La historia siempre debe ser contada

por Juan Presta, socio del CIHF

El 1 de julio es en la Argentina, desde 2002, el día del historiador. Se conmemora la decisión tomada en 1812 por el Primer Triunvirato, de nombrar al Deán Gregorio Funes, para que escriba la historia de la Revolución de Mayo de 1810, con el objetivo de preservar la memoria de los héroes y las virtudes de los protagonistas de ese momento histórico.

Con esa decisión se comenzaba a contar la historia de la patria, cuatro años antes de la declaración de la Independencia y a dos años del Cabildo Abierto del 25 de mayo, que derrocó al virrey y puso a criollos al mando del gobierno del otrora virreinato del Río de la Plata.

Por extensión es también el día de los historiadores del fútbol argentino, que casi dos siglos después se juntarían para armar el CIHF. También la rica historia de nuestro fútbol merece ser contada, desde “el juego de los ingleses locos” (que en realidad en su gran mayoría eran escoceses), hasta este presente con tres títulos mundiales y 16 copas América, pasando por los románticos días del amateurismo, donde grupos de adolescentes en su mayoría, fundaron clubes como Boca, River, Independiente, Racing o San Lorenzo, sin ninguna pretensión económica, solo con el profundo deseo de jugar a la pelota.

Allí no había grandes dirigentes, sino muchachos con más ímpetu que dinero que no sabían que iban a pasar a la historia. Y que pasaron gracias a los historiadores de esos tiempos y de ahora, que hurgaron en papeles amarillentos para descubrir cómo se hicieron las cosas.

Para los historiadores cada dato es un logro, sobre todo cuando ese dato no era conocido. Disfrutan investigando historias olvidadas o contadas solamente en el seno de la familia de los protagonistas.

Cada club, por más pequeño que sea, tiene su historiador y parafraseando a Gabriel García Márquez diría que “tiene quien le escriba” y lo que hoy parece poco importante, cobra importancia mañana, debido a otros acontecimientos.

Así es la vida de los historiadores, que terminan un libro y después descubren cosas que les hubiera gustado poner. Por eso, aunque la historia se centra en el pasado es presente y es futuro, porque no habría un Messi si no hubiera existido antes un Maradona, ni un Maradona sino hubiera existido un Bochini y así podemos ir hasta el fondo de la historia con el mítico jugador de Alumni, Jorge Gibson Brown.

Feliz día a todos los historiadores y especialmente a los compañeros del CIHF, por su generosidad para compartir sus logros, por su locura para dedicarle años para confirmar un dato y por su alegría ante cada logro. Un gran abrazo para todos.

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