaba cuarto a 8 del puntero River que ya iba tomando distancias. No obstante, Independiente dio la nota al ganar 3 a 2 como visitante y Corbatta convirtió un nuevo penal, esta vez sancionado por foul de David Acevedo a Juan Carlos Mendiburu, poniendo el marcador parcial de 2 a 1.
El clásico de la primera rueda de 1958 se jugó el 3 de abril (jueves santo). Estaban 1 a 1 cuando el inglés Robert Turner sancionó una falta en el área roja en el minuto 87. Corbatta tomó la falta justo en el arco donde estaba la parcialidad racinguista, pero el veterano Julio Cozzi detuvo el remate impidiendo la victoria albiceleste.
En la segunda rueda, cuando Racing se encaminaba hacia el título, se enfrentaron en el Cilindro y la “Academia” logró un amplio triunfo por 4 a 1. Nuevamente Corbatta se hizo presente con un nuevo penal que significó el momentáneo empate ya que Osvaldo Cruz había puesto en ganancia a los rojos. Luego del segundo gol racinguista hubo otro penal, esta vez para Independiente, que muy mal ejecutado por Cruz, fue detenido por Osvaldo Negri.
En 1959, volvió el arquero Abraham a enfrentar a Racing luego de aquel fatídico encuentro de 1956. Esta vez todo fue normal y también normal el resultado de la ejecución de Corbatta, que acertó al convertir el único gol de Racing. Independiente se impuso esa tarde 3 a 2.
Por último, en el clásico de 1960 jugado el 14 de agosto, Independiente jugó como local en cancha de Huracán por estar remodelando su estadio. Empataron 3 a 3 en un movido partido. Estando 2 a 2 a 15 minutos del final, una falta de Rolan contra el propio Corbatta fue castigada por Praddaude. Esta vez el arquero fue Osvaldo Toriani el que resultó vencido. Sobre el final igualó D’Ascenzo, héroe rojo de esa tarde al señalar tres goles.
Siete penales consecutivos para uno de los dos bandos, nunca se dio ni antes y después en el clásico de Avellaneda.
Hubo otro en 1955 pero no fue ejecutado por Corbatta, sino por Adalberto Rodríguez y contenido por Abraham. No lo incluimos ya que queríamos destacar la efectividad de Corbatta.
Epígrafes:
Foto 1) 1956 – Racing 2 Independiente 0 en el estadio Presidente Perón. Expulsado Elías Abraham, el defensor Jorge Alejandro Urriste fue al arco como improvisado arquero. Racing aseguró la victoria.
Foto 2) El penal que convirtió en la segunda rueda de 1956 batiendo a Julio Cozzi. Obsérvese la similitud con el anterior.
Foto 3) Julio Cozzi detiene el penal de 1958. Puede advertirse que iba al mismo palo que los dos anteriores. Fue uno de los pocos errados por el genial puntero.
Protagonistas
Foto 1: Corbatta // Foto 2- Abraham // Foto 3 . Cozzi.