Sumar y dividir: 40 años de promedios

Después de una corta experiencia que duró sólo seis años (1957 – 1962) en 1982, por iniciativa de Julio Grondona, comenzó a regir, desde la temporada siguiente, el sistema que iba a determinar los equipos que bajarían de categoría, en ese momento a la 1ª B (luego llamada Metropolitana) y a partir de la temporada ’86 / ’87 a la 1ª B Nacional: los promedios del descenso. “El 15 de abril de 1982, la Asamblea de A.F.A. lo aprobó junto con la reelección de Grondona”, apunta Javier Roimiser, miembro del C.I.H.F., aunque la decisión estaba tomada desde diciembre de 1981”, completan Oscar Barnade, también miembro del CIHF, y Waldemar Iglesias en ‘Mitos y creencias del fútbol
argentino’.

Por José Miguel Güidi, socio del CIHF.

Desde el 12 de junio de 1983, con el inicio del Campeonato Metropolitano, los promedios marcaron – y aún lo hacen – al fútbol de nuestro país ya que, posteriormente, el sistema se implementó en todas las categorías. La tabla de promedios tenía en cuenta los puntos acumulados en el año precedente y sumaba los de la temporada en curso para dividirlos por dos y, a partir de 1984, la división sería por tres: los años en cuestión corresponderían al certamen actual más los dos anteriores. Los equipos ascendidos,  dividían los puntos sólo por los partidos del año que comenzaban a jugar.

En aquella primera fecha del Campeonato Metropolitano, Boca se impuso a San Lorenzo 2 a 1, River a Talleres 3 a 0, Huracán a Unión 2 a 0, Argentinos a Temperley 2 a 1, Ferro a Instituto 1 a 0, Estudiantes a Vélez 2 a 1 y Newell’ s a Racing 1 a 0 (jugaron el 11 de junio); empataron Racing de Córdoba con Platense 3 a 3 e Independiente con Rosario Central 1 a 1, y Nueva Chicago tuvo fecha libre.

Luego de la primera jornada quedaron en la cima de los promedios Estudiantes (28,00), seguido por Independiente (26,50) y Boca Juniors (25,00), en tanto que cerraban la misma San Lorenzo y Temperley (0) que dividían solamente por uno ya que venían del Ascenso y no tenían puntos acumulados en la temporada jugada un año antes.

Cualquiera sea la mirada acerca del motivo de su implementación, lo cierto es que en aquella primera temporada, este sistema determinó el descenso de Nueva Chicago (30,00) Racing (29,00), mientras que en la tabla de posiciones de 1983 finalizaron en los dos últimos lugares, River (29 puntos) y Racing de Córdoba (27 puntos).

Desde hace 40 años se mantiene, aún con variantes en cuanto a la cantidad de descensos: entre 1999 / 2000 y 2011 / 12 se establecieron las promociones (a los dos descensos directos se agregaron las definiciones entre equipos de Primera y la B Nacional), a partir de 2012 / 13 hubo tres descensos directos solamente, no hubo descensos en 2021 y se anularon en 2019/20.

El caso más curioso, y polémico, ocurrió en la temporada 2003 / 04, cuando el sistema tuvo prioridad a pesar de que “chocó” con las copas y condenó a Talleres de Córdoba a bajar de categoría (promedio de 1,167; perdió la promoción con Argentinos) aunque con los 59 puntos accedía a la Copa Sudamericana, lugar que ocupó Arsenal (55).

En la actual temporada, los promedios se combinan con la tabla del campeonato, ya que dos equipos descenderán por el sistema utilizado desde 1983, y el restante por la tabla anual. Es decir que, si hasta el 2022 había dos tablas de posiciones para dos objetivos distintos (campeón, clasificación a copas por un lado, y descenso por otro), en este 2023 habrá dos tablas para un mismo objetivo: evitar el descenso.

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