Un caso curioso es el del noruego Simen Agdestein, que de chico jugaba al fútbol y al ajedrez, cuando jugaba en las inferiores de Lyn. Al retirarse del fútbol, volvió al tablero de 64 casillas.
Por Ricardo Gorosito, socio del CIHF.
Pocas historias se han cruzado en dos deportes tan disímiles. Creemos que el caso de Simen Agdestein es único. Nacido en Asker (Noruega) el 15 de mayo de 1967, comenzó a practicar futbol a los 8 años y a los 11 descubrió su otra pasión: el ajedrez. Hasta los 23 años alternó los dos deportes, jugando en las inferiores del FC Lyn Oslo y participando a su vez en torneos juveniles del juego ciencia, logrando rápidos éxitos. A los 15 años fue campeón de su país, el más joven de la historia y en 1985 logró el título de Gran Maestro.
Debutó en el Lyn en 1984 y hasta 1990 su club alternó en las divisiones II y III de Noruega, llegando en 1991 a la Eliteserien (Primera División). Su destacada actuación como delantero le valió ser designado para la selección donde disputó cuatro partidos en la Eliminatoria de 1989 y otros tantos amistosos, señalando un gol ante Checoslovaquia. Una seria lesión en una rodilla lo alejó del fútbol en 1992, dedicándose solo al ajedrez. Sus números en el fútbol desde 1984 a 1992, siempre en el Lyn Oslo fueron: 92 partidos de Liga con 37 goles y 6 de Copa con 6 goles.
Como ajedrecista venció en varios torneos y en 1985 estaba entre los 30 mejores jugadores del mundo. Fue sub-campeón mundial juvenil en 1986 y en 1998 descubrió el talento de Magnus Carlsen, cuando éste tenía 8 años. Hoy Carlsen lleva siete años como campeón mundial y Simen es su entrenador.
Simen Agdestein, sin duda un caso único.