por José Miguel Güidi, socio del CIHF
El combinado rosarino era un rival competitivo y ofrecía jerarquía para la selección nacional que preparaba para jugar la Copa del Mundo en Alemania ’74¬. El destino era, sin embargo, el de un amistoso más, aunque lo de partido olvidado no cuenta para los dueños de casa: se convirtió en leyenda y fue “baile”, como lo grafica la Asociación Rosarina en su sede con un mural que, en medio de una línea de tiempo, lo titula de esa manera.
Hace 50 años, el miércoles 17 de abril de 1974, el estadio de Newell’ s fue el escenario para el amistoso entre la selección y un combinado de Rosario, formado para la ocasión. Los equipos rosarinos eran sensación con los campeonatos que había obtenido Rosario Central en el Nacional ’71 y ’73; pocos meses después, Newell’ s sumaría su primer título en AFA, con el Metropolitano. La decisión de los entrenadores Carlos Griguol y Juan Carlos Montes, de Central y Newell’ s respectivamente, fue elegir cinco jugadores de cada equipo y uno que no era de ninguno de los dos: Tomás Felipe Carlovich, de Central Córdoba.
El mural que recuerda un partido que se transformó en leyenda para los rosarinos
(Foto: Asociación Rosarina de Fútbol)
“Otro papelón del seleccionado”, tituló el vespertino “La Razón”, que destacaba la “fluidez, cohesión y ritmo del ganador cuyo mérito se hace mayor si se tiene en cuenta que la relación entre sus componentes es efímera…”. En tanto que “Clarín” mencionó en su comentario “…el notorio desequilibrio a favor del cuadro local, con Zanabria, Carlovich, Obberti y Kempes monopolizando el balón…”, y calificó de “rotundo fracaso” la actuación del equipo que estaba a menos de dos meses de Alemania ’74, con el detalle de que Argentina volvía a jugar una copa del mundo después de la ausencia en México ’70.
“Hasta yo jugué bien ese día”, expresaba Carlos Aimar en el programa ‘Somos futboleros’ -con la conducción de Diego Della Sala, se emitía por DeporTV- dedicado a quien fuera la figura aquella noche: el ‘Trinche’ Carlovich, de quien el ‘Cai’ agregaba: “tenía una técnica llamativa, por eso era un jugador de pelota”. La leyenda cuenta que el mismo DT de la selección pidió en el entretiempo a sus pares rosarinos: “Saquen al 5”. Aunque en el mismo programa mencionado, Alfredo Obberti explicaba: “Carlovich salió porque estaba cansado, había corrido mucho… y jugado una montaña”. Más allá de la victoria rosarina con baile incluido, o del mito de Carlovich, la historia de aquel partido dejó una marca que el mismo “Trinche” definió como “la única vez que se abrazaban los hinchas de Newell’ s y Central”.
Síntesis:
Cancha: Newell’s Old Boys. Árbitro: Arturo Ithurralde.
Rosario: Carlos Biassuto; Jorge González (Andrés Rebbotaro), José Luis Pavoni, Armando Capurro, Mario Killer: Carlos Aimar, Tomás Carlovich (José Berta), Mario Zanabria; Sergio Robles (Roberto Carril), Alfredo Obberti (Daniel Aricó), Mario Kempes. DT: Juan Carlos Montes y Carlos Timoteo Griguol.
Selección: Miguel Angel Santoro; Enrique Wolff, Néstor Togneri, Francisco Sá, Alberto Tarantini; Miguel Brindisi (Carlos Squeo), Roberto Telch, Aldo Pedro Poy; René Housemann (Victorio Cocco), Osvaldo Potente (Enrique Chazarreta), Ricardo Bertoni (Rubén Cano). DT: Vladislao Cap.
Goles: PT 10’ González (R), 37’ Obberti (R); ST 7’ Kempes (R), 25’ Cocco (S).
Recaudación: $ 32.719,200.-
