El día que Maradona jugó en Moscú

por Iván Orbuch, socio del CIHF

El partido de vuelta entre el Napoli, en el que se desempeñaba Diego Armando Maradona, y el Spartak de Moscú por losmaradona-en-moscu-03octavos de final de la Copa de Campeones europea constituía el cotejo más relevante de lo que quedaba de la temporada para el equipo italiano. El encuentro de ida había culminado igualado en 0, por lo que la revancha se esperaba con gran expectativa.

Transcurría el 7 de noviembre de 1990, y los más de 100 mil aficionados soviéticos que reventaron la cancha lo habían hecho por un solo motivo: ver en vivo y en directo al más grande jugador de futbol del momento e ícono interplanetario antes de la aparición de internet. El estupor y la desazón de los hinchas se hizo visible cuando vieron que el astro argentino se iba a sentar al banco de suplentes.

Para explicar la inédita decisión del entrenador napolitano, Albertino Bigon, hace falta recordar que Maradona venía atravesando serios conflictos con el presidente del club, Conrado Ferlaino. Entrenamientos a desgano, llegadas tardías de las vacaciones y promesas incumplidas por parte del mandatario napolitano hicieron que la relación entre ambos quedará reducida a una mínima expresión de lo que había sido.

Cuando los jugadores de Napoli estaban en el aeropuerto prestos a emprender vuelo rumbo a Moscú, se percataron que su máxima figura no había arribado. Una delegación de jugadores fue a buscarlo, pero no consiguieron que Maradona los atienda. Luego de las repercusiones negativas por no haber volado junto a sus compañeros, Diego llegó a la capital del comunismo en un avión privado, lo que llamó poderosamente la atención del conjunto de la ciudadanía moscovita, según recuerda el sitio Russia Beyond. A raíz de estos cortocircuitos, la relación entre los hinchas y su símbolo comenzó a entrar en zona de turbulencias.

El partido culminó igualado sin tantos y Maradona ingresó por Gianfranco Zolá a los 64 minutos del partido, aunque su actuación fue apenas discreta. Se jugó el alargue reglamentario de 30 minutos y luego en los penales, si bien Diego convirtió el suyo, el equipo italiano perdió por 5 a 3. Unos pocos meses después, el 17 de marzo de 1991, en un encuentro contra Bari, Maradona dio positivo el control antidoping, pero esa es otra historia.

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