Independiente y una clasificación dramática

por Ricardo Gorosito, socio del CIHF

El año 1975 comenzó para Independiente de la mejor manera. En las primera seis fechas del Metropolitano solo había cedido un punto ante San Lorenzo y se destacaban las victorias como visitante ante Racing por 5 a 1 y Vélez, en Liniers, por 2 a 1. Inmediatamente, dos derrotas consecutivas cortaron esa serie y nunca más pudo reaccionar. Alternó malas y buenas (las menos) para finalmente finalizar en la 12ª. posición. En abril se esfumó el sueño de conquistar la Copa Intercontinental ante el Atlético Madrid. La victoria ajustada en Avellaneda por 1 a 0 no pudo ser sostenida en el Vicente Calderón, donde los “Colchoneros” lo dieron vuelta con un 2 a 0 que se consumó en los minutos finales con el gol del argentino Rubén “Ratón” Ayala. Se produjo en ese momento el consabido cambio de técnico. Se alejó “Pipo” Ferreiro y lo reemplazó Pedro Dellacha.

En junio, cuando se llevaban jugadas 18 fechas del campeonato, ocupaba la mitad de la tabla a 12 puntos del líder. Esto hizo que apostara sus fichas a la Copa Libertadores. Como campeón de 1974, ingresó directamente en semifinales en un grupo que también integraban Rosario Central y Cruzeiro de Belo Horizonte.

Pocos de sus simpatizantes se habrán imaginado el desenlace de la Copa, luego de caer derrotado en Arroyito y el Mineirao ambos por 2 a 0. Mientras tanto, rosarinos y brasileños, se ganaban como locales y también por dos tantos. Era imprescindible ganar a ambos en Avellaneda para aspirar a la clasificación.

Primero enfrentó a Rosario Central y se invirtió el resultado, con los goles de Pascuttini en contra y una obra maestra de Bochini que selló el 2 a 0 que lo mantenía con vida.

Ahora quedaba Cruzeiro en la Doble Visera y había que ganar y por dos goles para que todo quedara empatado y por uno más si quería pasar a la final. Pero enfrente estaban Nelinho, Vanderlei, Wilson Piazza, Dirceu Lopes, Palinha, Roberto Batata, nombres importantes.

A los 30 minutos, Nelinho estrelló un tiro libre en el travesaño y a continuación Palinha se perdió un gol hecho. Pero apenas dos minutos después, un tiro libre de Bertoni, la pelota que rebotó y Bochini que se va solo al gol. La toca frente al portero Raúl que lo toma del cuerpo cometiendo foul antes que la pelota entre y el árbitro Robles cobró el penal. Del trámite se hizo cargo Pavoni con un zurdazo fuerte, al ángulo, que hizo justicia.

gol-olimpicoLa segunda etapa mostró a otro Independiente. Más decidido, más adelantado, más agresivo. Un córner que sirvió Bertoni, la pelota que superó al arquero y se metió en el arco. Gol olímpico (imagen revista El Gráfico). Ahora faltaba uno. Minuto 66. Otro córner, también desde la izquierda, la defensa de Cruzeiro duda y Bochini, Sá y Ruiz Moreno se lanzan para conectar el cabezazo. Acierta el chico Ruiz Moreno. Tres a cero. ¡A la final por apenas un gol, ese de Ruiz Moreno!

Independiente había concretado otra hazaña copera. Con amor propio y con un gran sentido profesional como señaló “El Gráfico”. Quince días después logró la sexta Libertadores ante Unión Española en tres duros partidos. Pero era el encuentro con Cruzeiro que queríamos resaltar. Por el dramatismo que tuvo, por el júbilo y el festejo de la tribuna en una noche que los jugadores no querían que terminara nunca.

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