El centrodelantero ruso Oleg Salenko al hacerle cinco goles a Camerún por la última fecha del Grupo B del Mundial de Estados Unidos ’94 logró un nuevo récord en la historia de los Mundiales.
Por Diego Jolodovsky, socio del CIHF.
Rusia había llegado al Mundial de Estados Unidos de 1994 en un proceso de ordenamiento a nivel país, después de disolverse la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, cada estado soviético se estaba volviendo a armar.
Para el Mundial de Estados Unidos, fue el único estado soviético en acceder a la competencia. En 1992 había participado en medio del rearmado en la Eurocopa 1992 jugada en Suecia, como Comunidad de Estado Independientes en el que terminó en la última posición de su grupo con dos unidades.
Llegó Rusia al Mundial de Estados Unidos y en el sorteo que se realizó en diciembre de 1993 cayó en el Ggrupo B. No le tocó un grupo fácil. Es más, quizá el más difícil. Integró el grupo con Brasil (que fue campeón), Suecia (terminó tercero) y Camerún, que venía de hacer un gran papel cuatro años antes en el Mundial de Italia.
El debut poco alentador: Derrota con Brasil por 2-0, y en el segundo partido otra derrota esta vez contra Suecia, lo dejaba afuera de la Copa del Mundo en Primera Fase. La derrota con Suecia fue por 2-1, y el gol ruso, el primero en Mundiales para el “nuevo” país europeo lo marcaba Oleg Salenko que quedó en la historia por lo hecho en el tercer partido.
El 28 de junio, jugaban en San Francisco, California los dos eliminados del grupo, Rusia y Camerún que tuvo al centrodelantero ruso Oleg Salenko como principal figura del partido, al convertir cinco de los seis goles rusos. El gol de Camerún lo convirtió el veterano Roger Milla, que con 42 años se despedía del fútbol.
En el primer tiempo, Salenko vio la debilidad defensiva africana al convertir en tres ocasiones. A los 15, 41 y 44 minutos, el tercero de penal. Ya en el segundo tiempo el número 9 ampliaba su cosecha personal para quedarse en la historia, destronando nada menos que a Just Fontaine, cuando vinieron otros dos goles más, a los 27 y 36 minutos.
Rusia se despidió de su primer Mundial como estado independiente, pero dejó una huella.