Fútbol sobre la mesa

por Norberto Martínez, socio del CIHF

De pibes, muchos sueñan con ser jugadores de fútbol. Quizá un poco más grandes, ser directores técnicos y más mayores aún, dirigir o presidir un club de fútbol. Todo eso se puede convertir en una “realidad jugable”, y tal vez, alguien, hasta lo haya cumplido de niño. Jugando en su casa, en la escuela con compañeros o en la vereda con amigos. Lo que les quiero contar es que el fútbol, además de jugarse en pequeños o grandes estadios, se puede jugar sobre la mesa, en el piso o donde se nos ocurra.

Hoy les traigo el “Fútbol Chapas”. Un juego de mesa cuyo origen está en análisis. Lo que podemos afirmar es que desde el invento de las tapas metálicas, tipo corona para botellas de gaseosas en Estados Unidos y su distribución al mundo, los niños comenzaron a jugar con ellas, recreando partidos de fútbol. Diez tapas serían los jugadores y un tapón (hoy de plástico, antes también metálico) el arquero. Podríamos asegurar también que en España se rescató este juego “de niños”, se lo reglamentó aunando diversos criterios y formas de juego, convirtiéndolo en una Federación con más de 30 ó 40 clubes en la península Ibérica.

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¿Cómo lo encontré en la Argentina?

Navegando por Internet en 2012. Debo aclarar que no fui el primero en jugar Fútbol Chapas en el país, ya que un profesor de Educación Física de Luján, Maximiliano Giannice, lo presentó (no recuerdo el año) en un Encuentro Nacional de Juegos de Mesa.

foto-02-chapasComenzamos a jugar en familia y, en 2015, tuvimos la primera liga en Argentina que se llamó “Liga Familiar de Fútbol Chapas”. Antes habíamos jugado torneos, pero siempre familiarmente. Por septiembre de ese año, la Asociación Civil “La Cantera, Proyectos en el Campo de la Recreación”, no invitó a un encuentro callejero en Pompeya: “El Pica, la calle hecha juego”. Meses después, participamos del “Antón Pirulero” que organiza la Escuela Normal N° 5 de Barracas. En diciembre de ese año nos invitaron a jugar en Rosario. Allí jugaban otro fútbol de mesa llamado “subbuteo”.

Con ellos jugamos la primera “Copa Argentina” que ganó Claudio Murcilli de Rosario, docente e hincha de Central Córdoba. De ahí en más fue creciendo la actividad. Llegó a la Comisión Argentina de Juegos y Deportes Alternativos (CODASPORTS), entidad presidida por Ricardo Acuña, quien nos brindó todo el apoyo para el desarrollo del juego. Jugamos varios torneos con los amigos rosarinos allá y acá.

Todo viento en popa hasta que llegó el 2020 con pandemia incluida, encierro, aislamiento y todo lo que ya sabemos. El fútbol chapas paso al plano virtual, propuestas para hacer en casa, participación en el Primer Congreso Internacional de Juegos y Deportes Alternativos Virtual, charlas vía zoom, entre otras cosas.

A principios de 2024 retomamos la actividad con nuevas expectativas. Se sumaron amigos de Gualeguay (Entre Ríos), Azul (Buenos Aires) y otras ciudades, a los que de alguna manera y en forma casi individual, estábamos jugando. Hoy se podría enumerar aproximadamente unas 9 sedes donde se juega Fútbol Chapas: Neuquén capital, Oncativo, Caleta Olivia, Gualeguay, Azul, La Rioja, Salta, Bahía Blanca y Haedo en el conurbano bonaerense.

¿Qué esperamos para el futuro?

Lograr fundar la Asociación Argentina de Fútbol Chapas, difundir el juego en todo el país, acrecentar el número de jugadores, competir más asiduamente y crear una Liga Nacional con identidad propia.

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