El 19 de enero, falleció Walter Antonio Jiménez, santiagueño, delantero cerebral, astuto y goleador. Hizo las inferiores en el Club Atlético Mitre de su tierra natal, donde a los 17 años debutó en la Primera.
Por Ricardo Gorosito, socio del CIHF.
En abril de 1957, Independiente realizó una gira por el noroeste, que abarcó las provincias de Tucumán, Santiago del Estero y Catamarca. El 19 de ese mes se enfrentó al Combinado de la Liga Cultural de Santiago del Estero y si bien el resultado fue favorable al “Rojo” por 5 a 2, a los directivos les llamó la atención un centro delantero que por su juego atildado y preciso consideraron que vendría de perillas al estilo del Independiente de entonces, aquel del “paladar negro”, como se decía. Ese era Walter Antonio Jiménez, por quien rápidamente iniciaron las negociaciones para contratarlo.
Llegó al club a comienzos de 1958 y su debut en la primera fecha del Campeonato de ese año ante Rosario Central (1-1) no pudo ser más desafortunado. Una seria lesión a los diez minutos de juego, lo marginó del equipo durante siete meses. Reapareció en el mes de octubre frente a Gimnasia y señaló los goles del empate en dos.
Ricardo Bonelli, el titular desde 1954 estaba jugando sus últimas cartas en los “Diablos” y a fin de año se fue del club. De ahí en más, fue inamovible en el puesto de conductor del ataque. Tuvo destacada actuación en 1959, cuando Independiente fue animador hasta que promediando el certamen sufrió otro de los bajones típicos de esos años y finalmente fue tercero.
El de 1960 resultó el año de su consagración. En el mes de marzo lo convocó Guillermo Stábile para integrar la Selección argentina que obtuvo el III Torneo Panamericano para Profesionales jugado en San José de Costa Rica.
Luego vino el campeonato de primera donde Independiente volvió al triunfo luego de 12 años sin títulos. Jugó 28 partidos y marcó 8 goles.
Una nueva lesión en la gira por Sud y Centroamérica de comienzos de 1961 volvió a marginarlo, perdiéndose la primera mitad del campeonato. Para reemplazarlo, Independiente contrató al centrodelantero banfileño Luis Suárez, que dejó poco margen para que Walter recuperara la titularidad. Jugó apenas ocho partidos en 1962 y se marchó al Colo-Colo. Allí lo apodaron “Mandrake” y fue considerado el mejor jugador extranjero de ese tiempo.
Se radicó y se casó en el país trasandino y vistió posteriormente las casacas de Audax Italiano, Palestino, Deportes Concepción para retornar al equipo itálico en 1970 y retirarse definitivamente al año siguiente.
Regresó a Buenos Aires y abrió un restaurante próximo a la sede de Independiente en Avellaneda, donde recibía a los amigos con la calidez y afectuosidad que siempre lo caracterizaron.
Su campaña en Independiente fue de 81 partidos y 23 goles. Logró el título de 1960 y no tuvo oportunidad de jugar la Copa Libertadores de 1961 por aquella lesión en la gira. Sí pudo hacerlo para Colo-Colo en 1964, cuando enfrentó en una de las semifinales a Nacional, marcando un gol, pero el “Cacique” fue eliminado.
En la Selección argentina disputó 9 encuentros con dos goles. Uno a México en el Panamericano donde fue campeón y el restante a Uruguay en la Copa del Atlántico de 1960.
Nació en Santiago del Estero el 25 de mayo de 1939 y falleció el 19 de enero de 2023.
Walter Antonio Jiménez fue una pieza importante en el comienzo del esplendor de los “Diablos” de aquellos inolvidables años ’60.