por Cristian Minich, socio del CIHF
Con el regreso a Primera de San Martín de San Juan, que se suma a Godoy Cruz e Independiente Rivadavia, la región de Cuyo cuenta con tres representantes en la máxima categoría por primera vez desde los torneos Nacionales. Así, los colores del oeste engalanarán a la Liga Profesional, o al menos eso se espera, ya que tanto el Tomba como La Lepra y el Verdinegro han cedido en ocasiones al marketing en desmedro de su tradición e identidad.
Godoy Cruz, que luce de azul con finas rayas blancas desde 1923, ha saltado al campo de gris, de verde, de violeta o de bordó en diferentes temporadas. Quizás, el último color ha tomado relevancia en los últimos años como segunda o tercera opción, emulando al vino tinto mendocino. Sin embargo, el orgullo Bodeguero es la divisa tradicional, que fue propuesta por Feliciano Gambarte y aprobada por los socios de la época. Se cree que las primeras podrían tratarse de las casacas de Sportivo Barracas, club con el cual también hay cierta similitud en el escudo.
Por su parte, La Lepra se viste de azul desde 1919 por iniciativa de Bautista Gargantini tras la fusión de los clubes Independiente y Sportivo Rivadavia. Antes, el Club Atlético Independiente utilizaba una divisa tricolor a rayas verdes, bordó y blancas desde su fundación en 1913. Sin embargo, en la pasada temporada, Independiente jugó dos partidos de rosa, casaca que recordó a otras verdes, rojas o naranjas que nada tienen que ver con el club y su historia.
En tanto, San Martín de San Juan es, de los tres cuyanos, el que se mantuvo más fiel a sus colores, salvo por una camiseta naranja utilizada en 2001/2002 y otra dorada en la temporada 2009/2010. Según se cuenta, la tradicional hace honor al origen humilde de la institución con el negro, ya que se erigió en 1907 tras una escisión de socios del club Atlético de la Juventud a los que llamaban “los negritos”; y con el verde a la esperanza.
Así, en 2025, el deseo será honrar los colores de Cuyo en su hora más gloriosa y llevar lo más alto posible a la blanquiazul, a la azul y a la verdinegra, porque todos los demás colores ya tienen dignos representantes a lo largo y ancho del país.