por Diego Zelonka, socio del CIHF
Si tomáramos de manera literal el título de esta nota, el partido en cuestión hubiese terminado 10 a 2. El resultado real fue 5 a 1 y, estimado lector, le cuento que eso no fue lo más llamativo. Por aquellos años se daban resultados abultados sin que esto fuera algo para destacar. De hecho, en esa jornada Independiente le ganó a Ferro 6 a 1; River a Atlanta 4 a 2; Newell´s a Vélez 4 a 0; Boca a Lanús 4 a 1; y se dieron dos 3 a 0: Estudiantes de La Plata a Racing y San Lorenzo a Rosario Central.
Para empezar a ponernos en sintonía con tiempo y espacio, nos vamos a ir al 15 de octubre de 1939. Se jugaba la fecha número 26 del torneo de Primera División. Si hacemos una línea de tiempo con respecto a la historia del fútbol argentino, ese año habría que marcarlo de una manera destacada ya que fue el momento en el que los equipos rosarinos empezaron a disputar el torneo organizado por la AFA. Rosario Central y Newell´s se sumaron al torneo de primera junto a Argentino de Quilmes, ganador del campeonato de Segunda División.
Y acá aparece el primer protagonista de nuestra historia: “El Mate de la Barranca quilmeña”. El otro actor principal de esta nota es “El Funebrero de Villa Crespo” (faltarían 6 años para desembarcar en San Martín).
Argentino de Quilmes recibía a Chacarita Juniors en su estadio. El Mate venía de perder frente a Rosario Central por 4 a 2 mientras que Chaca había caído como local frente a Estudiantes de La Plata por 2 a 1. La campaña de los oriundos de Quilmes era pésima, últimos cómodos sin haber ganado ningún partido (iba a finalizar el campeonato sin lograrlo); mientras que los Tricolores promediaban la tabla de posiciones.
Argentino formó con Carlos Rossi; Ricardo Garlini, Francisco Gumeno; Guido Attili, Raúl Santiso, Adolfo Bruno; Roberto Gayol, Blas Títolo, Juan Gayol, Pedro Ajamil, Francisco Baños.
Chaca alistó a Isaac López; Juan Trincavelli, Ítalo Emanuelli; Manuel Araguez, Alejandro Segovia, Carmelo De Genaro; Roberto Rodríguez, Rogelio Barros, Fabio Cassán, Pascual Paesch, Domingo Salomone.
El árbitro del partido fue Oreste Iglesias y, según el diario El Mundo, se recaudaron $ 386 (vaya uno a saber al cambio cuanto sería hoy).
Ya llevamos un rato largo escribiendo y leyendo y podemos despejar algunas dudas. A qué partido nos referimos, cuando se jugó, quienes fueron los protagonistas y como terminó.
La particularidad que tuvo este encuentro es que los seis goles que se anotaron fueron de cabeza. Y, por si fuera poco, uno de los jugadores metió cuatro. Vamos en orden cronológico para ponernos en situación.
“A los 20 minutos Rodríguez centrea, Cussan (sic) recibe la pelota y con un golpe de cabeza anula la intervención de Rossi”, graficaba el diario El Mundo con error de tipeo incluido del delantero de Chacarita. Argentino empata diez minutos después con un cabezazo de Gayol luego de un centro de Baños. Pero a falta de 4 minutos para que termine el primer tiempo, el Tricolor vuelve a inclinar la balanza de su lado: “Próximo a finalizar el período, Salomone envía un centro. Cassan, atento a la jugada, recibe la pelota y con la cabeza la envía a la valla, dando en un poste de la misma e introduciéndose después”.
El tercer gol fue un cabezazo de Cassan luego de un centro de Rodríguez, a los 18 del segundo tiempo. “Cinco minutos después Salomone ejecuta un tiro de esquina, recibe la pelota Aragüez y con un golpe de cabeza la introduce en la valla”. Así se describe el cuarto gol de Chacarita. Y para cerrar filas, “a los 30 minutos Cassan da cifras definitivas al marcador, al vencer a Rossi merced a un golpe de cabeza al recibir un pase de Salomone”.
Al publicar esta nota, nunca un jugador había podido igualar el récord de Fabio Juan Cassán en la máxima categoría del fútbol argentino. Marcar cuatro goles de cabeza en un mismo encuentro.
Fuentes consultadas:
- Archivo del autor
- Diario El Mundo, 16 de octubre de 1939
- Crónicas y Estadísticas del Fútbol Argentino, Luis Colussi – Carlos Guris – Víctor Hugo Kurhy