por Jorge Concilio, socio del CIHF
Un clásico tradicional en el ascenso es, sin lugar a dudas, San Telmo – Dock Sud. Dos equipos emparentados por la cercanía de sus estadios, ambos de la ciudad de Avellaneda y separados entre sí por unas pocas cuadras. Sobre la Av. Debendetti, Dock Sud tiene su estadio y en el medio de la Isla Maciel, lo posee San Telmo.
Sus barrios son habitados en su mayoría por gente de clase trabajadora. Cuentan por allí que, en el comienzo, y durante muchísimos años, la amistad reinaba entre los seguidores de ambos equipos. Pero en los últimos tiempos los frecuentes enfrentamientos entre barrabravas, delincuentes disfrazados de hinchas, bajo los colores de una u otra divisa, hicieron que hasta los verdaderos hinchas rompieran la amistad.
Durante la década del ´60 sus choques fueron frecuentes en la Primera B, mientras que en los años ´80, los cásicos se llevaron a cabo en Primera C.
A largo de la historia “Candomberos” y “Darseneros” se han visto las caras en clásicos, en los que, además del honor, estuvo en juego el ascenso o el descenso de categoría.
Aunque se encuentren en diferentes categorías, el clásico seguirá siendo uno de los más sustanciales del ascenso.
El historial indica que jugaron 71 partidos, con 24 victorias para Dock Sud, 17 para San Telmo y empataron 30 veces. El último enfrentamiento ocurrió el 15 de septiembre de 2015 y fue victoria para Telmo por 2 a 1.
